San Rafael, Mendoza martes 26 de noviembre de 2024

La canasta básica en Mendoza es 20,8% más cara que en 2012

Así lo indica el Índice Barrial de Precios, en base al relevamiento que realizan en almacenes y supermercados. De 8 provincias donde se mide, la canasta local es la más onerosa.
La canasta básica en Mendoza es 20,8% más cara que en 2012

Los precios siguen subiendo a pesar de las medidas instrumentadas por el Gobierno. (Los Andes)

Como un tren que en el mejor de los casos sólo puede cambiar de marcha, la inflación en Mendoza no se detiene.

Y el mejor reflejo lo da, a falta de mediciones oficiales, el Índice Barrial de Precios cuyo balance, al cumplir un año, es para nada alentador aún con acuerdo de precios: una familia tipo necesitó el último mes $ 4.276 para procurarse la Canasta Básica Total, el umbral técnico para no considerarse pobre, esto es 20,8% más que el ingreso requerido en agosto de 2012.

Pero el presupuesto también requiere extenderse en un 17,6%, para destinar $ 1.867,25 a la Canasta Básica Alimentaria y evitar así la sensación de caer en la indigencia. Al menos hasta nuevo aviso.

En base a los mismos 50 productos considerados por el cuestionado Indec pero en este caso los de menor valor, la medición también actualizó los indicadores de 2013. Durante los primeros siete meses del año, el nivel general tuvo una variación de 10,96% y 13,44%, respectivamente.

Hay datos que adquieren magnitud con la comparación. El análisis rescata que 1 de cada 10 hogares (26.823) y el 24,6% de los mendocinos es pobre; en números, 226.267 personas o, lo que es lo mismo, las poblaciones de Las Heras y Santa Rosa juntas.

En cuanto a indigencia, el dato apunta un 3,90% de los habitantes de Mendoza. Aquí también una analogía ilustra: los 35.661 individuos en esa condición serían casi la totalidad de los pobladores de Lavalle.

El IBC se obtiene de un relevamiento de casi 3.300 precios que miembros de la organización Barrios de Pie coordinados por el Isepci (Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana) realizan mes a mes a almacenes, mercados, súper e híper en 59 barrios.

Y puede considerarse una muestra representativa puesto que no distingue categorías ni zonas. De hecho, comprende conglomerados como Dalvian en Capital y La Estanzuela, en Godoy Cruz.

«La variación anual permite ponderar la evolución mensual más allá de toda estacionalidad. Y con el acumulado de 10,9% y 13,4% en lo que va del año detectamos que el congelamiento de precios en Mendoza no funcionó», analiza Karina Ferraris, referente local del Isepci y de la carrera de Sociología de la UNCuyo.

La más cara, pese al acuerdo

La foto de las góndolas correspondiente a julio muestra que la harina y sus derivados (galletitas, pan, fideos) fueron, lógicamente, parte de los productos que movieron la aguja entre 7,9% (fideos guiseros x 500 grs) y 25,3% (galletitas saladas).

Otros artículos de primera necesidad que se encarecieron el último mes a pesar del congelamiento de precios son el azúcar (llegó a $ 7,50 el kilo, casi 12% más); leche en sachet (pasó de $ 7,90 a $ 8,90); porotos y lentejas, que alcanzaron los $ 9 por paquete de 400 grs (entre 20 y 28% de suba), y los quesos, con subas de entre 7,8% y 15,6% en sus diferentes variedades. Uno de los productos que registraron el incremento más marcado fue el café por 1/2 kilo, que llegó a $ 30, nada menos que 66,6% encima de junio.

En ese contexto, el economista Sebastián Laza pronostica una inflación anual general de 25% para toda la economía, aunque con presión de 3 a 5 puntos más desde las góndolas de supermercados.

«El acuerdo de Moreno generó una desaceleración entre febrero-abril pero desde mayo se disparó otra vez. Habida cuenta de la posición del Gobierno, la opción esperable es que sigan monitoreándose los productos básicos prorrogando el acuerdo con ajustes tri o cuatrimestrales, y la premisa de garantizar la gobernabilidad».

Para Laza «la inflación no es sólo la de los supermercados. Pero hay que tener en cuenta que la nueva metodología de medición comprometida para el Indec con el FMI entrará en vigencia recién a fines de 2015. Casualmente, con el recambio de gestión».

Así las cosas, los $ 707 de gasto promedio en un almacén hasta diciembre treparon a poco más de $ 924 en julio.

Como contrapartida, parece haberse aquietado la dinámica en verdulerías (salvo por la estacionalidad en casos como tomate y ahora el zapallito) y carnicerías en lo que va del año: según el registro de Isepci y Barrios de Pie, los $ 275,9 y $ 666,83 ponderados en julio prácticamente no se distancian de inicios de 2013.

A modo de balance, Ferraris subraya que «hace un año la DEIE dejaba de medir el índice de precios, y después se instaló la idea de que se podía comer con $ 6 por día. Con todo, la de Mendoza sigue siendo la canasta más alta del país, mientras que la del Conurbano bonaerense es la de menor valor».

Y prosigue en que «una conclusión es que cuando más se aleja uno de donde Dios atiende, más subas hay. La otra es que si bien hubo un crecimiento económico superior a 7% durante la «década ganada» está claro que no generó beneficios sostenibles para la población. La inflación se come la Asignación Universal por Hijo y cualquier suba de ingresos».

El IBP es una iniciativa que Isepci y Cippes (Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales) impulsan en 8 jurisdicciones que completan Salta, Tucumán, Mar del Plata, Corrientes, Córdoba y Chaco. Su radio de acción en Mendoza pasó de 6 departamentos a 8 al sumar a Junín y Rivadavia.

Fuente: Diario Los Andes
Miguel Ángel Flores – mflores@losandes.com.ar
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