El nuevo gabinete debutó impulsando otro aumento de impuestos con el argumento de que se busca castigar consumos “suntuarios” que drenan divisas, aunque en realidad es una continuidad del proceso que llevó la presión tributaria a niveles récord.
Para reducir de manera genuina el déficit fiscal, la inflación y la fuga de divisas una estrategia alternativa es comenzar a desmantelar el mecanismo de subsidios económicos a empresas públicas y privadas. Esto, además, permitirá preservar muchos empleos de calidad.
El gobierno elevó un proyecto de ley, con pedido de tratamiento urgente, para subir los impuestos a las ventas de autos, motos, aviones y embarcaciones nacionales e importadas. La iniciativa, modificada en Diputados, establece que los autos y aviones cuyos precios se ubiquen entre 170 mil y 210 mil pesos verán incrementado el impuesto interno que pagan actualmente de 10% a 30% de su valor y para los precios superiores a los 210 mil pesos el impuesto se eleva a 50%. Para las embarcaciones de recreo los montos son entre 22 mil y 170 mil y para las motos entre 22 mil y 40 mil pesos, respectivamente.
El argumento oficial es que el impuesto ayudará a paliar el drenaje de divisas al encarecer el consumo de productos cuyo acceso está restringido a la población de altos ingresos. Dentro de las debilidades de este planteo, una muy importante es que el impuesto no solo grava productos importados sino también la producción nacional.
La incidencia sobre la producción nacional del nuevo impuesto es muy amplia, ya que además de la industria afecta de manera indirecta a una gran cantidad de servicios. De todas formas, dimensionando sólo su impacto directo sobre la industria manufacturera, los datos oficiales del INDEC para el primer semestre del 2013 señalan que la industria nacional de vehículos automotores de la Argentina genera 32 mil puestos de trabajo directos con un salario promedio de 20 mil pesos mensuales. La industria nacional de carrocerías y autopartes genera 46 mil puestos de trabajo adicionales con un salario promedio de 11 mil pesos mensuales.
Por su parte, la industria nacional de motos y embarcaciones de recreo crea 10 mil puestos de trabajo más con un salario promedio de 9 mil pesos mensuales.
Estos datos muestran que los sectores industriales productores de los bienes que, en principio, serían alcanzados por el incremento del impuesto generan unos 88 mil puestos de trabajo de muy buena calidad. El salario promedio es de 14 mil pesos mensuales, un 34% superior a la remuneración media de toda la economía formal. Si bien el impuesto afecta sólo a los autos, motos, barcos y aviones de mayor precio y la información oficial se refiere al total de la producción, como el proyecto de ley fijó valores nominales sin mecanismos de actualización por inflación en poco tiempo la mayor parte de los bienes producidos por estas industrias quedarán alcanzados, tal como sucede hoy con el Impuesto a las Ganancias.
Fuente: IDESA
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