Las ISLAS MALVINAS son argentinas. Desde hoy y durante los próximos días nos propondremos demostrarlo.-
Numerosos son los títulos invocados por el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del norte para justificar su pretendido derecho de soberanía sobre las Islas Malvinas, desde el avistamiento y luego descubrimiento hasta el reciente derecho de autodeterminación amparado por la Carta de las Naciones Unidas.-
Cada uno de esos títulos han ido perdiendo fuerzas con el transcurso del tiempo, a tal punto que en la actualidad sólo es invocado el citado derecho de autodeterminación, apoyándose en el “deseo de los isleños”, el que se ha pretendido ratificar mediante el referéndum votado días atrás.-
Pero comencemos por el principio. De acuerdo a lo sostenido por Inglaterra las Islas Malvinas fueron avistadas y/o descubiertas por expedicionarios enviados por la Corona Británica. Concretamente se alude a la expedición de John Davis, quien al mando del navío Desire, habría avistado por primera vez las Islas en el año 1592.-
Sin perjuicio de los hechos históricos alegados por La Argentina, por medio de los cuales, categóricamente, se descarta la versión inglesa, no podemos dejar de mencionar que la posición del Gobierno Británico carece de sustento fáctico y jurídico, por cuanto las mentadas islas ya figuraban trazadas en mapas confeccionados con anterioridad al supuesto primer viaje de John Davis en 1592, circunstancia que por sí misma echa por tierra la hipótesis del primer avistamiento y/o descubrimiento afirmada por los británicos.-
La Argentina utiliza como pilar de su reclamo de soberanía el derecho que le viene por aplicación del principio de derecho internacional de “Sucesión de Estados”, dando por sentado que las Islas pertenecían a España, y formando parte dichas islas de su jurisdicción territorial, declarada la Independencia del Virreinato del Río de la Plata en 1810, todos los territorios – incluidas las Islas Malvinas – pasaron a manos de la naciente república, hecho incluso reconocido por la Corona Inglesa.-
Pero para comprender este hecho trascendental en la disputa de soberanía, debemos remontarnos a los primeros ocupantes de las ignotas islas, toda vez que en ellos encontramos los primeros indicios del derecho español.-
El 31 de enero de 1764 el francés Luis Antonio Bouganville recaló en Malvinas, ingresando por una amplia bahía, al noroeste de la Soledad, a la que llamaron Bahía Francesa, que los españoles luego bautizaron como De la Anunciación. Allí levantaron un fuerte y una serie de edificaciones para el albergue de la población colonizadora, y el 5 de abril de 1764 se realizó la ceremonia en la cual se impuso al lugar el nombre de Saint Louis. Un año después la colonia tenía alrededor de 150 pobladores.-
Cuando España tomó conocimiento de la ocupación francesa, inició una fuerte y decidida reclamación ante el Rey Luis XV, y finalmente, Francia terminó reconociendo internacionalmente el derecho de posesión español sobre las Islas Malvinas, y resolvió devolverlas a sus legítimos dueños, lo que se concretó el 1 de abril de 1766 con una ceremonia de rigor.-
El gobierno español se mostró inflexible con respecto al derecho de posesión de las islas, aunque para facilitar el acuerdo estableció una compensación a favor de Luis Antonio Bouganville por los gastos afrontados en la construcción del fuerte y demás edificaciones que ascendió a 603.000 tronesas (francos), la que fue pagada una parte en Buenos Aires y otra en París.-
Entretanto, Gran Bretaña decidió enviar una expedición colonial a las islas, y el 15 de enero de 1765 desembarcaron en la costa oriental de la isla Trinidad instalando en la Gran Malvina un puerto al que llamaron “Egmont”, sembrando en la zona algunas legumbres, y un año después el capitán inglés John McBride llegó a Puerto Egmont y estableció un fortín.-
A mediados de noviembre de 1769, una nave española realizando una circunnavegación de la isla Soledad, se encontró con una embarcación inglesa procedente de puerto Egmont, que los españoles llamaban puerto De la Cruzada. Si bien no hubo contacto directo, a partir de entonces, cada una de las partes tuvo la certeza de la presencia de la otra en la zona.-
Con motivo de ello, por orden del Gobernador de Buenos Aires, el 11 de mayo de 1770, el capitán de navío Juan Ignacio Madariaga salió en exploración por todos los puertos y bahías de Malvinas para encontrar y expulsar a los ingleses de ese territorio. El 3 de junio del mismo año las embarcaciones al mando de Madariaga fondearon en puerto Egmont y de inmediato conminó a la población inglesa a retirarse de las islas, iniciándose así un intercambio formal de notas y protestas que culminó el 10 de junio cuando Madariaga ordena atacar. Después de una lucha simbólica, todo por el honor, los ingleses capitularon, no habiéndose producido ninguna baja entre los pobladores.-
Cuando Gran Bretaña tuvo conocimiento de lo acontecido en Puerto Egmont, transformó el episodio en una cuestión de honor fundado en la injuria infligida a su pabellón y exigió a España la restauración del fortín más la completa satisfacción por la afrenta a su dignidad.-
Las negociaciones fueron arduas, pues la situación era muy delicada. Debido a ello, España por intermedio de su embajador en Londres, acordó con la corona Británica devolver Puerto Egmont a las fuerzas inglesas con la condición de que, salvado su honor, se retiraran de las Malvinas en un tiempo prudencial.-
El acuerdo formal no incluyó referencia alguna al derecho de soberanía, aunque reconocidos historiadores, basándose en los documentos que respaldaron el acuerdo mencionado, afirman que al margen del acuerdo formal, Inglaterra reconoció el derecho de soberanía español sobre las Islas Malvinas por un “pacto secreto”, en el cual se comprometían a, salvado su honor, abandonar las islas en un tiempo razonable.-
La historia dilucidará la existencia o inexistencia de dicho “pacto secreto”, pero lo cierto es que la conducta observada por los ingleses luego de su reinstalación en Puerto Egmont fue concordante al mismo, pues en el mes de mayo del año 1774, abandonaron las Islas voluntariamente, dejando algunos vestigios de su ocupación, a las que no volvieron más sino hasta el año 1833, luego de 59 años de pacífica posesión de España y sucesivamente de La Argentina.-
El lector podrá formar su juicio sobre los hechos narrados, pero lo que resulta indudable es que tampoco los ingleses fueron los primeros ocupantes de las Islas Malvinas, y lo que es menos discutible aún es el reconocimiento del derecho de España por los Franceses, que habiéndose instalado en las Islas Malvinas, luego del reclamo español, las devolvieron a sus legítimos dueños.-
CONTINUAREMOS…..
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