Por Gonzalo Flores Kemec. (Economía del Bicentenario)- A contramano de lo que se afirmó hasta el cansancio en la prensa opositora, durante el año 2012, y luego de la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, las entidades financieras fueron uno de los sectores más beneficiados por el modelo económico argentino. Como ejemplo de las «voces de alarma» que desde algunos medios se levantaron contra la reforma, valgan las palabras del economista Calvo, entrevistado por Jorge Oviedo para una nota publicada en el diario La Nación el día 9 de Abril de 2012, cuando la reforma de la Carta estaba en el centro del debate. Calvo afirmó en relación a las consecuencias que tendría la reforma: «Se van a ir los ahorros. (…) Pero la señal es que van a meter mano en lo que sea. Y en el momento que les vaya mal, yo creo que va a ser serio (…) no sé qué es lo que va a pasar».
En contraste con este tipo de apreciaciones francamente delirantes, la realidad se mostró muy diferente. Efectivamente, durante 2012, las entidades financieras que operan en el país ganaron casi 20.000 millones de pesos, lo que representó un incremento de más del 32% sobre lo obtenido durante 2011. Por otro lado, el patrimonio neto de los bancos cerró 2012 con un incremento anual de 29,7%, como resultado de la obtención de beneficios contables.
En paralelo al aumento de las ganancias de estas entidades, resulta importante señalar que este incremento se dio en un marco donde el financiamiento al sector privado creció un 31%,sustentado fundamentalmente por el otorgamiento de préstamos en pesos. Dentro de esta expansión del crédito al sector privado, durante el segundo semestre de 2012 se evidenció una aceleración en el crecimiento de las financiaciones a las empresas, principalmente como resultado de la consolidación de la Línea de Créditos para la Inversión Productiva, alcanzando una de más del 43%.
Este importante programa superó la meta fijada para 2012 respecto al monto total de créditos a colocar (que ascendía a $14.930 millones), obteniendo un total de desembolsos de $16.763 millones a diciembre. Cuando finalice la colocación de los préstamos acordados en tramos, el total ascenderá a $17.993 millones, superando en un 20% el objetivo originalmente establecido. Según informa el propio Banco Central, dado el importante rol contracíclico y de promoción de la inversión de este instrumento, a fines de 2012 el BCRA decidió renovarlo, manteniendo las mismas condiciones generales anteriores.
En este contexto es importante señalar que uno de los objetivos más importantes de la nueva Carta Orgánica es reforzar las atribuciones del Banco Central para intervenir en la economía y ampliar el campo de monitoreo de las actividades bancarias y financieras, para estimular la conformación de un sistema financiero más profundo e integrado que cumpla con su rol de potenciador de las capacidades productivas de la economía e impulsor del desarrollo económico. La información sobre el desempeño de los bancos durante 2012 muestra que estos objetivos están cumpliendose por encima de las metas planteadas y expectativas generadas. En relación a las opiniones de Calvo vertidas en Abril por «La Nación», los datos de Diciembre muestran que durante 2012, los depósitos del sector privado en pesos se incrementaron 40,7% en el año.
Un sistema financiero rentable funcionando al servicio del crecimiento productivo sólo puede ser contradictorio para la mentalidad de algunos analistas ortodoxos que siguen analizando a la economía nacional desde el marco de un pensamiento económico obsoleto y en crisis. En este sentido, todo lo anteriormente expuesto resulta útil para señalar cómo, pese a lo que fue repetido hasta el cansancio por algunos analistas mediáticos, la reforma de la Carta Orgánica del Banco Central en general y todas las medidas de reorientación del crédito hacia el sector productivo en particular, redundaron en un mayor beneficio tanto para los bancos y las entidades financieras, como para las empresas que componen nuestro entramado productivo nacional.
Por otro lado, los bancos privados han seguido teniendo el principal protagonismo en la captación de depósitos y el otorgamiento de créditos. Estos créditos han estado dirigidos, entre otros, a préstamos al consumo. Los bancos han usufructuado la elevada brecha o «spreads» de las «tasas pasivas» (el porcentaje que paga una institución bancaria a quien deposita dinero) negativas en términos reales, con las «tasas activas» (lo que los bancos cobran por los diferentes tipos de servicios de crédito a los usuarios), generando ganancias muy elevadas para estas entidades. Sumado a esto, los números de rentabilidad y situación patrimonial junto con los del ROE (rentabilidad financiera) y ROA (rentabilidad económica) muestran un sistema financiero argentino sólido y en expansión, con números positivos en lo que tiene que ver con el recupero de la inversión de los propietarios y accionistas. No obstante, en términos impositivos, el aporte que hacen los Bancos Privados en particular, y el Sistema Financiero en general, dentro del impuesto a las ganancias no tiene relación con los números de rentabilidad creciente que se vienen dando entre el año 2003-2012.
El sistema financiero, en porcentajes, aportó en el año 2003 sólo un 2,07% del total recaudado por el concepto de impuestos a las ganancias. Este porcentaje se mantiene hasta el año 2008, momento en cual se pasa al 8%, luego decrece su participación al 7% (2010) y al 6% (2011) para luego aumentar en un punto, 7,11% para el 2012 (según una estimación en base a los datos disponibles). Para continuar con la profundización del proyecto de reindustrialización con inclusión social resulta necesario que no sólo el sistema financiero esté al servicio de la expansión de la producción, sino también de la justicia distributiva, y en este sentido, un mayor aporte impositivo de sus ganancias resulta de suma importancia.
Fuente: ámbito.com
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