Cuando Alejandro Fantino anunció, a mediados del año pasado, que iba a dar un paso al costado, muchos se preguntaron quién ocuparía su lugar en El show del fútbol . El deportivo supo convertirse en una insignia de la pantalla de América, pero de pronto parecía quedarse sin el conductor que acompañó en la construcción de su identidad durante cinco temporadas.

En un principio, se barajaron los nombres de Paulo Vilouta o «Toti» Pasman -panelistas del ciclo-, pero lo cierto es que el elegido para ponerse al frente del programa fue Gustavo López, un periodista que siguió los pasos de algunos de sus colegas, puso un pie en la conducción de un noticiero y, ahora, decidió volver a su amor primero: el periodismo deportivo.

López se formó televisivamente en América, y fue el encargado de la columna de deportes durante varios años. Pero un día, Juan Cruz Ávila lo desafió: «Vos tenés que ser conductor de noticiero». Él no quiso saber nada, y se mantuvo firme en ese lugar en el que se sentía tan cómodo hasta que, en 2006, lo convocaron para co-conducir uno de los informativos de la señal América 24 junto a María Belén Aramburu.

En 2010, ante la inminencia del mundial de Sudáfrica, Telefé tentó a López para que fuera «la pata argentina», el hombre que desde Buenos Aires presentara los informes que se generarían durante la Copa Mundial. López aceptó el pase, y se mudó de señal. Allí también le vieron pasta para ponerse al frente de un noticiero, y al año siguiente se convirtió en la cara de Baires Directo, el informativo matutino del canal. Parecía muy cómodo en ese lugar -aún a pesar del horario-, pero el «bichito» del periodismo deportivo por televisión abierta volvió por él y no pudo decirle que no a Ávila cuando, a través de la productora Jotax, lo tentó para volver a las huestes de América.

López tiene 45 años, está casado y tiene dos hijos, se considera un buen deportista y dice estar bastante pendiente de su aspecto físico sin llegar a ser un metrosexual. «Si pudiera no ir nunca al gimnasio, no iría. No me gusta nada, soy bastante vago. Lo que pasa es que cuando estoy en el camarín, me dan la ropa, y si veo que no me queda bien me digo: ‘Es hora de ir al gimnasio’ (risas). La verdad, uso algo para el pelo cuando veo que te lo tengo débil, o cremas cuando tengo arrugas. Perfume, sólo cuando tengo una fiesta; no uso reloj, ni anillo de casado», explicó en una entrevista.

Sobre la presión de reemplazar a Fantino en El show del fútbol a partir de este domingo, el periodista dijo estar «tranquilo» aunque seguro de que las comparaciones serán inevitables. Y, ya desde el primer momento, no se mostró muy convencido del desembarco de Marcelo Tinelli en Fútbol Para Todos. «No me gusta que Tinelli se dedique a todo, me parece demasiado para una sola persona», había dicho antes de que las negociaciones entre el Gobierno y el hombre de Bolívar se frustraran definitivamente.

Fuente: lanacion.com