La violencia de género tiene derivaciones en delitos concretos y se lleva la vida de muchas mujeres en todo el país y el mundo.

María José Ubaldini, Subsecretaria de Derechos Humanos de Mendoza, aclaró que «es un tema que no sólo hay que abordarlo desde el Estado, que es a quien le compete una responsabilidad primordial en cuanto a prevención, concientización y asistencia a la víctima, l persecución y sanción de los delitos que de ellos deriven, sino que también es fundamental rescatar el compromido social porque es un tema muy ligado a la cultura, a los preconceptos machistas, a la historia de una cultura patriarcal. Para contrarestar estas costumbres, se debe generar conciencia, difundir de qué se trata y cuáles son los derechos que tienen las mujeres víctimas de violencia. Conocer que hay un Estado que las puede ayudar y que les brinda herramientas para poder salir de esos círculos de violencia. Sin el apoyo y sin el compromiso de cada una de las personas y sectores sociales será dificil cambiar la cultura.»

La ley específica abarca todos los tipos de violencia que pueden afectar a las mujeres en todos los ámbitos intepersonales en los que se mueven.

Violencia física, la más conocida y visible. Genera consecuencias terribles como el femicidio (homicidio), delito tipificado hace muy poco tiempo, que determina penas mayores en caso que una mujer muera por violencia.

Violencia laboral y la simbólica que es la violencia que se ejerce, por ejemplo, a través de los medios de comunicación con las distintas propagandas sexistas

Violencia económica, generalmente ligada a los otros tipos de violencia. Una mujer víctima de violencia física también sufre la económica. Una mujer sin recurso, se le hace doblemente dificil tomar la decisión de denunciar.

Violencia psicológica. La ley es muy innovadora. Argentina está muy avanzada con esta legislación. «Como Estado nos pone en la obligación de llevar muchas acciones adelante. Desde el gobierno provincial se ha creado la Dirección de Mujer, Género y Diversidad, dependiente de la Subsecretaría de Derechos Humanos, y se asiste a la mujer víctima de violencia, con círculos de terapia para quienes se animaron a denunciar, así como aquellas que aún no se animan a denunciar. Es un proceso para la mujer poder salir de ese círculo y como Estado debemos ayudarla a tomar esa decisión.»

Existen convenios con algunos refugios que para víctimas de violencia, pero, informó la Subsecretaria que «se construye un refugio propio provincial, próximo a inaugurarse y será el primero para víctimas de violencia. No sólo será un hogar, sino que apunta a brindar talleres, y capacitaciones, que pueda ser un lugar de reunión para todos aquellos que quieran trabajar en rehabilitaciones sociales.»

El considerarse culpable es parte del círculo de la violencia, parte de no poder salir. Se dice círculo de violencia porque se reitera la acción. En la mayoría de los casos, después de un episodio de estas características, el agresor siempre vuelve, pide perdón, y pareciera que no volverá a pasar, pero luego, la violencia va increscendo hasta que llega a su punto cúlmine que cada vez es peor y se agudiza. La mayoría de los casos que llegan a femicidio (homicidio) siempre tuvieron antes unas tres o cuatro denuncias por lesiones. Para evitar estas consecuencias, «son muy importantes las capacitaciones y concientizaciones no solo a policías y fiscales, sino también a personal de centros de salud, dado que es muy importante detectar y visibilizar los casos para poner a la mujer en contacto con las áreas municipales de Mujer. Nuestro objetivo es empoderar las áreas Mujer para que los vecinos víctimas de violencia tengan cercano un mecanismo como la asistencia psicológica y la articulación con otras redes.»

El apoyo de familiares y amigos es fundamental, «quienes no deben mirar hacia otro lado y no desistir. Hay que abrir el diálogo para que la víctima pueda salir de ese circuito violento.»

Anteriormente a esta ley, los casos eran de ámbito doméstico. «Es decir, si la mujer no efectuaba la denuncia, el Estado no intervenía. Ahora, todos los funcionarios públicos, como policías, docentes, médicos, enfermeras, cuando toman conocimiento de una situación de violencia aunque haya sido en el hogar, tienen la obligación por ley de denunciarlo.»

En la actualidad, se desarrolla un Protocolo para que todas las áreas, desde los juzgados, las fiscalías, comisarías y centros de salud tengan disponible una guía de recursos para actuar ante estos casos y se suma un Protocolo de Actuación para saber a quién llamar, dónde realizar la denuncia, quién puede ayudar, las medidas que se deben tomar con su agresor, y como continúan las denuncias, por ejemplo, exclusión del agresor del hogar o la prohibición de acercamiento a fin de evitar que la situación se reitere.

Ante cualquier situación de estas características, tanto víctimas como testigos, deben recurrir a la Comisaría a fin de realizar la denuncia o al Área de la Mujer como así también se puede llamar ante cualquier duda, consulta o denuncia al 0261 – 4492076, Subsecretaría de Derechos Humanos.