Mendoza. Lucas Carrasco, de 21 años, falleció ayer a las 12 del mediodía en el Hospital Central de esta ciudad producto de una hemorragia cerebral. El joven, hincha de Independiente Rivadavia , había sufrido una herida cortante en la cabeza el viernes durante los incidentes originados tras en anuncio de la suspensión del partido entre su equipo e Instituto de Córdoba , tras una falla eléctrica. Carrasco había sido trasladado por un taxista al Hospital Lagomaggiore, donde fue asistido y quedó internado. Su cuadro empeoró en la mañana del sábado y devino en una hemorragia cerebral, por lo que las autoridades sanitarias resolvieron su traslado al Hospital Central de esta ciudad.

El Ministerio de Seguridad provincial fue el encargado de hacer pública la noticia de la muerte de Carrasco. El responsable de esa cartera, Leonardo Comperatore, aclaró que su dependencia tenía la información de que Carrasco había resultado herido producto de un botellazo. El parte de prensa que envió el ministerio detalla que el joven mendocino «habría sido lesionado con una botella de vidrio en la cabeza en la calle Huarpes». De todas formas, a última hora de ayer no había certeza del objeto contundente que le había provocado la herida a Carrasco: también se hablaba de que en los alrededores de la cancha podría haber recibido un piedrazo.

En las redes sociales, sin embargo, los hinchas del equipo mendocino hicieron una improvisada catarsis. Acusaron en forma directa a la policía. Y hubo quien se atrevió a escribir que Carrasco fue alcanzado por una cápsula de gas lacrimógeno disparada «a una distancia de 10 o 15 metros». Por eso, hinchas comunes y amigos de Carrasco convocaron a una marcha para hoy, a las 15, en la Casa de Gobierno de la capital provincial. Pretenden ser recibidos y escuchados por el gobernador, Francisco Pérez, y por el ministro de Seguridad, Comperatore. Pedirán que los policías responsables del hecho sean juzgados y organizarán una colecta para ayudar a la familia del joven.

El viernes, Carrasco, socio del club, pero sin vínculos conocidos con la barra brava, era uno de los tantos hinchas que aguardaban en las cercanías del ingreso a la popular local, en la avenida Las Tipas. En medio de la espera, explotó un transformador eléctrico. El incidente provcó la suspensión del encuentro con Instituto (el estadio Bautista Gargantini no cuenta con grupo electrógeno propio), por lo que la policía suspendió el ingreso de los hinchas. El grupo que había conseguido entrar fue desalojado de la popular y, cuando estaba a unos 50 metros del acceso, pretendió volver sobre sus pasos, hacia el estadio. La policía lo disuadió.

Ahí fue cuando se generaron los disturbios, que al parecer no fueron filmados por ninguna cámara de seguridad. En medio del choque con la policía cayó herido Carrasco.Si la versión de los hinchas acerca de la conducta policial se confirma -y se determina que la lesión sufrida por Carrasco fue producto de un disparo de gas lacrimógeno-, la muerte del hincha mendocino guarda muchas similitudes con la de Javier Jerez, ocurrida en junio pasado en el estadio Ciudad de La Plata. A Jerez, hincha de Lanús, lo mató una bala de goma proveniente del arma de un policía. Fue en el acceso al estadio platense, minutos antes del comienzo del encuentro entre el equipo granate y Estudiantes.

Fuente: Agencias