Es el cálculo promedio que realizan los empresarios de Mendoza. La semana pasada volvió a aumentar el precio de la harina y, por la baja del consumo, se intenta frenar otro incremento.
Sin embargo, el testeo en este desplome de ventas se presenta con matices entre las firmas del sector, para algunos empresarios marcaron un mínimo del 20%, mientras que en otros casos la caídas de venta es de hasta el 60%.
Desde panadería Amanecer afirmaron que las ventas ya venían en picada desde enero (alrededor de un 20%) pero la caída se aceleró al 40%, con el último aumento del pan dos meses atrás.
La misma preocupación por ventas que languidecen la señalaron desde panadería El Molino, en Godoy Cruz. En esa firma, en los primeros diez meses las ventas cayeron, como mínimo, un 20%.
«La baja del consumo lo notamos en todos los panificados desde facturas pasando por tortitas y el pan. En nuestro caso, la caída de ventas en lo que va del año es del 30%. La reacción de la gente ante los aumentos es que van emigrando el consumo. Así, de comprar facturas especiales comienzan a comprar tortitas, cuando ya no pueden se corren hacia el pan y luego dejan de venir al negocio», explicó Horacio García, de panadería y Confitería El Sol.
Para el empresario, los mendocinos van bajando de categoría de panificados y luego se inclinan por amasar el pan en su casa. «El problema es que en esos casos, la gente cree que ahorra dinero al hacer el pan en su casa, pero no sabe que le suben los costos de su casa, ya que deben utilizar más gas y luz, lo cual deja de ser económico», remarcó García.
En el caso de panadería San Miguel, su dueño Edgard Sidoli, contó que la caída de la venta también es, lo que va del año, de un 30%. «Es un desastre la situación que vivimos. También vendo harina y soy representante de Molinos Cañuelas, la bolsa de 50 kilos -en dos semanas- aumentó $ 100 y el precio de $ 300 la bolsa va a cambiar en pocos días», explicó Sidoli.
En su opinión, la suba de la harina es inevitable aplicarla al pan y sus derivados. «Si la Asociación que nos nuclea no lo hace, cada uno de los industriales panaderos tendrá que hacerlo puertas adentro. Nos preocupa mucho toda esta situación porque las ventas están cayendo mucho. Todos nos dicen lo mismo: hay menos plata circulando, los sueldos no los aumentan y la gente sigue gastando sus $ 10 diarios en pan y ahora sólo les alcanza para unos pocos gramos», subrayó Sidoli.
Finalmente, en el caso de panadería La Abadía la baja de ventas desde inicios de año hasta el momento la colocan en un 25%, una caída que se replica en la mayoría de los productos de panificados que a diario consumen sus clientes. Más aún, desde la firma aseguraron que con los precios actuales la gente sólo consume pan y tortitas en forma diaria, las facturas las han dejado para las ocasiones especiales.
En stand by
El lunes pasado la Asociación de Panaderos analizaba la posibilidad de aumentar los precios para el pan y sus derivados pero por ahora el incremento de la harina no fue hacia los panificados.
«Los precios de la harina están constantemente remarcándose y se nos hace muy difícil fijar un precio para nuestros productos porque el valor de reposición tiene subas en forma continua. Además, la provincia es abastecida por muchos molinos por lo cual hay una gran dispersión de precios, hay molinos que venden la harina desde $ 290 hasta $ 350 la bolsa de 50 kilos.
Estamos en estado de alerta y, en cierta forma, especulando a que los precios bajen. Si aplicamos más aumentos al pan vamos a acelerar la baja de ventas y, por lo tanto, peligrar la vida comercial de las empresas de nuestro sector», remarcó Campos.
Sé el primero en comentar en «Por la suba del pan, las ventas ya cayeron el 30% en el año»