Tras ser evaluado en la Comisión de Educación, el proyecto debe ser analizado en Hacienda del Senado, aunque será después del discurso de Francisco Pérez del 1 de Mayo. Aseguran que hay que ver si los recursos están disponibles.
En mayo se cumple un año que el proyecto de ley provincial de Educación está en la Legislatura. Luego de haber sido revisado en la Comisión de Educación, es la de Hacienda la que debe analizarlo y, aparentemente, no lo hará hasta después del 1 de Mayo. Mientras tanto, diputados, senadores y hasta el SUTE mantienen un pensamiento en común: que finalmente haya nueva ley antes de que termine este 2013, pero el financiamiento desvela a más de uno.
El proyecto, que apunta a la inclusión y calidad educativa, mantiene las expectativas en los recursos económicos puntualizados en infraestructura y capacitaciones. Según establece, el Gobierno provincial debe crear y articular Fondos Permanentes y Eventuales para el financiamiento educativo. Dichos fondos estarán conformados por el 6% del producto Bruto Interno (PBI) de Mendoza. Además, el presupuesto para Educación que rija cada año, no podrá ser inferior a los recursos presupuestados por ley el año anterior.
Para el Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) este punto es «central» aunque ya plantearon que debe ser el 8% del Producto Bruto Geográfico (total de lo producido en las provincias) y no el 6%, «porcentaje que desde la Nación ya se está planteando como escaso», aseguró a El Sol Online el titular del gremio docente, Javier Guevara.
El sindicato ya presentó ante la Bicameral de Educación una serie de sugerencias que consideran importante incorporar en el proyecto. Entre ello, el del financiamiento: «No puede nunca ser inferior al 35% del presupuesto provincial porque de esa plata depende que existan las mejoras en la capacitación docente y en los aumentos salariales», analizó Guevara.
El secretario general del SUTE mantiene la esperanza de que la ley sea aprobada «lo más rápido posible», porque de esta manera, entiende, se podrá avanzar en temas específicos como garantizar la educación primaria y secundaria, como así también discutir cuestiones relacionadas con la jornada extendida, la cantidad de alumnos en las aulas y la infraestructura escolar.
Mucha expectativa y poco avance
El presidente de la Comisión de Hacienda, el oficialista Sergio Vendramin, aseguró que el proyecto no será analizado por los legisladores hasta la semana siguiente al discurso del Gobernador Francisco Pérez en la Casa de las Leyes.
«Hay que tener tiempo de leerlo bien, recién ha entrado a nuestra Comisión, y después determinar la metodología con la que lo vamos a tratar teniendo en cuenta es puntual el tema del financiamiento , hay que ver si van a estar los fondos para cubrir lo que se pide», explicó.
El legislador aseguró que hay que centrar la atención en todos los porcentajes de los que se hablan en el proyecto y hacer las mejoras necesarias. «Hay algunos que son un poco elevados», adelantó pese a haber confirmado que tiene que releer mejor la iniciativa.
La diputada Lorena Saponara es la vicepresidenta de la Bicameral de Educación y ante la premura de tener una nueva ley aseguró que se le pedirá a la Comisión de Hacienda del Senado una audiencia para que explique en qué instancia está el proyecto de ley.
«Hemos trabajado mucho por esta iniciativa, hicimos reformas y se demoró en la Comisión de Educación porque lo que buscamos es que todos participen», indicó. Asimismo, dijo que este nuevo plan educativo suma gestión social y cooperativa al tiempo que plantea modificaciones «ricas e importantes» que se ajustan al contexto social, político y económico de la Mendoza de hoy.
Daniel Vilches, presidente de la Bicameral de Educación, confió que la idea es tener la ley para este año, dependiendo, ahora, de lo que resuelva Hacienda del Senado. Según el legislador, es la fase más importante del proyecto porque una vez que se reglamente, le va a permitir a los mendocinos tener una noción de cuánto es lo que aportan para la educación de sus hijos.
Más allá de los tiempos que lleve analizar el presupuesto, Vilches consideró que las expectativas se centran en tener una ley que esté en consonancia con la norma nacional. De esta manera, «ya se hubiera podido profundizar en cosas nuevas y hasta cambiar la estructura interna de la Dirección General de Escuelas (DGE)».
Tanto Saponara como Vilches rescataron la importancia de que el proyecto hable de la capacitación docente, de la enseñanza en materia de educación sexual, de la jornada extendida, de la educación vial, entre otras novedades.
Aunque, según la diputada «hay que tomar conciencia de este tipo de cosas, tiene que haber un contenido para que la ley realmente resulte porque es la que nos da garantías y normas. De otra manera, va a ser una reglamentación que simplemente va a quedar», reflexionó.
Los puntos más destacados que contempla el proyecto
Con el argumento permanente de lograr que la educación sea inclusiva y de calidad, al tiempo que se debe profundizar el trabajo para evitar que haya más abandono escolar, la DGE detalla una serie de artículos que podrían reflejar dichos objetivos.
Por ejemplo, se plantea que la educación primaria sea obligatoria y con una duración de 7 años, además de que podrá ser de jornada extendida o completa, tema que provocó ya bastantes críticas del sindicato docente por la cantidad de horas que los educadores deben estar en los establecimientos. Pero para Saponara es un factor fundamental en el avance de la calidad educativa: «El chico debe tener una visión y pensamiento crítico y eso depende mucho de la capacitación docente y del trabajo que se haga con ellos», recalcó.
Y existe en el proyecto un espacio dedicado a esta referencia de la legisladora. Es, sin dudas, el artículo con mayor interés y expectación porque tiene que ver con la formación, derechos y deberes de los trabajadores de la Educación, y la garantía de proveerles la capacitación correspondiente y necesaria para que desempeñen sus funciones.
Dentro de las responsabilidades, también se contemplan los derechos y deberes de los alumnos y sus padres en el acompañamiento escolar.
En cuanto a la educación secundaria, esta será igualmente obligatoria, de cinco o seis años de duración según la modalidad en cada caso.
El arte será parte del sistema educativo para niños, jóvenes y adultos a través de la música, la danza y el teatro. Al mismo tiempo, no quedarán fuera las opciones educativas basadas en el uso de las tecnologías y de los medios de comunicación.
La Educación Rural también tiene un espacio en el proyecto. Este garantiza la obligatoriedad de la enseñanza en esas zonas más alejadas y vulnerables, y la igualdad de posibilidades mediante un programa de becas.
La iniciativa también avala, entre sus artículos, la educación domiciliaria, hospitalaria y a personas privadas de la libertad. Como así también en escuelas hogares y a distancia.
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