El radicalismo congelará hasta después de las elecciones de octubre un pedido para suspender o expulsar a Roberto Iglesias, Mariana Juri y Víctor Fayad por haber enfrentado al partido en las PASO.

Los radicales rebeldes, bajo el escudo del Partido Federal, tuvieron una mala elección (quedaron quintos) y dudan en presentarse en octubre. Pero además, un grupo de 16 dirigentes históricos presentó una nota en la que piden sanciones para los disidentes.

Sin embargo, el presidente partidario, Alfredo Cornejo, les anticipó a estos correligionarios que el análisis de la nota no se producirá hasta después de los comicios. Para Cornejo, en su partido «no hay expectativa» de ocuparse del tema en medio de la campaña.

Queda claro que para la UCR es innecesario abrir las heridas de la internas. Más cuando, de acuerdo con el resultado de las PASO, Iglesias y sus aliados no serian rivales de peso en octubre.

Julio Cobos señaló, de todos modos, que a los rebeldes «les correspondería recibir sanciones por haber competido contra el partido». Hay que recordar que hace pocos años, el ahora líder radical intercambió roles con Iglesias, quien lo echó de la UCR por unirse al kirchnerismo.

El pedido de sanciones será estudiado por la Junta de Disciplina del partido, a pesar de que la nota ingresó en vísperas de un congreso partidario. Los radicales se reunirán el martes a la tarde en el comité de calle Alem para aprobar alianzas departamentales, en un encuentro que es considerado poco más que un trámite con vistas al primer requisito de las generales: presentar a la Justicia electoral el esquema de alianzas el 27 de este mes.

La única duda de Cornejo y compañía es si al congreso (primero desde aquel que se hizo en Rivadavia en 2012, donde explotó por última vez la interna), que tiene cerca de 300 integrantes, irán los congresales que representan a Iglesias y Fayad.

Por: Juan Carlos Albornoz juan.albornoz@elsol.com.ar