La primera consecuencia práctica en la política local del descongelamiento de la relación entre la presidenta Cristina Kirchner y el papa Francisco será una reunión cumbre que el Gobierno prepara para después de Semana Santa con la cúpula de la Iglesia argentina para discutir y consensuar puntos conflictivos del proyecto de ley de Código Civil que los obispos objetan.
Sin fecha fija aún, el encuentro será en la primera quincena del mes próximo. Irá la Conferencia Episcopal Argentina, encabezada por su presidente y arzobispo de Santa Fe, José María Arancedo, y participarán del otro lado ministros, secretarios de Estado, senadores y diputados del Frente para la Victoria.
No se descarta que asista Cristina Kirchner. Pero lo más probable es que ella tenga un encuentro posterior, a solas con Arancedo, para celebrar el eventual acuerdo que surja de la otra cumbre, según confiaron a LA NACION fuentes oficiales.
Así se acordó tras las audiencias que la jefa del Estado tuvo en Roma con el Santo Padre, el lunes, y con Arancedo, al día siguiente. La tensión y las viejas críticas de Cristina Kirchner hacia el ex cardenal Jorge Bergoglio, al que le rechazó 14 pedidos de audiencia en seis años de mandato, se revirtieron el día posterior a que éste fue elegido Papa y adoptó el nombre de Francisco.
Ese día, el jueves 14 de marzo, la Presidenta recibió una encuesta de la publicista Doris Capurro que indicaba que Bergoglio, con los atributos de papa, tenía una imagen positiva del 93%. El apuro en alcanzar ahora acuerdos con la Iglesia obedece a la necesidad de congraciarse con una figura popular y que aquella vieja disputa no perjudique al Gobierno en las elecciones legislativas del 27 de octubre.
En esos comicios, la Presidenta se juega su futuro político, la reforma de la Constitución y su proyecto de segunda reelección en 2015.
«Es cierto que se busca consenso de todos para reformar el Código Civil. Se tomará el tiempo necesario. Luego de Semana Santa [la semana próxima] nos reuniremos con el Episcopado», señaló a LA NACION una fuente cercana a Olivos. La diputada kirchnerista Diana Conti les anticipó la semana última a sus pares del Congreso que el proyecto sería estudiado con más cuidado.
La Iglesia objeta algunos aspectos de los 2600 artículos del proyecto oficial de reforma del Código Civil y Comercial. Los principales son:
- El divorcio lo podrá pedir sólo uno de los cónyuges, sin justificarla, y no esperar tres años. La infidelidad no sería causal de divorcio.
- Los esposos no estarán obligados a compartir un mismo domicilio.
- Las parejas hetero y homosexuales tienen los mismos derechos para la adopción y fertilización.
Otros puntos que la Iglesia impugnaba y el Gobierno ya descartó del proyecto original son:
- Alquiler de vientres: permitía gestar hijos en mujeres ajenas.
- Fecundación: se podrían implantar embriones gestados luego de la muerte del hombre. Desde siempre, la Iglesia sostiene que existe vida humana desde la concepción y rechaza la eliminación de embriones no implantados en un seno materno. El Gobierno aceptará este principio.
El acuerdo sobre el Código Civil sería clave para que Francisco visite la Argentina en noviembre, la nueva aspiración de la Casa Rosada luego de que el Papa anticipó que no vendrá antes de las elecciones. A Cristina, que quería darle trato de visita de Estado durante la campaña, le gustaría por lo menos anunciar la visita antes de los comicios.
En Balcarce 50 señalan que la mandataria estrechará su relación con Arancedo. La expectativa ahora se centrará en el nombre del nuevo arzobispo titular de Buenos Aires, silla que dejó vacante el papa y que el mismo Francisco designará.
En el nuevo escenario de confraternidad vaticana, Cristina Kirchner adoptará un discurso conciliador hasta las elecciones. Anteayer instó a «dejar de lado el odio».
«Del vamos por todo a esto, hay una evolución. Pero no cambiará el modelo ni las políticas», dijo un alto funcionario a LA NACION.
En Roma, en tanto, le adelantaron reservadamente al Gobierno que Francisco no podrá involucrarse en la mediación que la Presidenta le pidió para que Gran Bretaña acepte dialogar sobre el conflicto de soberanía sobre las islas Malvinas.
«No puede. Es parte del conflicto: es argentino. Se lo anticiparon en el Vaticano», dijeron fuentes cercanas a Roma.
En el Gobierno aseguraron que «no hubo respuestas y no habría devolución inmediata al planteo». Cristina había buscado un título favorable en los diarios.
MOYANO: «AHORA LO VEN COMO EL MEJOR PAPA»
El jefe de la CGT opositora, Hugo Moyano, descreyó del apoyo que dio el gobierno a Jorge Bergoglio desde que fue nombrado papa y señaló que se trataba de «una cuestión acomodaticia» del oficialismo. «Ahora lo ven a Bergoglio como el mejor papa de la historia», ironizó Moyano.
Y, en diálogo con radio Rivadavia, pidió: «Ojalá se deje de lado la soberbia, el resentimiento, el doble discurso, la primera que tiene que cambiar es ella», en alusión a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.
Por Mariano Obarrio | LA NACION
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