Carlos Levigne es abogado, especialista en propiedad intelectual y tecnología. Vive en Buenos Aires y viene trabajando desde el 2009 con los polos de tecnologías del interior, con el apoyo de la Cámara de Software e Informáticos de Buenos Aires.

Levigne, quien asesora legalmente a los desarrolladores de intangibles, fue invitado por Instituto de Desarrollo Industrial, Tecnológico y de Servicios (IDITS) para visitar Mendoza y explicarle al sector local detalles de la nueva Ley Nacional de Software, que intenta promover el sector tecnológico y la industria del software, por medio de la difusión de los beneficios, requisitos y modificaciones de esta normativa.

El abogado explica los alcances de la nueva norma, las innovaciones que crecieron exponencialmente en Argentina y por qué Mendoza sigue atrasada en relación a otras ciudades del interior.

– ¿Cuál es la importancia de la nueva Ley de Software?

– Se modificó en setiembre porque ya existía la vieja ley. Lo importante es que es un régimen que otorga estabilidad fiscal a las empresas que desarrollen software en la Argentina por 10 años. La vieja ley terminaba en diciembre del 2014 y la nueva ley logró prorrogar el regimen hasta el 2019. El suceso nuevo es que ahora se reglamentó para implementar una ampliación del régimen.

– ¿Cuáles son los tres puntos claves de la ley?

– Se intenta desarrollar y hacer crecer puestos de trabajo, además de la estabilidad. Y que las empresas contraten en relación de dependencia al personal porque en tecnología suele haber mucha rotación de personal, mucho free lance y esto es lo más frecuente. Hay nomencladores de actividades que protegen. Tenés beneficios.

– ¿Hay distinción entre las pymes y las grandes empresas en materia de beneficios?

– No, porque se trata de desarrollar el mercado argentino. Entra la Pyme más pequeña y también empresas muy grandes.

– ¿El beneficio mayor es la exención impositiva?

– Sobre todo, la desgravación de impuesto a las ganancias. Los aportes patronales que una empresa paga por cada empleado, la ley te descuenta 70 % sobre tres leyes.

– ¿Cuántas empresas se benefician en el país con esta ley?

– Estamos hablando más de 300 empresas de todos los tamaños, pero el movimiento más fuerte de empresas se da, fundamentalmente, en Buenos Aires y Capital Federal, seguido por Córdoba, Rosario, Santa Fe, Tandil y Neuquén.

 – Y Mendoza, al menos en tu lista de provincias desarrolladoras de software, está muy atrasada, ¿es así?

– Sí, en Mendoza recién estamos tratando de empezar la primera vuelta de la rueda en desarrollo y en esas ciudades que te nombré ya dieron tres vueltas o más. Lamentablemente mientras más cerca estás de Buenos Aires estás más cerca del desarrollo del sector y hay más asesoramiento. Por eso mi plan es visitar cada vez más al interior y dar asesoramiento.

– ¿Y por qué el Estado no asesora más en una ciudad provincia como Mendoza donde ya existe un Parque Tecnológico?

– En el caso de la nueva ley de Software, porque sería juez y parte. Habría una incongruencia.

– ¿Pero tiene alguna faceta oscura o criticable la nueva ley?

– No, en líneas generales no. Es auspicioso en todo sentido. No tiene ningún tipo de contraindicación para el sector, sólo algunos detalles demasiado técnicos que no hacen mella.

– ¿El Mendoza Polo Tic es un elemento para que la provincia adhiera más pronto a la ley nacional?

– No sé, sí es algo más local y seguramente el Gobierno aproveche y quiera estar en sintonía con esta ley, pero la ley nacional.

– ¿Cómo ves el desarrollo de software en el interior en general a partir de la nueva ley?

– Tendrá que ver mucho que ver la situación del país, la provincia y cada empresa. En general es beneficiosa la ley para las empresas y los empleados, auspicia el desarrollo del sector y la industria en todos lados. Depende de que las provincias adhieran a la ley nacional.

– ¿En qué se trabaja más hoy respecto al software? ¿Qué aplicaciones son las mayoritarias?

– Hoy todo pasa por el celular y aplicaciones de ese tipo. Internet y todo lo que sea móvil. El software se vende más como un servicio. Todas las plataformas son a través de internet. Cualquier aplicativo móvil tiene un servicio que presta y tiene un software detrás.

– Con la nueva norma, ¿la exportación será más fácil?

– La nueva ley apunta a fomentar eso también. Tenés tres requisitos para inscribirte a los beneficios: haber certificado una norma de calidad, la más común es la ISO 9001. Presentar un plan de exportación y una factura que acredite que ya lo hacés o tener un proyecto Invesgtigación y Desarrollo. Generalmente ayuda mucho que estés exportando porque el Estado no te grava todos los impuestos y ese ítem es muy fácil de lograr.

– En un artículo de la nueva norma se prohíbe el “autodesarrollo” de software, ¿qué es eso?

– El autodesarrollo es todo lo que sea prestación de personas más que de productos y así no va en esa idea esto de fomentar el desarrollo de la industria intangible. La idea es no simular un desarrollo si no se lo vendés a nadie. O bajo ese rótulo prestar otro servicio. La gracia de este regimen es fomentar desarrollo de software. Lo que está afuera de ese servicio está excluido.

– ¿Cualquier informático puede inscribirse?

– La ley no se admite que lo haga una persona. Tiene que ser una empresa y la ley te pide que le presentes la foto de la empresa de 12 meses de aportes anteriores. Es decir, la empresa que no tiene un año de antigüedad tendrá que esperar un poco más pero hay tiempo de recibir los beneficios fiscales hasta el 2019.

– ¿Somos un país innovador?

– En general sí, hay muchos centros de investigación y desarrollo que están trabajando de la mano de universidades. Se crearon muchas start up, empresas nuevas. en los últimos años.

– ¿El gran problema del sector cuál es?

– El gran problema del sector es el recurso humano por la rotación de personal. Las carreras informáticas no son tantas. Hay muchos más médicos y abogados que ingenieros en informática. La demanda de especialistas en sofware es mucho grande que la oferta. También lo es el hecho de comercializar el software, cómo aplicar una buena idea para ingresar al mercado. Por eso se recomienda una asesoramiento de universidades y otros actores. Faltan igual asesores porque no es sencillo poder solventarte. Muchos casos mueren en dos años y eran buenos proyectos.

– ¿Ahí entra el trabajo como asesores jurídicos?, ¿para qué asesoran legalmente a una empresa?

– El asesoramiento legal es para estar bien protegidos. El robo del intangible es lo más valioso que este mercado produce. La información es intangible, es más valioso que el mobiliario y todo lo que tiene una empresa. Saber proteger eso es una inversión. Si construís una Start Up y crecés podés invertir más o vendérsela a un inversor y si optas por el segundo camino, tenés que ser muy prolijo en los papeles para que un inversor te compre ese intangible.

Por: Valeria Caselles vcaselles@elsoldiario.com.ar