Cesar Emilio Wehbe es abogado y economista, y precandidato a Senador Nacional en la interna de la Unión Cívica Radical. Preside el Movimiento de Afirmación Yrigoyenista (MAY) que condujo por años el legendario Senador Luis León.

Este año enfrentará, con un grupo de jóvenes y dirigentes importantes de Capital Federal, a la estructura que domina el partido desde el´83.

-¿Qué lo anima a postularse cuando sus chances reales de victoria son pocas?

Varias cosas. Como primera medida, un espíritu de recuperación de los valores que durante muchos años predicamos y ejercimos junto a Luis León. El radicalismo ha perdido la fuerza de sus convicciones, ha dejado de ser el sustento moral de la política argentina, sus dirigentes han hecho de este centenario partido, que era la reserva republicana de los argentinos, un negocio. Pues bien, venimos a devolverle el sustento moral al radicalismo. Por otra parte, y para ese mismo fin, hay que derrotar a los dirigentes de siempre que monopolizan el poder partidario para su provecho. Miles de afiliados ya no votan en las internas porque descreen del poder de su voto, a sabiendas que esto se resuelve siempre con acuerdo de cúpulas. Ya no podemos permitirlo más, vamos a cambiar eso. Es cierto, no tenemos la elección ganada ni mucho menos, pero vamos a dejar sentado que hay muchos radicales que no quieren seguir con esto, y de perder, dejaremos una base desde la cual, haremos preocupar a los decadentes de siempre en 2015.

-¿Cuándo habla de viejas estructuras se refiere a Nosiglia?

Si, y a Jesús Rodríguez y tantos otros que se adueñaron de lo que no es de ellos. El radicalismo es de todos, de todos los radicales y de toda la sociedad, que solía votarnos, sobre todo cuando estaban en peligro las instituciones de la República, o la falta de calidades democráticas, o de la carencia de propuestas. De un tiempo a esta parte, los dueños del partido nos retiraron de ese plano social, porque tomaron los mismos métodos punteriles y prebendarios que los partidos populistas, y entonces la gente ya no tiene opción. Debemos volver a ser lo que fuimos «Yrigoyenistas e Intransigentes».

-¿Qué es lo que más resalta de Raúl Alfonsín?

Alfonsín fue primordialmente un hombre de bien, algo complicado de encontrar en la política moderna. Yo lo conocí en el ´72, cuando fundamos juntos con Raúl Borras, y otros grandes dirigentes, Renovación y Cambio. Alfonsín encontró al radicalismo en una etapa similar a la de ahora pero menos grave. El partido perdía competitividad electoral y lo transformó en ganador, desplazando por la democracia interna, a sectores que no llevaban consecutivamente a la derrota. Hay igual una gran diferencia, aquellos hombres tenían una concepción política diferente, pero eran sanos, inteligentes, honestos. Los de hoy no sólo no son ninguna de esas cosas, sino que además han llevado al partido a su mínima expresión histórica. Fíjese, la última vez que fuimos solos a una elección presidencial, con Leopoldo Moreau como cabeza de fórmula, sacamos 2,3% de los votos. Vergonzante, eso es lo que la sociedad piensa de esta gente, y por eso deben dejar el lugar a una conducción nueva, de gente proba y honesta intelectualmente, que las hay y mucho en la UCR. Basta de comprar peronistas enojados que hasta ayer estuvieron como funcionarios de primer nivel (De Narvaez, Lavagna, Gonzalez Fraga y otros).

-¿Por qué competir en Capital si su provincia más fuerte es el Chaco, de donde era oriundo León?

Porque lo pidieron los afiliados del MAY, porque aquí es donde está enquistada buena parte del poder partidario con las características que le describí, y es donde hay que vencerlos. También en Provincia de Buenos Aires.

-Hay encuestas que lo dan muy bien perfilado, ¿usted tiene datos similares?

No soy un hombre de encuestas. Eso me dicen los muchachos que trabajan con nosotros. Espero que se reflejen en las urnas, usted sabe que las elecciones internas son más complicadas que las generales, requieren una aceitada fiscalización y atención a eventuales “problemitas”, pero confiamos en tener un excelente resultado. De hecho, nuestra información indica que hay muchísimos afiliados que no van a votar desde hace más de 10 años, por esta problemática del puntero, del voto cautivo, de los acuerdos espurios a espaldas de la gente, que nos están manifestando que van a asistir a los comicios a darnos su apoyo para terminar con la oligarquía partidaria. Con las PASO todo se termina.

-Para terminar, hay quienes dicen que la UCR como partido autónomo está terminada, ¿usted que cree?

Nunca podría estarlo, no al menos mientras haya hombre de ideas, de principios, dispuestos a dar todo de sí para modernizar y reestructurar a nuestra querida UCR. Vamos a formular otro cambio histórico, otra bisagra en la vida del radicalismo y la sociedad, el proceso de cambio se ha iniciado.