El ex subsecretario de Seguridad Carlos Rico comenzó a declarar este lunes luego de conocer los cargos que existen en su contra. Está acusado de asociación ilícita agravada, como parte del aparato represivo que funcionó en Mendoza durante la última dictadura militar.

Después de estar cinco meses prófugo y de haber sido atrapado la semana pasada, el ex funcionario demócrata del gobierno de Celso Jaque negó contundentemente los hechos que le atribuyen y aseguró no saber por qué está involucrado en delitos de lesa humanidad.

Carlos Rico está señalado como miembro de un grupo de tareas que ejecutó operativos de secuestros, torturas y posteriores homicidios. Su caso fue denunciado por los organismos de Derechos Humanos luego de que saliera a la luz que había integrado un grupo especial que se conformó especialmente para brindar seguridad en el Mundial de fútbol de 1978.

Antes de declarar, el ex comisario pidió ver toda la documentación que aparece en el expediente. Conoció las pruebas que hay en su contra y repasó una y otra vez su legajo y el viejo libro de novedades de Infantería, repartición en la que revistó durante los años de plomo.

Cuando comenzó la indagatoria –y con un evidente estado de cansancio– Rico negó los cargos y les restó validez a los dichos del fallecido Pedro Dante Sánchez Camargo, ex jefe del D2, que había confirmado que efectivos de Infantería habían participado en los operativos para secuestrar gente.

La declaración de Rico se estiró hasta pasadas las 21, cuando se hizo una interrupción para continuar hoy. En ningún momento se hizo referencia a los meses en los que intentó evadir el accionar de la Justicia.
Rico llegó a ser famoso durante esos años en la fuerza policial por su desempeño en la llamada lucha antisubversiva. Dejó de ser considerado un alumno ejemplar, para capacitarse y terminar siendo instructor.

Cuando Celso Jaque asumió como gobernador, en el 2007, entregó el control del Ministerio de Seguridad al Partido Demócrata. Juan Carlos Aguinaga asumió como ministro y designó a Carlos Rico subsecretario de Seguridad para manejar el accionar policial.

Por el momento, continuará detenido en un calabozo de la Unidad Penitenciaria Federal 32, que funciona en el subsuelo del edificio de los tribunales federales. Luego de que finalice la indagatoria, y debido a la actitud rebelde que mostró con su fuga, no se descarta que el juez Walter Bento decida enviarlo a una cárcel común mientras dure el proceso y se realice el juicio oral en su contra.

Por: Jorge Hirschbrand | En Twitter @Jorge_Hirsch jorgeh@elsol.com.ar Diario El Sol