River volvió a mostrar su peor cara en el segundo tiempo, la de un equipo anárquico, expuesto en defensa, regalado en un final que lo encontró con un hombre menos por la expulsión de Alvarez Balanta. Y cuando todo parecía conducir a un empate, el tándem paraguayo volcó el partido a favor de Godoy Cruz, un rival siempre incómodo en Buenos Aires, donde ganó cuatro de las seis veces que jugaron. Claudio Aquino armó la jugada con una corrida espectacular y resolvió Julio César Rodríguez, con un zurdazo de cachetada que se filtró por debajo del cuerpo de Barovero y enmudeció a todo Núñez.
Nada hacía prever ese final decepcionante para River. Es que, dispuesto a hacer valer el peso de la localía, mostró pasajes de buen fútbol en el primer tiempo, a partir de la buena circulación de pelota que tuvo de a ratos, de las apariciones punzantes por derecha de Carbonero, de la inspiración de Teo Gutiérrez, de la movilidad de Lanzini y de la presencia siempre peligrosa de Cavenaghi. Entonces, fue superior a su rival mendocino porque jugó con mayor personalidad y confianza que en Rosario, donde empató con Central.
El cuarto de hora inicial fue a puro toque, movilidad y desmarques que complicaron a un Godoy Cruz que llegó al Monumental con la convicción de tratar bien la pelota y a no resignar sus posibilidades ofensivas. Pero el equipo mendocino se encontró con un River iluminado que a los diez minutos se puso en ventaja con un golazo: brillante apertura de Teo para Carbonero, aparición del volante colombiano como un wing y centro para la definición de Cavenaghi, tan solo que tuvo tiempo de acomodarse en el área chica.
Pudo haber aumentado la diferencia River. Pero un tiro de Lanzini se fue demasiado alto y Carranza se quedó con un disparo de Kranevitter. La gente disfrutaba en las tribunas cuando Godoy Cruz llegó al empate en una pelota parada. Iban 16 minutos y la jugada preparada terminó con un remate fuerte de José Luis Fernández ante el que Barovero dejó un rebote corto que Grimi mandó a la red.
A partir de entonces, River no logró ser el mismo equipo arrollador del arranque. Para colmo, se fue lesionado Mercado y debió ingresar Ramiro Funes Mori. River perdió precisión con la pelota, Godoy Cruz comenzó a animarse de a poco y a complicarlo por las bandas, y el partido dejó de jugarse con asiduidad en el campo visitante. En otra buena aparición de Carbonero, Carranza le ahogó el grito a Lanzini. Y, antes del cierre de la primera etapa, Pablo Díaz no vio un penal de Kranevitter ante Aquino por un agarrón.
En el segundo tiempo, River se expuso en su afán de buscar el resultado. Y se lo perdió Gonzalo Díaz, mano a mano. Almirón metió un cambio ofensivo: Castillón por Gonzalo Díaz. River lo tuvo en dos ocasiones, pero respondió Carranza. Y los mendocinos cada vez tomaron más confianza, sobre todo, tras la expulsión de Balanta. Pudo ganar antes Godoy Cruz, pero el árbitro anuló un gol legítimo de Fernández. Hasta que apareció Rodríguez y llenó de preocupación el Monumental.
Fuente: Clarín
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