Los salarios del sector privado acumularon una caída real superior a 6% en los últimos 7 meses, lo que representa la mayor disminución desde 2007. Este impacto “erosionó plenamente el efecto de las subas pactadas en las últimas paritarias”, según el informe económico que elabora el Banco Ciudad.

“En enero, lejos de detenerse, la caída del salario real se habría profundizado, con un piso en la suba de los precios minoristas del 3% al 4% (29% interanual), impulsada por las alzas dispuestas en colectivos, naftas, peajes, vuelos de cabotaje y alimentos, que se agregan a factores estacionales propios del primer mes del año”, precisó la entidad que preside el economista Rogelio Frigerio (nieto).

El informe añadió que “considerando la aceleración inflacionaria de diciembre, el año pasado habría finalizado con una contracción del poder de compra de este segmento cercana al 2%. Tras disminuir casi un 1% en 2012, se trataría del segundo año consecutivo con salarios reales en baja, aunque (por su magnitud) la de 2013 sería la caída más pronunciada desde el año 2007, cuando la inflación escaló por primera vez por encima del 20%”.

El título del trabajo es “Salarios e inflación: duro golpe al bolsillo”. Dice que “la aceleración inflacionaria de los últimos meses viene erosionando el poder de compra del salario, a una velocidad sin precedentes”.

Muchos gremios consideran que el valor de una canasta digna está entre $ 8.500 y $ 9.500 mensuales y reclaman esas cifras para los básicos de sus convenios. Y que se actualicen según la evolución mensual de los precios para que no se deteriore el salario real. A contramano del Gobierno y de algunos empresarios que quieren ampliar las paritarias a más de un año, esta dinámica lleva a acortar la vigencia de los aumentos que se negocian en las paritarias. Es una manera de aminorar la creciente ventaja que tienen los precios en la desigual carrera con los salarios.

Fuente: Clarín