No es una novedad en el estricto sentido del término. En realidad es un nuevo capítulo en el acercamiento entre el vicegobernador Carlos Ciurca y el gobernador de la Provincia de Buenos Aires Daniel Scioli. El vice será el encargado de coordinar la visita del mandatario bonaerense prevista, a priori, para el mes de setiembre, con el objeto de hacer campaña por los candidatos del PJ local.

A párrafo siguiente y para seguir dando que hablar, Ciurca dice que apoyará a Scioli en su carrera a la Presidencia para 2015.

No son nuevos los guiños del vicegobernador hacia el ex motonauta que conduce los destinos de la provincia de Buenos Aires.

En enero, había dicho: «Me gusta Scioli porque tiene la experiencia de dos gestiones en la provincia más grande de la Argentina. Una provincia que tiene una composición heterogénea y en la que su figura tiene aceptación de la mayoría por el método».

Esa manifiesta simpatía siempre fue condicionada a las posibilidades re-reeleccionistas de la presidenta Cristina Fernández. En aquellos calurosos días de enero y ahora también.

-¿Ya empezó el postkirchnerismo?- preguntó Los Andes a Ciurca.

-En todos lados… Más que postkirchnerismo, la pregunta es quién tiene la continuidad del proyecto si la Presidenta no puede ser reelecta- sentenció el vicegobernador en la tarde de ayer.

Luego, dijo que el jueves hubo una charla telefónica y un rápido ponerse de acuerdo en la visita a nuestra provincia, aunque no hay una fecha definitiva.

El objetivo del desembarco en Mendoza es apoyar a los candidatos del Frente para la Victoria, Alejandro Abraham, Omar Félix y Tatiana Musatto.

De hecho, Ciurca sueña con que todo el peronismo mendocino esté para recibir al mandatario bonaerense, sin distinción de espacios, incluso los representantes locales del kirchnerismo más puro.

La gran pregunta es cuánto suma recibir a Scioli, quien se reivindica como parte del proyecto nacional y popular, pero que está claro que no es del riñón K.

Pareciera que la foto con Scioli permitirá, al menos desde lo simbólico, despegar un poquito más al peronismo mendocino del kirchnerismo, a pesar de que aún juren fidelidad al proyecto que encabeza la Presidenta.

Esta no sería la primera muestra de independencia de los peronistas locales respecto de los designios de la Casa Rosada. Pareciera que la cadena de sutiles rebeldías tiene más que ver con la supervivencia electoral que con una pelea frontal, aunque algunos abren el paraguas frente a la sucesión de la Primera Mandataria.

El cierre de listas provinciales y la interna en aquellos territorios en los que no se alcanzó acuerdo (contienda llevada a cabo el 2 de junio pasado) no sólo sirvió para dirimir el liderazgo dentro del PJ, sino también para mandar un mensaje a los sectores kirchneristas: los espacios se ganan en el territorio.

Así como se resistió al dedo de la Presidenta en la conformación de las listas, también hubo una muestra de independencia cuando le dieron salida al consultor estrella del gobernador Francisco Pérez en materia comunicacional y publicitaria, Mario Riorda, para dejar en manos de los líderes territoriales el diseño de campaña. Campaña que es coordinada por el propio vicegobernador Ciurca.

Incluso, como se dijo, el coqueteo con Scioli no es nuevo. Después de aquella declaración de verano, hubo un encuentro en la «Vendimia Solidaria», la fiesta que organiza Daniel Vila.

Allí estuvieron Scioli, Ciurca, Abraham y Rubén Miranda. También estuvo alguien que supo ser aliado de Scioli y de la Presidenta y que ahora ha dado el salto para diferenciarse del kirchnerismo: Sergio Massa.

El único kirchnerista de primera línea que queda en Mendoza es el gobernador Pérez.

Fuente: Diario Los Andes