Las grandes potencias del Consejo de Seguridad de la ONU y el Organismo Internacional de Energía Atómica retomarán las negociaciones nucleares con Irán.

Las reuniones previas finalizaron el 14 de febrero en Teherán, tras diez rondas de negociaciones en las que la OIEA no logró imponer su voluntad con respeto al llamado «proceso estructurado».

Dicho proceso consiste en acordar un mayor número de inspecciones a las instalaciones militares iraníes para descartar cualquier posibilidad de que su programa nuclear tenga fines bélicos.

Los observadores quieren inspeccionar la base militar de Parchin, ubicada en las afueras de Teherán, donde sospechan que se realizan experimentos atómicos con fines militares, de acuerdo a la información de los servicios de inteligencia de algunos países.

Irán afirma que no tiene nada que ocultar, pero impide el acceso a los observadores por motivos de seguridad nacional.

Por otro lado, los observadores afirman que imágenes satelitales muestran que Irán limpió y aplanó la infraestructura en las zonas de Parchin que consideran más sospechosas.

Con respecto a la reunión de este miércoles en Viena, fuentes diplomáticas cercanas a la OIEA sostienen que es difícil que el encuentro logre un acuerdo, según la agencia de noticias EFE.