Obtuvo el campeonato por el 0-0 ante Vélez y gracias a que Newell’s y Lanús empataron en Rosario y resignaron sus chances. Así, llegó al 15º título de su historia y el 12º en el profesionalismo.

San Lorenzo tuvo por fin su gran desahogo. En el Liniers, en un partido muy malo con emoción en el final, el equipo de Juan Antonio Pizzi igualó 0-0 con Vélez y se consagró campeón del Torneo Inicial porque en Rosario, Newell’s y Lanús empataron 2-2. Sebastián Torrico fue el gran héroe del Ciclón, con una atajada estupenda a pocos segundos del final.

En el Fortín de Liniers, San Lorenzo comenzó un poco mejor que Vélez. Arrancó buscando las bandas para llegar al área de Sebastián Sosa, pero rápidamente se apagó. Y el local se quedó con la pelota. Pero tampoco fue bueno lo del equipo de Gareca en el arranque. La más clara, un tiro libre para la visita que el árbitro Néstor Pitana pitó, pese a que Angel Correa definía en una hipotética ley de ventaja. El juez no vio la continuidad tras una infracción sobre Ignacio Piatti y cobró. Luego, el remate no llevó peligro al arco rival.

Mucha fricción y poco juego fueron las características de los primeros 20 minutos, hasta que Pitana frenó el partido para que los jugadores se refresquen. Los intentos de Vélez de buscar a Ramiro Cáseres chocaron siempre con el juego brusco de la defensa del Ciclón, que le valió la amarilla a Walter Kannemann.

Tras la reanudación, nada cambió. Cerca del final del primer tiempo, Pitana no vio una clara falta de Fernando Tobio a Santiago Gentiletti y San Lorenzo protestó por un penal evidente. Pero todo siguió igual, 0-0 y con el equipo de Juan Antonio Pizzi consagrándose campeón por el empate sin goles en Rosario.

En el arranque de la segunda etapa, la historia siguió con la misma tónica que en la primera. Es decir, sin fútbol y con menos chances de gol. Y ni el avispero se sacudió cuando primero convirtió un gol Newell’s, lo que forzaba el desempate con San Lorenzo ni cuando lo igualó Lanús, devolviéndole la corona al Ciclón.

Por el bien del fútbol y del espectáculo, a los 17 llegó la primera chance del segundo tiempo. Piatti ganó la espalda de los defensores por la izquierda y dentro del área quiso ajusticiar a Sosa, pero su remate se fue por arriba. Y Vélez respondió a los 21, con un disparo de Agustín Allione, que se estrelló en el palo derecho de Sebastián Torrico.

En Rosario llegaron dos nuevos goles, uno de cada uno. Es decir, si la historia no cambiaba en los últimos 15 minutos, San Lorenzo se consagraría. Y lo hizo, pero por la manos de Torrico. A los 44, Vélez tuvo el gol del campeonato con una volea de Allione dentro del área y el arquero apareció en el lugar indicado con una atajada increíble para cerrar el arco y concretar la alegría del título.

Fuente: Olé