ROSARIO.- Una de las premisas de la Copa Libertadores es ser fuerte de local. Después, sumar de visitante ayudará para crecer en el más importante torneo continental. Siguiendo esta teoría, el debut de Newell’s en Rosario en la competencia cumplió al pie de la letra con el objetivo: un claro triunfo por 4-0 ante Nacional, de Montevideo.

El equipo de Alfredo Berti salió a hacerse dueño del partido desde el comienzo. Con su conocido estilo de respeto de pelota, se acercó muy pronto al arco defendido por Gustavo Munúa. Y así fue como se puso muy rápido en ventaja con un hermoso gol desde la concepción de la maniobra hasta la definición. Fue un a jugada colectiva que terminó con un centro de Bernardi que Maxi Rodríguez, de volea, definió a la perfección. Iban tan solo 13 minutos y los rosarinos lograban una ventaja tranquilizadora.

Los uruguayos se despertaron, aunque sin inquietar demasiado a Nahuel Guzmán. El partido aumentó en rispidez, y hasta hubo un terrible codazo de Milton Casco a Iván Alonso dentro del área que el árbitro chileno Enrique Ossés no pudo apreciar. Cuando la primera etapa se terminaba, Newell’s encontró el segundo. Y el verbo encontrar no es casual, ya que fue un gol en contra de Jorge Curbelo que no pudo rechazar un centro envenenado de Marcos Cáceres.

Para evitar cualquier sorpresa desagradable, el local golpeó muy rápido en la segunda mitad. Fue a los 8m, con un gol para enmarcar y explicar como es esto de jugar al fútbol de manera colectiva. Se trató de una jugada que comenzó en el arco propio, con el arquero Guzmán tocando la pelota con sus compañeros, para comenzar una serie de toques de derecha a izquierda que terminó con un centro para que el capitán Lucas Bernardi, como un símbolo, anotara el tercero. Como para aplaudir de pie por un buen rato y guardar en una videoteca de hermosos goles nacidos de acciones colectivas.

Lo que siguió fue la relajación con el resultado definido, el cuarto gol de Orzan y un toqueteo de pelota como para deleitar a la gente que no paraba de cantar. Y que, como canción de guerra por una noche con la estirpe rojinegra, entonó varias veces eso de «¡Oy, oy, oy, es el glorioso Newell’s Old Boys!» .

Incidentes con los visitantes

ROSARIO.- Las dirigencias de Newell’s y Nacional acordaron la presencia de hinchas visitantes en ambos partidos. La primera experiencia no fue buena, ya que los uruguayos originaron disturbios en Victoria, Entre Ríos, y luego tuvieron algunos enfrentamientos menores con hinchas de Newell’s cuando llegaron a Rosario. Según versiones, se habrían producido 40 detenciones, y se secuestraron armas de fuego.

Fuente: Canchallena