El ministro de Salud de la Nación, José Luis Manzur, firmó el miércoles una resolución mediante la cual se busca erradicar el polirubro de las farmacias. Esto quiere decir que, en caso de que lo hagan, deberán dejar de comercializar productos que no sean exclusivamente medicamentos y de higiene y estética personal a partir del año que viene. Desde el Colegio de Farmacéuticos de Mendoza manifestaron que la propuesta es buena, pero que también hay que tener en cuenta ciertas cosas como la “rentabilidad» para que estos negocios no tengan que recurrir a vender otros productos para poder subsistir.

En Mendoza son pocas las farmacias que comercializan golosinas, ropa interior u otros productos que no tienen que ver con la medicina. No obstante, existen y desde el Colegio de Farmacéuticos aseguraron que hay que diferenciar a algunas cadenas que recurren al polirubro de las pequeñas que lo hacen para defenderse. Además, hicieron una fuerte crítica al manejo de medicamentos que llegan desde la capital del país.

“Les digo a los de Buenos Aires que la propuesta de apostar a volver a las farmacias tradicionales- esas que se dedican a la venta exclusiva de medicamentos y perfumería- es muy buena pero que nos envíen los remedios y elementos que ya no recibimos. Nunca más vendimos vacunas para la hepatitis, para la gripe, para el tétanos. Los productos para radiología también desaparecieron”, explicó Jorge Jakubson, titular del Colegio de Farmacéuticos de Mendoza.

El profesional aseguró que no es lógico que estos locales vendan gaseosas, galletas o caramelos pero que esta situación se da muy poco en la provincia mientras que sí ocurre más frecuentemente en Buenos Aires. “El polirubro se incorporó en algunos negocios por el desastre que existe en la regulación de estos puntos de venta de medicamentos. Las cadenas mataron a las farmacias chicas que tuvieron que recurrir a vender otras cosas para poder subsistir. Ni siquiera podemos ponerle precios a los medicamentos porque ya los traen desde la Capital”, señaló Jakubson.

La resolución nacional reglamenta la Ley de farmacia 26.567 aprobada en el 2009 en el Congreso y, según Jakubson, la provincia adherirá de forma orgánica al decreto nacional por lo que a partir del 2014, los que comercialicen productos que no tengan relación con la medicina, ya no podrán hacerlo.

“No estamos de acuerdo, la regalería representa un porcentaje importante en las ventas de la farmacias, especialmente en fechas claves como el Día de la Madre, del Niño y Navidad, entre otras. Igualmente, no nos han enviado ningún comunicado desde el Colegio de Farmacéuticos por lo que no tenemos muy claro lo que va a pasar con esto”, manifestó Lucy Ulizar, empleada de Farmacia La Facultad ubicada en calles Alem y Salta de Ciudad.

Otro testimonio lo brindó una trabajadora de Farmacity que se expresó en contra y se refirió a la venta de medicamentos en quioscos. “Tienen aspirinas junto a insecticidas y eso es peligroso. No se sabe el origen de estos remedios ni su vencimiento. Si una persona compra fuera de una farmacia un medicamento y le hace mal no tiene adónde quejarse, se lavan las manos y es un riesgo”, dijo.

Adolfo Brenan, miembro del Concejo directivo del Colegio de Farmacéuticos expresó que esta resolución es para apostar a la farmacia tradicional y profesional pero que para lograr esto hay que mejorar la “rentabilidad y de esta manera ya no habrá que recurrir a un polirubro”.

“En muchas ocasiones las farmacias me han salvado. He tenido un cumpleaños o algún evento y he comprado elementos de regalería o cuando vengo por un remedio, veo algo que me gusta y si está a buen precio lo compro, no veo mal que hayan productos de marroquinería por ejemplo”, declaró Rosario Araujo, de 56 años.

En la misma línea, María de los Ángeles Castro manifestó que no le encuentra el sentido a esta resolución nacional. “El que venga por un medicamento, lo comprará y se irá. No entiendo cuál es el objetivo. Más peligroso me parece que se vendan remedios en los quioscos y aunque está prohibido se sigue haciendo”.

Fuente: El Sol