«En Francia les dijeron que a mi tenían que tacharme», contó Martín Caparrós. Tampoco fueron convocados Jorge Asís y Beatriz Sarlo. Argentina es invitada de honor por cumplirse 100 años del nacimiento de Julio Cortázar.

Fueron excluidos por ser críticos del Gobierno. Eso es lo que denuncian varios escritores y autores nacionales respecto a la lista final de intelectuales que dirán presente en el Salón del Libro de París, de la que Argentina es invitada de honor por conmemorarse el centenario del nacimiento de Julio Cortázar, quien escribió en Francia su obra cumbre, Rayuela. Martín Caparrós, Jorge Asís y Beatriz Sarlo, entre otros reconocidos autores críticos del modelo K, no fueron invitados.

La feria reúne todos los años a más de 200 mil visitantes. El objetivo del Salón del Libro de París es honrar la literatura de un país determinado. Entonces, los autores invitados viajan a Francia para encontrarse con el público local y participar de charlas y mesas redondas, además de difundir su literatura.

En la lista – que consta de 48 integrantes – hay referentes kirchneristas como Ernesto Laclau, Horacio González (Director de la Biblioteca Nacional y miembro de la agrupación K Carta Abierta), Ricardo Forster y José Pablo Feinmann.

«Hace tres meses, la persona que desde Francia hizo la primera lista de escritores argentinos que circulaban en ese país, como para invitarlos, me contó que una de las personas del Gobierno argentino que recibió esa lista le dijo explícitamente que a mí tenían que tacharme. Es el Gobierno argentino el que se cocina en su propia salsa. Si cree que este tipo de eventos que organiza supuestamente el Estado tienen que ser situaciones que le sirvan para hacer supuestos pequeños negocios, es problema de ellos», dijo en declaraciones al programa de Jorge Lanata, en Radio Mitre, Martín Caparrós.

«Son los códigos del Gobierno argentino. Nuestros libros no circulan en Francia ni más ni menos por esto. Es el Gobierno es el que muestra la idea que tiene de política cultural cuando se dedica a darles pequeñas recompensas y bonos a sus aliados», agregó el autor de Amor y Anarquía. Y siguió: «Esto no jode a los 10 o 15 escritores que no fuimos invitados sino al Gobierno argentino, que pone en escena la forma en que usa el Estado».

Además Caparrós, cuyo libro Los Living fue publicado en Francia hace cuatro meses, recibiendo buenas críticas, calificó como «inexplicable» la ausencia de Rodrigo Fresán, quien tiene cinco libros editados en ese país europeo.

En diálogo con La Nación e Infobae, Beatriz Sarlo comentó: «Nunca viajé con pasajes pagados por el Estado nacional ni por la Ciudad. Nunca me invitaron ni el Estado nacional ni la Ciudad a integrar ninguna delegación. Deben pensar que tengo malos modales en la mesa. Fui a la Feria de Frankfurt invitada por la Fundacion Ebert. Fui a la Feria de Hanover, de los quinientos años de la llegada de Colón a América, invitada por los españoles, no por el pabellón argentino. Pongo estos dos ejemplos porque son significativos. Como regla, cada vez que viajo pagan el pasaje las instituciones extranjeras que me invitan. Nunca me sucedió de otra manera».

Asís sentenció que está acostumbrado al «cristinismo literario con aliados». «No es ninguna novedad para mí y ni siquiera me importa. Me habitué a la normalidad de las omisiones. Prefiero creer que los 40 escritores invitados son mucho más interesantes que yo, y tienen una obra más significativa».