San Rafael, Mendoza viernes 26 de abril de 2024

Altos costos y bajos precios jaquean al agro

Los sectores del olivo y las hortalizas son ahora los más afectados. El Gobierno provincial propone a los productores integrarse, renovar la tecnología y cambiar las formas de comercialización.
Altos costos y bajos precios jaquean al agro

Los hortícolas, frutícolas, olivícolas y vitivinícolas mendocinos están atravesando una coyuntura muy delicada. En algunos sectores, como el del olivo y las hortalizas, la situación es más crítica aún.

 Todos los actores consultados coinciden en los factores causales de tal realidad: suba constante de costos, alto valor de flete, dólar oficial barato, pérdida de mercados, falta de competitividad en relación a la plaza mundial, retraso de hasta 1 año en la devolución del IVA, fuerte incidencia de la mano de obra, desempleo rural progresivo, preocupación por el riesgo de sobreoferta y caída del consumo.

Los eslabones más pequeños de la cadena del agro, como por ejemplo aquellos productores que tienen menos de 10 hectáreas y que a su vez forman el grueso de la actividad en un 75%, son los que están en un estado más complicado.

Para tomar dimensión del asunto, el presidente de la Cámara de Comercio Exterior de Cuyo (CCEC), Mario Bustos Carra, explica la situación con una idea “aplicable a todos los productores” -dice y agrega- “hay en la actualidad, una matriz de problemas que recae sobre los productos agrícolas en una economía (la de Mendoza e incluso el país) con fuerte base agroindustrial”.

La señal para los hacedores del agro mendocino es clara: “cuando la crisis llega hasta el industrial es porque la situación explota”, señala un productor olivícola a Los Andes Economía, una de las actividades más complicadas.

Regiones más afectadas

El Sur y Valle de Uco

San Rafael, General Alvear y el Valle de Uco tienen un escenario difícil. “La situación de los productores es muy complicada -resume el alvearense Carlos Achetoni productor frutícola- ya que a pesar de tener un año de buena cosecha no se han logrado precios que dejen rentabilidad en la producción”.

En su opinión, como la de muchos productores agrícolas consultados, “la paridad cambiaria sumada a la importante inflación interna, hace difícil la salida para las exportaciones como también a vender en el mercado interno”.

Para Achetoni existe “concentración (en el mercado) con una despiadada distorsión en la cadena de valor, que va desde el productor hasta el consumidor”, explica y afirma que esto obliga al Gobierno a aplicar medidas para evitar un “estrepitoso” ingreso de productos importados.

Mario Leiva, presidente de la Sociedad Rural (SR) del Valle de Uco detalló una gran cantidad de problemas que tienen los productores de esa zona: burocráticos y administrativos como los “infinitos requisitos” para conseguir la tasa cero de Ingresos Brutos o un préstamo en el ente provincial de crédito, el cual puede llevar “un peregrinaje de un año”.

En su zona, relata Leiva, hay muy pocas estaciones de servicio  y el constante aumento del combustible “impacta en la cadena” que se suma a otras subas de costos importantes como mano de obra e insumos.

“Decimos que el Valle de Uco y el Sur están complicados porque son los que más inversiones han recibido y se consideraban los motores de la economía provincial; hay que imaginarse lo mal que la están pasando los del Norte y Este”, advierte la ingeniera y asesora técnica de la SR, Mariel Vanin, miembro de la Cámara de Comercio de Santa Rosa.

Señalan que este departamento sureño San Rafael es una zona caracterizada por el minifundio, al igual que toda la Provincia, en donde la producción vitícola “está caracterizada por rindes, por hectárea, muy por debajo de los niveles potenciales”, explica Federico Zamarbide, asesor de la Cámara de Comercio, Industria y Agropecuaria.

“El rendimiento promedio en la cosecha 2013 fue de 59 quintales por hectárea de cabernet sauvignon, 69 de malbec y 88 de bonarda. Dicha situación se genera por la descapitalización que padece el pequeño productor”, ejemplifica Zamarbide.

Sector de Hortalizas sin política comercial

“No hay política agropecuaria, ni en Mendoza, ni en el país”, aseguró la productora Silvia López, quien tiene años en el sector de las hortalizas. Agrega que en la producción primaria no hay precios fijados ni ninguna política comercial que determine o paute los precios.

