Con la firma de Marcelino Iglesias, ex titular de la Osep durante la gestión de Julio Cobos, el radicalismo salió a cuestionar hoy el anuncio de las gestiones encaradas por el gobernador Francisco Pérez para traer a Mendoza dos shows internacionales, los recitales de las bandas U2 y AC/DC.

Para los radicales, la iniciativa del mandatario mendocino constituye una forma de «disimular» los problemas que atraviesa la provincia en estos momentos.

La crítica de Iglesias tiene su trasfondo en la tensa relación del oficialismo con el sector cornejista de la UCR principalmente por el rechazo al endeudamiento en el proyecto de Presupuesto 2014. Los cruces tuvieron su contrapunto máximo cuando Pérez directamente acusó al intendente Alfredo Cornejo de poner palos en la rueda y hasta se animó a cuestionar la realización de la Fiesta de la Cerveza de Godoy Cruz, un evento organizado por la comuna. 

Iglesias sostuvo que mientras Paco Pérez se dedica a ser «productor de espectáculos», la provincia sigue con otros problemas críticos, como el desfasaje de las cuentas públicas, el default con los proveedores, la falta de seguridad y la presión impositiva, entre otros.

El texto lleva el título «Cuando escasea el pan…viva el circo» y es el siguiente:

«En la antigüedad, los gobernantes asumían como máxima que cuando las cosas no andaban del todo bien para la gente y había hambrunas, plagas y otras calamidades, era bueno darle circo a la gente. Así nace esa arraigada costumbre de disimular los problemas, postergar la búsqueda de soluciones y, en lugar de eso, tratar de entretener al pueblo con espectáculos que, cuanto más altisonantes y alienantes, más exitosos.

Esa costumbre decíamos, nació en la antigüedad, pero actualmente encuentra algunos cultores representativos. Pudimos ver hace poco como, en medio de autoacuartelamientos policiales y saqueos a negocios y familias, el oficialismo nacional, con la Presidenta de la Nación a la cabeza, bailaban acompañados de los músicos cultores del Relato Oficial.

En nuestra provincia, el autoproclamado “soldado de Cristina”, el gobernador Francisco Paco Pérez, no se quiere quedar atrás y a falta de otras aptitudes y cualidades para ser un estadista, se quiere transformar en un productor de espectáculos.

Ya todos recordamos las afanosas gestiones realizadas para concretar la venida del Indio Solari en agosto pasado. Pocas veces hemos visto la garra y enjundia de nuestro primer mandatario en gestiones ¿públicas?

Como parece que quedó satisfecho por el desenlace del evento artístico, y a falta de ideas y acciones en su plan de gobierno, Pérez toma nuevamente la iniciativa y anuncia que para octubre próximo llega a la provincia la ultrafamosa banda australiana AC/DC. Y como si eso fuera poco, ahí nomás, anunció que está gestionando la venida de la no menos conocida banda irlandesa U2.

Hace pocos días Pérez criticó al intendente de Godoy Cruz por organizar en su departamento, la Fiesta de la Cerveza.

De la misma manera podría criticar a los demás intendentes que, en el afán de proyectar a sus departamentos, organizan distintos espectáculos y ferias relacionadas con su producción o sus costumbres. De esa manera, se deberían ir preocupando los intendentes de Malargüe por la Fiesta del Chivo, General Alvear por la del Ternero Mendocino, Santa Rosa por la de la Cueca y el Damasco, Lavalle por la del Melón y la Sandía, Tunuyán por la Fiesta de la Tonada y así sucesivamente.

Tal vez lo que en realidad quiso Francisco Paco Pérez criticar que esas fiestas no tuvieran el toque estelar de los espectáculos que él organiza. En eso tiene razón.

Pero también es bueno pedirle al señor gobernador de la Provincia de Mendoza, que si estos menesteres artísticos le dejan un tiempo libre, se preocupe, aunque sea un poco, por el desfasaje en las cuentas públicas, la falta de competitividad de nuestra producción, el virtual default con los proveedores de insumos para hospitales y comedores, los gravísimos problemas de inseguridad, la baja calidad de la educación pública, la desmedida presión impositiva, el costosísimo endeudamiento a que somete a nuestra provincia, y varios temas más que, a efectos de nos ser demasiado extensos, postergamos para cuando resuelva los más urgentes.

Y, mientras tanto, nos tendremos que consolar con el circo».