Construido sobre vidrio, es capaz de registrar las señales eléctricas que intercambia una colonia de bacterias
Investigadores de la facultad de Ingeniería de la Universidad de Columbia demostraron que un circuito integrado (el elemento clave de la informática moderna) puede usarse para algo más que ser el cerebro electrónico de una computadora.
Crearon un chip CMOS (una de las tecnologías más populares para fabricarlos, tanto para los procesadores como para memoria o sensores de cámaras) sobre un sustrato de vidrio y aprovecharon sus propiedades eléctricas para tomar una fotografía electroquímica de los metabolitos que usan las bacterias en una colonia para compartir información a lo largo del tiempo.
Sus creadores lo llaman un «porta objeto activo» y lo interesante del caso es que este mismo chip no sólo «escucha» lo que dicen las bacterias; también es capaz de interferir en esa conversación, lo que impacta directamente en la expansión de la colonia.
En el futuro, dice Lars Dietrich, uno de los investigadores, este tipo de componentes podría incluirse en equipamiento médico susceptible de ser contaminado por bacterias, como catéteres, y podrían impedir la expansión de las colonias de bacterias.
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