“Trabajamos la tierra y no sabemos cuánto va a valer lo que producimos”, explica esta productora desde la finca Los Álamos, quien está en este oficio por herencia familiar y cuenta con 50 hectáreas cultivadas con lechuga, zapallo, tomate, cebolla, espinaca, remolacha, entre otras .

Silvia López hace dos aclaraciones con cierta pena: la primera es sobre la cantidad de producción que se tira en cada temporada. “Este año tiré unos 80 mil kilos de lechuga porque los precios eran los del año anterior y no se justificaba cosecharla”.

La segunda es la necesidad que pasan los jornaleros del campo, sus bajos sueldos y para el productor “el alto costo que significa”. Indica que éste es un punto delicado. Porque no se puede incentivar a dar más trabajo porque los productores no pueden sostener entre sus costos el sueldo de los obreros rurales.

En cuanto a los precios los productores mendocinos se quejan debido a que llegan al consumidor con incrementos que van entre el 500% y el 1.500%.

Desde el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci) explican que los resortes de la cadena de intermediación son los únicos que ganan.

“Son varios los eslabones que se reparten los beneficios: desde las empresas que industrializan los alimentos hasta las cadenas de comercialización, pasando por las entidades financieras que facilitan el consumo, llegando al fisco que engorda nominalmente su recaudación mediante una extracción impositiva regresiva, son todas barreras ineludibles en las que queda atrapada una parte sustancial de los recursos que se vuelcan al consumo interno”, dice Isaac Rudnik mientras aclara que “estos recursos no vuelven al circuito económico a través de inversiones correspondientes a su magnitud, ni son redistribuidos por el Estado en forma equitativa”.

Sector Ajero

Pérdida de mercados y de cultivos

Los productores de ajo ven un escenario de menor cosecha con precios deprimidos en el mercado interno y en el externo, los productores ajeros afirman que estarán por encima en más de un 35%. El gran competidor en el mundo de los productores locales es el gigante asiático: China, quien tiene una estructura de costos estable, más baja que la local, predecible para cada temporada y muy competitiva.

“Están inundando el mundo de ajo”, exclama una productora desde Lavalle y subraya “estamos sobrepasados en el precio por los altos costos”.
Desde la firma Puente Blanco, afirman que “la siembra se reduce año a año”. Este año, los ajeros mendocinos sembraron, en promedio, unas 8 mil hectáreas. Proyectan para el próximo año alcanzar entre las 6 mil y 7 mil hectáreas. Mientras que el tope lo alcanzaron sembrando hasta 12 mil hectáreas hace un par de años atrás.

“Estamos en una situación grave, muy complicada”, resume José Spitalieri de la empresa citada. Y agrega que están “perdiendo mercados, el dólar está muy barato y necesitamos mano de obra intensiva”, costo con gran incidencia que sube en cada cosecha y que junto a otros como el valor de la caja (U$S 2), les hace perder competitividad en cada temporada. Exclama que padecen una suba de costo que promedia el 300%.

Agregó un dato particular y es el alto costo que tienen de flete. “Pagamos casi el mismo valor de flete entre el tramo Mendoza-Buenos Aires que Buenos Aires-Europa. Es increíble”, dijo.
Por otro lado, este productor como otros consultados, señalaron que tienen una demora en la devolución del IVA de hasta 8 meses y que hay un 40% de trabajadores rurales desempleados.

Sector Olivícola

Riesgos y achique todos los años

Están en “luz roja”, indican. Las razones que los llevó a la coyuntura actual son las mismas que en el resto de los cultivos: altos costos, mano de obra intensiva, grandes competidores en el mercado externo, precios deprimidos al productor.

“Las economías regionales están devastadas” -explica en una frase, Rodolfo Vargas Arizu y continua- “en este contexto (económico) no tienen cabida y menos el sector exportador”.
Este empresario explica que el modelo del agro se reduce a nivel nacional a los éxitos que tiene la soja, pero “que está muy lejos de la situación del agro local”.

