Cae más la imagen de Cristina y Cobos amplía su ventaja

En Mendoza el candidato radical se acerca al 50% de intención de voto. El peronismo tiene 24%, dos puntos menos que en las primarias. Del Caño sigue sorprendiendo.

La paliza que el peronismo mendocino recibió en las primarias de hace cuatro semanas no sólo le ha provocado una crisis interna de resultados inciertos, sino que también le ha hecho perder adhesiones en el electorado. Todo lo contrario le ha pasado al gran ganador de aquella contienda, Julio Cobos, y a quien fuera la sorpresa, el referente del Frente de Izquierda Nicolás del Caño, que no han parado de sumar potenciales votos con vistas a la legislativa del 27 de octubre.

Una encuesta que la consultora Reale-Dalla Torre hizo para Los Andes muestra que el candidato radical tiene 49,5% de intención de voto, es decir 6,5 puntos más que los del 11 de agosto, mientras que la lista oficialista encabezada por Alejandro Abraham tiene 24,1% de adhesiones, o sea 2,5 puntos menos que aquel día. La foto de este momento muestra además que Del Caño no sólo consolidó su tercer puesto, sino que creció como ningún otro postulante: con 14% de intención de voto, casi duplica el 7,6% de hace menos de un mes.

Un resultado así significaría para la UCR una consagración y también una obligación de cara a 2015, con un claro posicionamiento nacional de Cobos para la próxima presidencial. Pero para el justicialismo no sólo sería la más dura derrota sufrida en Mendoza siendo gobierno (sólo superada por aquella legislativa de 1985, en la que era oposición), sino también que apenas conseguirá una banca de diputado nacional y su segundo candidato, Omar Félix, quedaría afuera.

La banca que perdería Félix (actual diputado en busca de otro mandato) la ocuparía Del Caño, lo que de ocurrir constituiría otro hecho inédito para la historia política provincial: nunca un representante de la izquierda dura local llegó al Congreso de la Nación.

Pero como ya lo dijimos, ésta es un foto del estado de ánimo e intenciones de la sociedad, que fue tomada hace una semana. Y la realidad puede modificarla en las siete semanas que faltan hasta la votación del 27 de octubre cuando, además de las cinco bancas del Congreso, se ponen en juego el manejo de la Legislatura provincial y los concejos deliberantes de los 18 departamentos.

¿Qué pasa con el resto de los partidos? En términos competitivos, no existen. El Partido Demócrata estaría perforando su piso histórico de alrededor de 7 puntos. De hecho, en la encuesta no consigue ni la mitad de ese número: 3,3% es la intención de voto medida. Muy poco más que Daniel Cassia, de Compromiso Federal, que con 2,6% parece estar muy lejos de ser la «salvación» que muchos partidos, incluido el PJ, creyeron ver en él para sumar votos en octubre.

Último aparece el candidato del Frente Amplio Progresista, Alberto Montbrun, con 1,6 %, lo que de darse así sería un duro golpe al proyecto nacional del socialista Hermes Binner.

Ay Cristina

El trabajo de Reale-Dalla Torre aborda las causas y las responsabilidades de la derrota del oficialismo, y allí los primeros puestos se los llevan la presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, y diversos aspectos de su gestión, dejando muy relegados a sus candidatos, a la gestión provincial y al rival de turno como posibles motivos.

Cuando se pregunta por las razones, la primera que aparece es «los atropellos del Gobierno nacional», con 22,7%. Segunda, muy cerca, está la corrupción (19,7%) y el podio lo completa la economía (17,4%). Recién en el cuarto puesto figura un área que puede considerarse de incumbencia provincial: la inseguridad (13,9%). Y el quinto vuelve a enfocarse en la Rosada y el desgaste tras diez años de gestión (9,4%). Sexto se menciona que Cobos es un candidato difícil de vencer (5,8%). Y en séptimo lugar se apunta a que el oficialismo no tiene buenos candidatos.

La Presidenta es considerada directamente la principal responsable de la derrota K por el 52,5% de los encuestados. Muy lejos, en segundo lugar aparecen los medios de comunicación (15,5%) y los candidatos Abraham y Félix (12,9%). El gobernador, Francisco Pérez, figura recién cuarto en este ranking, con 9,3% de las menciones.

De hecho, la gestión de Pérez, aunque está como en junio, queda mejor parada que la nacional: para el 26,9% es buena, para el 22,3% es mala y casi la mitad (49,4%) opina que es regular. Pero cuando se pide una evaluación del gobierno de Cristina, luego de la leve mejora de julio, se detecta que está peor incluso que en junio: para el 34,5% es mala, para otro 34,5% es regular y sólo 29,2% dice que es buena.

Esta percepción de los mendocinos parece muy difícil de modificar en el corto y mediano plazo, porque nada de lo que el Gobierno nacional decidió e hizo después de la derrota de las primarias parece que alcanzará. De hecho, el principal anuncio oficial dirigido a un sector de la clase media, como fue la suba del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, no ha tenido efecto electoral, hasta ahora: 75% de los encuestados aseguró que no influirá en el voto en octubre y 12,3% consideró que puede influir.

Detrás de estas sensaciones y posicionamientos está la creencia en el 67,8% de los mendocinos de que en 2015 termina «definitivamente» el ciclo kirchnerista, mientras que para el 28,5% (que podría considerarse el núcleo duro de apoyo a Cristina) habrá «muchos años más» de kirchnerismo.