Omar Bastías, es un hombre de 39 años que con muchísimo esfuerzo logró salir de las drogas y hoy, a través de REMAR, la asociación benéfica sin fines de lucro que lo ayudó, da una mano a otros a salir también de ese mundo que indefectiblemente, lleva a la muerte.
REMAR Argentina, es una ONG Cristiana con una trayectoria de 28 años, trabajando para la ayudar a los más necesitados y luchando en contra de la marginación social. Omar es voluntario en su sede Mendoza y viene unas tres veces al año a San Rafael junto a otros voluntarios (recuperados o en proceso de recuperación) para realizar campañas de prevención.
Omar, ¿cómo trabajan ustedes?
Nosotros venimos y hacemos campañas de prevención de adicciones a las drogas. Algunos de quienes vienen conmigo son todavía adictos en un sistema de recuperación, pero están en una tercer fase, donde los enfrentamos a la calle para que puedan empezar a decirle “no” a lo que le decían “sí”.
¿Qué tipo de drogas?
Toda clase de drogas. Nosotros no trabajamos con gente de Mendoza, trabajamos con gente de otras provincias y los de acá van a otras provincias. Trabajamos con personas que han consumido paco, heroína, desde Poxirrán en adelante, todo.
¿Consideran “droga” a la marihuana ustedes?
Sí, para nosotros es una droga. Muchos la toman como “medicinal” pero es medicina para aquellas personas que realmente están en una situación terminal. Nuestro director nos mostró que está comprobado científicamente que hace daño. No al nivel de las demás, pero es una droga.
¿Qué opinan de su posible legalización?
Antes estaba a favor, hoy veo que va a hacer mucho daño a las personas porque es un conducto a consumir otras cosas. No es una droga que te vaya a matar o a hacer locuras, pero te va a llevar a consumir cosas más fuertes, a delinquir e incluso hasta portarse mal con la propia familia, a sacarle cosas para drogarse. Muchas veces eso ha pasado.
En tu caso, ¿qué drogas consumiste?
Yo consumí casi todo, menos el paco. No llegué al paco. Siempre digo que si hubiera conocido el paco no estaría acá hoy. Considero que he sido una persona de muy alto consumo, permanentemente, de lo que fuera. Consumí, nafta, thinner, Poxirrán, todo lo que me dijeran que te drogaba era lo que yo tenía que probar. Probé la marihuana y de ahí pasé a la cocaína, tomé psicofármacos de todas clases.
¿A qué edad empezaste y por qué?
A los 13 o 14 años. Fue una decisión de querer hacer algo diferente. No le puedo echar la culpa a mi familia porque gracias a Dios es una familia de trabajo. Yo no viví lo de otros, que nacen en una familia donde el padre se droga, o golpea a la madre o es alcohólico. Yo no puedo decir eso de mi familia, al contrario, siempre me quisieron rescatar y un día se resignaron. Mi papá por ahí me decía que tenía miedo de que un día me encontraran muerto. Yo robaba pero mis padres jamás aceptaron ni un centavo. Mi papá es una persona recta, a quien si le hubiera hecho caso, quizás no hubiera pasado lo que pasé.
¿A qué edad te internaste?
A los 36.
¿Por qué decidiste hacerlo?
Me encontré debajo de un puente queriéndome quitar la vida. Lamentablemente mi nivel de adicción era muy alto y mi nivel de delincuente también porque necesitaba más plata y buscaba lugares de más dinero. Buscaba hacer más daño porque ya no me interesaba de qué manera conseguirlo, la cosa era conseguir la plata y verme bien por fuera, bien vestido, con drogas, con mujeres, y esa era mi vida, una vida vacía. Entré muchas veces en momentos depresivos. Yo era muy altivo incluso con los otros delincuentes con los que andaba, pero cuando me encontraba solo cambiaba esa altivez y terminaba llorando, insultándome y diciendo que era una basura que no servía para nada, que estaba perdiendo lo único que me quedaba que son mi mamá y mi papá.
¿Estuviste preso?
He estado diez años preso.
¿Por qué delito?
Por robar. Siempre fue por delinquir.
O sea que en la cárcel te has drogado. ¿Es fácil en la cárcel conseguir droga?
Sí, es un comercio común y corriente. Pareciera que no debería existir pero existe.
¿En qué cárcel estuviste preso?
Estuve en la de Boulogne Sur Mer en Mendoza y después en la de San Rafael.
¿Cómo conseguías la droga? (antes de estar en la cárcel)
Tenía muchos conocidos. Personas que conocía de la cárcel, otros que conocía de la calle.
¿Cómo llegaste a REMAR?
Pedí ayuda a mi familia, se entraron a mover y mi papá consiguió un número de teléfono que le dio un compañero de trabajo. Hice la entrevista, viaje a San Juan y arranqué.
REMAR es gratis. Lo único que hay que costearse es un pasaje a otra provincia y algún dinero que se pide a veces por el papelerío que hay que hacer al ingreso. Son más o menos 100 pesos pero si la persona no los tiene, nosotros lo tomamos igual. Es una contribución pero no obligatoria. Yo soy de los que no pagó. No podía contribuir pero me interné igual.
REMAR es un centro de recuperación gratuito, es un centro Cristiano, evangelista. Nosotros no llevamos a la gente a tratar de cambiarle la religión, sino que no tenemos psicólogos, no tenemos psiquiatras y no tenemos medicaciones en pastillas. Lo que tenemos son personas recuperadas, personas que han cambiado de adentro hacia afuera. Hacemos de sostén.
No quiero con esto desmerecer lo que es un psicólogo, ellos encuentran el problema, pero hay cosas que están por dentro y no hay nadie que las pueda sacar salvo Dios. Y Dios no es una religión.
¿Qué hacés de tu vida hoy?, ¿estás casado?
No, estoy solo. No tengo hijos, pero llevo nada más que tres años recuperado. Ya se irá a dar el formar una familia.
Creo que lo único bueno que hice fue no querer tener hijos en la vida que yo llevaba, porque sabía que terminaba preso o me mataban, entonces no me quise comprometer con eso. Fue lo único “sabio” que hice en ese tiempo. Hoy dirijo una casa que tiene un taller-escuela de carpintería, un taller-escuela de herrería y una radio cristiana.
¿Cómo puede alguien contactarse con vos?
Directamente conmigo al 0261 155371722.
Contacto Mendoza
Godoy Cruz
Paso de los Andes 1265
Tel: (0261) 4281241
remar_mendoza@hotmail.com
Más información en:
Si vos estás en ese mundo y querés volver a la vida, no dudes en contactarte.
Omar pudo, vos también podés.
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