El fuerte incremento que experimentó el precio de la nafta durante los últimos 12 meses, casi un 60%, parece ser la causa principal de la explosiva expansión que está teniendo el negocio del Gas Natural Comprimido (GNC). Solamente en los dos primeros meses de este año, unos 30.000 vehículos reconvirtieron sus motores para instalar sistemas de inyección a GNC. Una cifra que marca un nuevo récord en este sentido y que, si se mantiene el mismo ritmo mensual, marca una proyección anual estimada en alrededor de 180.000 nuevos equipos para 2014.La razón parecer ser lógica. Mientras un litro de nafta súper ya supera los $ 10 en varias localidades del país, un automovilista puede llegar a gastar hasta $ 2 por metro cúbico de GNC. Es decir, un ahorro de $ 8 en comparación con un auto que funcione a nafta o gasoil.
Según datos de la Secretaría de Energía de la Nación que reproduce el sitio especializado Surtidores.com, durante enero se instalaron en el país 14.000 equipos de GNC y otros 16.000 en febrero pasado. A nivel anual, en 2013 las reconversiones llegaron a las 140.000, cifra que marcó un récord para el mercado, pero que este año será superada, tal como también estiman los analistas de este negocio. En la actualidad, la cantidad de vehículos que funcionan a GNC representa el 15% del total del parque automotor que, según un informe del año pasado difundidos por la Asociación de Fábricas Argentina de Componentes (Afac), llega a las 10.2 millones de unidades (incluyendo automóviles, comerciales livianos y pesados). Pero si se toma como referencia el parque de unidades de hasta 20 años de antigüedad, estimada en 8,2 millones de vehículos, el GNC representa casi el 20% del total.
El trabajo agrega que en los últimos años hubo un crecimiento importante de conversiones a GNC, “lo que hace que la flota actual por tipo de combustible llegue al 15% de vehículos; otro 51% sea a nafta y el 34% restante a diesel. En 2009, el mercado de autos a GNC representaba el 13% del total del parque automotor y se reconvertían 6.000 unidades por mes. Las cifras sirven para evidenciar el crecimiento que, cuatro años después, ha logrado este sistema, básicamente empujado por los aumentos de las naftas. De hecho, la Argentina ya es hoy el segundo país más caro de la región, en comparación con los precios de naciones vecinas como Brasil, Chile y Uruguay.
Ni siquiera los aumentos en los costos de instalación de un equipo que se dieron tras la devaluación frenaron la incorporación de más autos al sistema de inyección a GNC. Actualmente, según Surtidores.com, un equipo antiguo, de tercera generación, cuesta un promedio de $ 7.000, mientras que los más modernos y sofisticados o de quinta generación, superan los $ 12.000. Si bien son más caros, los avances tecnológicos de estos equipos permiten al sector competir con las naftas y gasoil de una manera mucho más cercana.
A nivel nacional, la provincia de Buenos Aires y Córdoba concentran el 60% del total de vehículos a GNC, con 899.311 unidades, según un relevamiento del Enargas. Si se incluyen Capital Federal, Mendoza y Santa Fe, entre las cinco alcanzan 1.265.671 unidades. Es decir, el 82% del mercado, que según datos precisos del Enargas, llega a 1.541.898 de vehículos que exhiben obleas vigentes de GNC en sus parabrisas. Se trata de la cifra más alta de la historia de este sistema que nació hace 30 años, con dos estaciones de servicio y 300 taxis y 100 vehículos de la empresa estatal Gas del Estado.
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