En la plaza que tanto dinero y esfuerzo le costó a San Rafael, pueden verse todos, absolutamente todos los bancos rallados y lastimados. Lo mismo ocurre con las placas colocadas en el monumento a San Martín.

 En esta oportunidad no se trata de un abandono por parte del Estado, sino en una falta de conciencia de que lo que es “público” es de todo, incluso de quienes hacen vandalismo.

El pasado 4 de febrero hubo un acto en la plaza principal de San Rafael, en conmemoración al 200° aniversario de la batalla de San Lorenzo. Por ese motivo, autoridades políticas y de fuerzas de seguridad colocaron una placa en el monumento a San Martín. A penas tres días después, dicha placa ya había sido garabateada con corrector.

 Pero no se trata de la única, sino que varias placas han sido rayadas, como también las piedras que circundan al monumento. Por otra parte, todos los bancos que hay en la plaza tienen ralladuras de fibrones y corrector, y en el peor de los casos incluso “talladuras” en la madera. Los autores de la mayoría de estos verdaderos actos de vandalismo -por lo que dicen las inscripciones escritas en ellos- son adolescentes.

 Luego de la inauguración de la plaza, durante los primeros meses, había constantemente personal municipal “custodiando” la plaza, incluso no permitiendo que los peatones pasaran por allí con la bicicleta al lado. Hoy la realidad es muy diferente, sin embargo esos “custodios” no harían falta si quienes disfrutan de la plaza lo hicieran sin dañarla, entendiendo que en definitiva, es de ellos.