«Dicen que teñirte de rubio, si no lo sos, te hace grasa, aunque ya la chorrees de nacimiento. Ni la plata tapa lo parda que sos». Sin destinatario consignado, el dardo salió disparado hace dos días desde la cuenta en Twitter de Amalia Granata. ¿El objetivo? La ahora blonda Pamela David, archienemiga declarada de la panelista desde que fuera despedida del programa Antes que sea tarde y de la agencia de Leandro Rud, aparentemente, por expreso pedido de la mujer del empresario Daniel Vila.

No le pusiste nombre pero todo el mundo sabe para quién fue ese tweet…

-¡Problema de «todo el mundo»! (risas)

-¿Qué te pasa cuando la ves a Pamela David?

Lo que me genera a mí no importa. Solamente voy a decir que el poder y la plata no son para cualquiera. Y menos si ese poder y esa plata no son tuyos. Con eso resumo todo.

¿Te enoja escucharla?

En su momento pasó lo que tenía que pasar. A mí me sirvió para darme cuenta quién es quién, y después seguí para adelante. No me quedé anclada en esa situación. En el fondo. No me da pena, pero es un estilo de persona con la que no me identifico.

¿Por qué?

Yo soy una mina que trabaja, que lo poco o mucho que tiene se lo ganó trabajando y sola, estoy orgullosa de eso. Nunca tuve padrinos ni respaldos en el medio, todo me lo banqué sola. De hecho, cuando me despidieron de Antes que., todos se lavaron las manos porque nadie se quería meter con ella ni con el dueño del canal. Me parece que fue muy injusto.

Pero, por otro lado, recibiste mucho apoyo de la gente, ¿no?

Sí, de hecho en Twitter tengo casi un millón cuatrocientos mil seguidores. Por algo es. Me parece que el público ve en mí a una mina que labura y que no depende de nadie, que no hace abuso de su poder. Es muy fácil hacer el otro camino. ¿Te pensás que no tuve la posibilidad de engancharme con un tipo que me mantenga? Miles. Pero no es el estilo de vida que me interesa ni el ejemplo que le quiero dar a mi hija.

¿Estás al tanto del controvertido divorcio que están llevando adelante Cristian Fabbiani y Victoria Vanucci? –

Sí, estoy al tanto de todo.

¿Leíste los últimos tuits que publicó ella?

Sí. Hay uno que me dio mucha risa en el que decía que la plata se hace trabajando o algo así. ¡Justo ella que se buscó un millonario para no trabajar y vivir de la plata de otro!

Ella lo acusa de golpeador…

Es una caradura, dice que no mediatizó el tema. Hubiese ido a la Justicia, no a la tapa de una revista de actualidad haciendo una producción en la que se la veía toda golpeada. Igual para mí esos tuits no los escribió ella, porque no le da el cerebro para escribir.

¿Hablás con Cristian sobre esta situación?

No, pero lo hablo con una persona en común que sabe todo lo referido al juicio y no me parece que esté mal lo que está haciendo. Ella fue adúltera con él. Es más: él se enteró que ella salía con otro hombre a través de la tapa de una revista, cuando todavía estaban casados y supuestamente juntos. Por eso me parece que está bien si él quiere un resarcimiento económico.

¿Fueron incómodos estos meses de trabajo en Más Viviana ?

No. Todo lo que pasó no tuvo nada que ver con nosotras, por eso no me hago cargo de nada de lo que pasó, ni con los chicos, ni con Viviana. A mí me contrataron y punto.

Pero había algo de incertidumbre sobre cómo iban a seguir, ¿o no?

Cuando ella se esguinzó había que seguir con el programa. Un día vino Chiche (Gelblung), otro (Mauricio) D’Alessandro y nos turnamos entre las panelistas. Después apareció el Teto Medina y como nos divertíamos mucho, quedó al frente. Se dio así. Tampoco querían poner a alguien fijo para que la gente no lo viera como el reemplazo y se generara más lio, porque no había pasado nada. Viviana simplemente tuvo un accidente y tenía que hacer reposo.

¿Es cierto que hubo un pedido desde el canal para que no se mencionara a Viviana Canosa en el programa?

A mí nadie me dijo nada. Es más: la semana pasada fue su cumpleaños y la saludamos al aire.

Ana Rosenfeld, abogada y amiga de Canosa, habló de destrato de parte de las autoridades y de sus propios compañeros. ¿Vos la llamaste en algún momento?

Decidí no meterme porque vi que se hizo mucho ruido desde afuera. El tema rendía en rating, y se sacaron un montón de conjeturas a partir del accidente de Viviana. Se armó todo un circo. Entonces, sabía que cualquier llamado o cualquier cosa que dijera se podía interpretar de mil maneras. Entonces me mantuve con la boca cerrada.

¿Quedás en el panel del nuevo programa que conducirán Carlos Monti y Susana Roccasalvo a partir del lunes?

Sí. Quedamos las tres: Evelyn von Brocke, Yanina Latorre y yo.

Por Martín Artigas  | Para LA NACION