El empeoramiento de las perspectivas económicas presiona sobre el crecimiento del mercado crediticio y refleja una mayor cautela de los consumidores
El empeoramiento de las perspectivas económicas amenaza a uno de los pilares del modelo, clave para el kirchnerismo en este año electoral: junto a la caída de los créditos al sector privado, el financiamiento al consumo ya muestra una desaceleración de su crecimiento anual, aunque todavía evoluciona por encima del PBI.
Este fenómeno, en opinión de los economistas consultados, es producto del menor crecimiento de la actividad económica, el impacto negativo de las distorsiones cambiarias sobre la expectativa de los consumidores y la inflación. Y aunque se espera que el Gobierno haga todo lo posible para dinamizar el crédito e incentivar el consumo, los especialistas auguran que la cautela de los consumidores persistirá en el mercado crediticio este año.
Primero, la profundización del cepo cambiario desplomó el financiamiento en divisas. Según un informe de AMF, ante el fuerte retiro de depósitos en dólares, desde mayo de 2012 las entidades bancarias redujeron un 45% los créditos en moneda extranjera. Mientras el dólar comenzó a escasear en el mundo bancario, aumentó la cantidad de pesos en las entidades, pero este flujo de dinero no fue captado por las financiaciones privadas.
Las colocaciones en pesos del sector privado se expandieron a fines de marzo un 8% más que en mayo de 2012. Sin embargo, el crédito en moneda local se desaceleró un 3% en el mismo período. Además, los préstamos totales podrían disminuir su crecimiento en un 11% durante 2013, aunque no se espera una caída abrupta, estima AMF.
El escenario es que el crédito al sector privado se está desacelerando y va a converger a un nivel más cercano al 30%, aunque todavía la tasa se mantendría al mismo nivel del PBI, explicó Ramiro Castiñeira, economista jefe de Econométrica.
En rigor, el motor de la economía también pierde fuerza. En 2013 continuaría la desaceleración en los créditos al consumo, aunque a un ritmo menor que en los últimos meses. Luego de registrar crecimientos superiores al 50% interanual desde fines de 2010 y de llegar un pico del 62% a mediados del año pasado, los créditos al consumo (personales y tarjetas) muestran una importante desaceleración y su crecimiento interanual cayó a niveles cercanos al 40% explicó Hernán Lacunza, director de Empiria Consultores.
Los datos de AMF indican que los créditos personales en moneda local crecieron al 41% anual hace un año para luego descender al 30% interanual en marzo de 2013. La caída cercana al 10% también se produjo en los créditos con tarjetas, en pesos para el mismo período.
En sintonía, este año los préstamos personales podrían caer 2% y los créditos con plásticos entre un 8% y 11% respectivamente.
Alejandro Banzas, economista jefe de Reporte Económico también espera una leve desaceleración del crédito al consumo en términos reales respecto a las tasas de crecimiento de 2012. Si bien consideramos una modesta recuperación del nivel de actividad no más allá del 3% del PBI y un nivel similar en el consumo agregado, el financiamiento se acotará por expectativas negativas dado el actual contexto de incertidumbre en el mercado de cambios y en el nuevo anclaje salarial que está ejerciendo el Gobierno para contener el alza de precios.
Por su parte, Lacunza sostuvo que el empeoramiento de las perspectivas macroeconómicas, uno de cuyos síntomas fue la suba del dólar informal, refleja más cautela a la hora de endeudarse para consumir. La caída en términos reales de la masa salarial, derivada de la falta de creación de empleos y el retraso en el cierre de las paritarias, está reforzando esa actitud precautoria. A esto se suma una menor dinámica coyuntural en los créditos con tarjetas, derivada de la eliminación de la publicidad en diarios por parte de las grandes cadenas de supermercados y electrodomésticos, agregó.MARÍA ELENA CANDIA Buenos Aires
Primero, la profundización del cepo cambiario desplomó el financiamiento en divisas. Según un informe de AMF, ante el fuerte retiro de depósitos en dólares, desde mayo de 2012 las entidades bancarias redujeron un 45% los créditos en moneda extranjera. Mientras el dólar comenzó a escasear en el mundo bancario, aumentó la cantidad de pesos en las entidades, pero este flujo de dinero no fue captado por las financiaciones privadas.
Las colocaciones en pesos del sector privado se expandieron a fines de marzo un 8% más que en mayo de 2012. Sin embargo, el crédito en moneda local se desaceleró un 3% en el mismo período. Además, los préstamos totales podrían disminuir su crecimiento en un 11% durante 2013, aunque no se espera una caída abrupta, estima AMF.
El escenario es que el crédito al sector privado se está desacelerando y va a converger a un nivel más cercano al 30%, aunque todavía la tasa se mantendría al mismo nivel del PBI, explicó Ramiro Castiñeira, economista jefe de Econométrica.
En rigor, el motor de la economía también pierde fuerza. En 2013 continuaría la desaceleración en los créditos al consumo, aunque a un ritmo menor que en los últimos meses. Luego de registrar crecimientos superiores al 50% interanual desde fines de 2010 y de llegar un pico del 62% a mediados del año pasado, los créditos al consumo (personales y tarjetas) muestran una importante desaceleración y su crecimiento interanual cayó a niveles cercanos al 40% explicó Hernán Lacunza, director de Empiria Consultores.
Los datos de AMF indican que los créditos personales en moneda local crecieron al 41% anual hace un año para luego descender al 30% interanual en marzo de 2013. La caída cercana al 10% también se produjo en los créditos con tarjetas, en pesos para el mismo período.
En sintonía, este año los préstamos personales podrían caer 2% y los créditos con plásticos entre un 8% y 11% respectivamente.
Alejandro Banzas, economista jefe de Reporte Económico también espera una leve desaceleración del crédito al consumo en términos reales respecto a las tasas de crecimiento de 2012. Si bien consideramos una modesta recuperación del nivel de actividad no más allá del 3% del PBI y un nivel similar en el consumo agregado, el financiamiento se acotará por expectativas negativas dado el actual contexto de incertidumbre en el mercado de cambios y en el nuevo anclaje salarial que está ejerciendo el Gobierno para contener el alza de precios.
Por su parte, Lacunza sostuvo que el empeoramiento de las perspectivas macroeconómicas, uno de cuyos síntomas fue la suba del dólar informal, refleja más cautela a la hora de endeudarse para consumir. La caída en términos reales de la masa salarial, derivada de la falta de creación de empleos y el retraso en el cierre de las paritarias, está reforzando esa actitud precautoria. A esto se suma una menor dinámica coyuntural en los créditos con tarjetas, derivada de la eliminación de la publicidad en diarios por parte de las grandes cadenas de supermercados y electrodomésticos, agregó.MARÍA ELENA CANDIA Buenos Aires
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