Afirma que el sector industrial olivícola “está desfinanciado y que de 45 industrias que habían en la Provincia, hoy quedan 10” e indica que “muchas desaparecieron”.

Los productores tienen el mismo análisis y corren algunos con la desventaja de ser pequeños. “No se hizo nada en los últimos 10 años que venimos en crisis. Esto nos ha hecho más vulnerables aún”, declara Fabián Núñez quien además afirma que todo el agro está igual, “con excepción de los grupos concentrados y cercanos al gobierno que tienen prebendas y permisos especiales que los hacen mantener a flote en sus negocios y absorber a los que quiebran”.

Por otro lado, desde la Cámara Olivícola de Mendoza (COM), el presidente Juan Carlos García Zuluaga, dijo que venden a $ 3 la aceituna en conserva “mientras que en las góndolas está a $ 50” y remarcó “ganan en forma desmedida”.

Agregó que el sector emplea a muchas personas para cosechar y que de costo tienen $ 1,50 por kilo. La ganancia que están recibiendo en promedio por kilo es de $ 0,20. García Zuluaga dijo además que la producción de 2013 ya está entregada a las industrias. Explicó además que los pagos se efectúan en plazos que pueden llegar hasta diciembre.

Sector frutícola

Pérdida de cultivos y de calidad

Los cultivos frutícolas en general han perdido calibre (diámetro) y los altos costos hacen que el sector se encuentre en estado de “preocupación” en toda la cadena. El presidente de la Asociación de Productores y Exportadores de Fruta en Fresco (entidad que nuclea a 42 empresas empacadoras y exportadoras), Juan Riveira, dio dos ejemplos: “se exportó un 30% menos que el año pasado de peras y manzanas. Esto representa el 50% de la media de los últimos 5 años en Mendoza”.

Desde el sur mendocino, Carlos Achetoni de Federación Agraria agregó que se ha perdido un 30% de la producción debido a la falta de precios razonables y la falta de personas para levantar la cosecha.

Explicó la situación de cada cultivo frutal: la pera está en una “situación terminal” arrojo valores de $ 0,25 para jugo y 0,80 para consumo en fresco. “En  esta producción -dijo- tras años de falta de rentabilidad se puede ver un marcado proceso de abandono y erradicación de cultivos”.

En cuanto al damasco, producto que inicia la temporada, por el acuerdo entre el Gobierno y los industriales se fijó en $ 1 el kilo de calidad de pulpa. Pacto que no se cumplió y se terminó pagando $ 0,70, puesto en fábrica, o $ 0,45 en acopio. Producto de los bajos precios se perdió aproximadamente el 50% de esta producción.

Achetoni puso otro ejemplo más: el durazno de industria para pulpa y lata sufrió la misma situación. El gobierno anunció $ 1,10 para pulpa y $ 1,80 para lata, se pagó $ 0,90 puesto en fábrica y $ 0,80 en acopio para pulpa y $ 1,50 a $ 1,70 para lata.

Otro caso parecido ocurrió con la ciruela D’ Agen -según Achetoni- se practicó un sistema de compra integrada, en donde los productores integrados con secaderos procesaban el producto para que el Gobierno a través de Mendoza Fiduciaria S.A la comercializara. Se pactó $ 0,40 para cosecha, $ 0,60 para secado y $ 0,70 se le pagaría al productor en mayo y se completaría a $ 1,10 por kilo. Explicó que este sistema incluyó “a muy pocos productores”, dijo y agregó que se perdió el 30% de la producción.

Sector vitivinícola

Atención con la cosecha 2013

Los vitivinícolas están en estado de “atención permanente”.

“La vitivinicultura está con la misma situación de precios que el resto de la Provincia”, dijo el gerente de Bodegas de Argentina, Juan Carlos Pina. Declaró que “hace dos o tres años que se pagan precios muy parecidos al productor mientras la inflación marca el 25%”. Agregó que en el sector también están “achicando costos por falta de competitividad” como por ejemplo las horas extras. Pina aclaró que “todas la regiones de Mendoza están complicadas” y que tienen “un poco de oxígeno el Este mendocino y San Juan”.

Fuente: Diario Los Andes
Por: Gabriela Balls – gballs@losandes.com.ar
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