Encabezó en el Salón Blanco el acto oficial y luego habló ante cientos de militantes que fueron a darle su apoyo. Entre otros temas, llamó a «recuperar la soberanía energética» y defendió las gestiones estatales de YPF y Aerolíneas.

Cristina Kirchner se reencontró con los militantes en el Patio de las Palmeras de la Casa Rosada, donde pronunció un discurso luego de 47 días de reposo tras haber sido operada.

Antes, en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno, la Presidenta tomó juramento a los nuevos integrantes del gabinete: Jorge Capitanich como jefe de Gabinete, Axel Kicillof como ministro de Economía y Carlos Casamiquela como titular de Agricultura.

Luego se produjo el reencuentro con la liturgia K, que comenzó con la presentación de la locutora de la «Presidenta de los 40 millones de argentinos», seguidos de los clásicos cánticos de las agrupaciones, entre las que se destacaban La Cámpora.

«Cuánto los extrañé, por Dios», fueron las primeras palabras de la mandataria, que provocó una gran ovación.

Durante su discurso, Cristina hizo referencia al Día de la Soberanía Nacional, coincidente con su retorno, que se «manifiesta en este resurgimiento productivo nacional, que tenemos que seguir profundizando y que nos permite anunciar en este tercer trimestre de 2013 que la desocupación ha vuelto a descender y se ubica en el 6,8%».

Y acto seguido aseguró: «Hay que seguir profundizando el modelo, para que cada vez haya más argentinos incluidos».

Luego continuó hablando sobre la petrolera argentina y aseguró que «la meta es recuperar la soberanía energética, porque para eso recuperamos YPF». Y sentenció: «Nos vamos a asociar porque no tenemos prejuicios, y será en las condiciones más favorables con quién tengamos que asociarnos».

La mandataria, además, convocó a todos los sectores a «dejar de lado las frases, los agravios y empezar a discutir ideas y programas», porque desde su Gobierno no son «cerrados».

Como es habitual en sus discursos, la Presidenta hizo un repaso por los logros del kirchnerismo como la Asignación Universal por Hijo y el plan Procrear, y finalizó la primera parte de su discurso.

Minutos después volvió a aparecer, como si se tratase de un bis: «Esto es sobredosis de discurso», dijo. Y utilizó sus últimas palabras par ahabalr de Aerolíneas Argentinas, felicitar a Mariano Recalde y referirse a la «inversión más grande desde hace 50 años en materia de ferrocarriles».

Finalmente, hizo un llamando a la organización y  la integración en un proyecto común.

Y concluyó: «Quiero decirles que no nos dejemos robar la vida, las ilusiones, las esperanzas de una Argentina mejor, porque la estamos construyendo y lo vamos a seguir haciendo».

Fuente: Clarín