San Rafael, Mendoza viernes 22 de noviembre de 2024

Fabbiani & Tortonese: la química de la diferencia

¿Agua y aceite?  Fabbiani y Tortonese descubrieron su empatía en tiempos de “RSM”./ julio juarez

 

¿Agua y aceite?  Fabbiani y Tortonese descubrieron su empatía en tiempos de “RSM”./ julio juarez

 Con estilos bien distintos, desde mañana volverán a probar la fórmula de los opuestos, en las tardes de El Trece. Ella será la conductora de “El diario de Mariana”, con él como coequiper. Una amistad que nació en “RSM”.

Una pareja despareja. Ella es la chica aplicada y correcta, la que tiene la idea del programa en la cabeza. El es el desestructurado, el que no tiene filtro. Aunque parezca una paradoja, para que dos personas se complementen, no tienen por qué ser iguales. Esta particular (pero efectiva) química que se produce entre Mariana Fabbiani y Humberto Tortonese se podrá ver mañana cuando se junten, nuevamente, en el debut de El diario de Mariana (a las 14.30, por El Trece).

“¿Te acordás de esa vez que te escondí un zapato en el corte y cuando volvimos al aire vos todavía estabas descalza buscándolo?”, recuerda Humberto. Cada comentario trae una serie de carcajadas (especialmente por parte de Mariana). “El tiene el mérito de decir cualquier barbaridad y que quede bien, no todos tienen ese don. Nuestra relación siempre fue así: desde el primer programa que hicimos juntos ya nos sentimos cómodos”, reconoce la conductora.

Después de compartir siete temporadas de RSM, sus caminos se separaron. El se alejó de la televisión y ella tuvo una hija, Matilda, y un reciente paso por la conducción de El artista del año (ver Después de…). Pero la amistad que se sembró en ese programa traspasó la pantalla: “A Torto lo extrañé mucho todo este tiempo. Me pone de buen humor estar con él, porque la pasamos genial y nos entendemos perfectamente”, dice la nieta de Mariano Mores.

Mañana tendrán que afrontar un nuevo desafío: El diario de Mariana, un magazine sobre actualidad con la mirada (y la sonrisa) de la conductora, y el aporte Tortonese y un grupo de panelistas: Diego Leuco, Luis Bremer y Natalia Moncalvi (ver Las otras…).

¿Cómo surgió esta particular química entre ustedes?

Fabbiani : Cuando recién arrancaba RSM lo escuché por la radio (trabajaba en la Rock & Pop), y dije ‘Tiene que estar en mi programa’ porque sabía que tendríamos esta relación y que nos reiríamos mucho. Me gusta este contraste y el ping pong que tenemos.

Tortonese : Mariana siempre me permitió estar cómodo. En un principio me decían lo que tenía que hacer y a mí no me gustaba. Hasta que un día ella me dijo ‘ Si querés pasar revista, hacelo. Si no, hacé lo que quieras’.

Y así fue, siempre hice lo que quise. Uno saca lo mejor cuando está confortable en un lugar.

Fabbiani : Con el tiempo nos fuimos conociendo y haciendo amigos. Hay mucha química entre nosotros. Me di cuenta de que él necesita libertad porque es libre, no le digas ‘No hagas esto’ porque en un segundo lo va a hacer. Es como un niño. Además, nunca me va a defraudar en lo que le propongo: siempre me devuelve la pelota para que haga el gol.

¿Cómo hacen dos personas con estilos tan distintos para trabajar juntos en un programa de TV?

Fabbiani: Con Torto nunca hubo competencia, ni siquiera un roce, sino todo lo contrario, lo que uno dice aporta al programa. Hay un entendimiento tácito que es mágico y nos divertimos mientras trabajamos. Jamás pautamos nada ni tuvimos un guión. Es muy importante el clima que se genera en un programa: quiero que cada uno se sienta como en su casa.

Tortonese : Si no hay contraste, algo que te detone con la otra persona, no podés generar algo divertido. Desde que nosotros empezamos a trabajar todo fue todo muy espontáneo, siempre nos manejamos con naturalidad.

¿Cuáles serán sus roles en “El diario de Mariana”?

Fabbiani : Yo soy la conductora, porque seré la que lleve adelante el programa, pero no me gusta que sea algo estructurado. Y Humberto… es Humberto: no conduce porque le da fiaca (risas).

Tortonese: Puede ser, soy medio vago. No me gusta contar con la responsabilidad de tener mi propio programa. Yo me incorporo y me quiero divertir.

Fabbiani : Nuestra impronta es pasarla bien. Como en cualquier magazine, voy a hablar sobre toda la actualidad y no quiero tenerle miedo a ningún tema, me gusta conducir con naturalidad. Aunque hablemos sobre asuntos periodísticos, vamos a reírnos porque no me imagino la vida sin humor. Cuando arranca el programa me olvido de todo y disfruto.

No es fácil realizar una entrevista con ellos: la amistad que comparten lleva a que uno, por momentos, responda por el otro. “Ella tiene todo el programa en la cabeza”, dice Humberto. Para confirmarlo, ella agrega: “En el programa vamos a hablar del tema del día y de todo lo que le interesa al público. Un magazine, después de todo, es eso: una revista. Más allá del formato, nosotros queremos llevarle alegría al público”.

Se los nota ansiosos por el comienzo del programa. Si bien tienen una vasta experiencia en el medio, cada proyecto nuevo es un desafío. Tortonese cuenta que “lo que me pone nervioso es que entro a un negocio y me dicen ‘Vi la publicidad, vas a estar en un programa nuevo’ , y yo pienso: ‘¡No me había enterado!’ ”.

Fabbiani, como suele suceder, se toma unos segundos para terminar de reírse y agrega, con más seriedad: “Estoy ansiosa, pero quiero disfrutarlo, los errores los veremos después. Te das cuenta con la reacción de la gente si te fue bien o mal. Hicimos muchas reuniones con todos los integrantes y se nota la buena onda que hay con todos, trabajamos en equipo. Lo que va a diferenciar a este programa de los otros es la energía con la que lo hacemos”.

La conductora reconoce que no esperaba volver a la televisión tan rápidamente luego deEl artista del año, hace dos meses -(“No hago planes, pero me entusiasmó esta idea”)-, mientras que Tortonese, por su parte, se queja porque va a tener poco tiempo libre (“¡También tengo una vida sexual!”), aunque demuestra el cariño que tiene por su compañera: “Mi objetivo era estar tranquilo este año. Pero si no trabajo con Mariana no lo hago con nadie. Esta era la oportunidad para hacer televisión”.

Mariana Fabbiani y Humberto Tortonese encontraron la fórmula del éxito en su propia forma de ser. Son un ejemplo de que dos personas muy distintas, pero con un objetivo en común, pueden llegar lejos. Fabbiani concluye: “Yo quiero divertirme, para mí la vida es un juego”. Y, entre otras cosas, lo demuestra su sonrisa.

Fuente: Clarin Espectaculos

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