San Rafael, Mendoza 23 de noviembre de 2024

Juntas… dinamita Moria, Susana y Carmen, en una nota sin respiro.

Juntas... dinamita Moria, Susana y Carmen, en una nota sin respiro.

Aquellos que haya visto anoche el programa de Susana Giménez (Telefe) sabrán que no miento. Quien haya estado mirando otro canal pensará que lo que voy a contar no puede ser verdad. Pero les aseguro que es cierto, aunque no sabría decirles por qué ocurrió. Es más, sospecho ni la propia Susana podría darles precisiones sobre la génesis de lo ocurrido: ella, Moria Casán y Carmen Barbieri mantuvieron una charla detallada sobre sus hábitos a la hora de utilizar los baños. Y hasta Daniel Scioli quedó metido en el tema. Creo que Susana aún debe estar tratando de responderse la pregunta que hizo Carmen Barbieri al aire: “¿Cómo llegamos a esto?”.

 En otro segmento del programa, Susana, Carmen y Moria Casán interpretaron, junto a Emilio Disi, el sketch que, tratándose de cuatro comediantes con experiencia, fluyó sin dificultades. Pero si de hacer reír se trataba, ese paso de comedia, guionado y actuado, fue opacado por la conversación improvisada que sostuvieron las tres actrices en el living. Lo que empezó como una charla de peluquería sobre los cortes de cabello y el estado sentimental de cada una de ellas de pronto se encaminó hacia el toilette y no paró hasta desembocar en el inodoro.

 Susana dijo que no comparte el baño ni siquiera cuando vive en pareja. “No comparto el baño. No. Te dejan la tabla levantada, te la mean… ¡No!”, se horrorizó. Entonces, Moria se despachó con una confesión inesperada. “Yo hago pipí de parada”, dijo, y las tres coincidieron en que “el baño de mujeres en nuestro país es asqueroso”. Susana se interesó por la práctica de Moria y le pidió detalles. Moria se puso de pie y no se ahorró palabras ni demostraciones. “Aprendí una cosa que es como hacer un pitín —dijo mientras hacía un gesto con sus dedos a la altura de la entrepierna— y así, no necesito abrir las piernas. Es como hacer la “V” de la victoria, y podés hacer como los tipos. Te lo recomiendo”, le indicaba a Susana, quien seguía, atenta y también de pie, las explicaciones de la vedette. “¡No salpiquen, que estoy acá!”, gritó Carmen.

 En eso estaba el trío femenino cuando se les unió el personaje de la abuela que compone Antonio Gasalla, que se sumó a la polémica del baño, pero advirtió: “A Susana no le gusta lo escatológico, y la respetamos”. De todos modos, no pudo con su genio y remató: “¿Vos, vas al baño, Susana?”. Luego, apuntó a Barbieri para indagarla acerca de sus intimidades sexuales a las que un tiempo atrás había aludido en la televisión su ex marido, Santiago Bal. Se lo preguntó utilizando una expresión que, de puro vulgar, incomodó a Susana. “¡Es que nos entendemos mejor con el lenguaje de la calle!”, dijo la abuela. Y Su se defendió: “¡Pero estamos con público!”, argumentó, aunque a esa altura de la noche eso ya parecía un detalle menor.

 Después, Moria metió a la conductora en el brete de sus romances desconocidos: si había ido a Los Ángeles para tratar de conquistar a John Travolta; si había vivido una aventura con un torero; si en Santa Clara del Mar había tenido una historia secretísima… “Ella es relanzada cuando le gusta un hombre —opinó Moria sobre Su—. Por eso los hombres se asustan, porque hacemos el papel de hombres. Nos tomamos un avión para ver a un chongo que nos gusta». La conductora hizo todos los esfuerzos para comportarse como una anfitriona amable hasta que no pudo más y se quejó: “¡A esta perra no le podés contar nada, porque pasan 30 años y todavía se acuerda!”.

 La abuela no se privó de hacer hablar a Carmen sobre su romance de adolescencia con Daniel Scioli. Al principio, Barbieri contestó lo esperado: “Éramos muy chiquitos muy jovencitos, tengo un mal ojo tendría que haber seguido con él”, bromeó. Pero después, vaya uno a saber por qué, su discurso dio un giro y entró de nuevo al baño. ¡Sí, Scioli también quedó metido en la charla de baño! “Un hombre encantador —dijo Carmen—. Lo amo. Tenía mucho dinero. Y yo siempre hablo de la tabla del baño, era transparente y tenía las monedas de oro incrustadas». A renglón seguido, Barbieri abundó en la descripción de diversas tapas de inodoros. Dadivosa, prometió regalarle una a Susana. “¡Pero si Susana no va al baño!”, insistió la abuela.

 Entusiasmada con el tema, Moria abordó otra arista del tópico: “En Europa no existe la cultura del bidet”, afirmó. Bastó que lo mencionara para que el uso del bidet se entronizara en la conversación hasta que en un momento de extrema lucidez, Carmen Barbieri preguntó: “¿Cómo llegamos a esto?”. Susana se quedó pensativa durante un instante y al final, con toda seriedad, acotó: “Es cierto, nunca habíamos tocado este tema”. Al verlas y escucharlas enredadas en esa situación delirante me dije que ni un dream team de guionistas de comedia podría haber escrito semejantes diálogos. La tele en vivo te da sorpresas. Y te lleva a lugares inesperados, incluido el baño de Daniel Scioli

Fuente: Clarin

Por Adriana Schettini

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