David Cameron ha prometido la celebración de un referéndum sobre la permanencia de Gran Bretaña en la Unión Europea y ha reconocido que existe el riesgo de una «salida».
«No soy un aislacionista británico», ha dicho hoy el primer ministro en su discurso en la sede de Bloomberg News en Londres. «Simplementequiero un mejor trato para Gran Bretaña».
«Tenemos el carácter de una isla: independiente, directo y apasionado a la hora de defender nuestra soberanía», ha dicho Cameron en el momento de justificar su decisión. «Entramos a la Unión Europea con una mentalidad más práctica que emocional».
Plegándose pues a las presiones del ala dura del Partido Conservador, Cameron ha prometido renegociar en los dos próximos años la relación de su país con la UE y dejar todo listo para la celebración de una nueva consulta popular a finales de 2017. Cameron confirmó que el referéndum de la UE será la piedra angula del Manifiesto de los ‘tories’ para las elecciones de 2015.
Duras críticas a la UE
En un discurso, comparado en la distancia con aquel otro de Margaret Thatcher en Brujas, en 1988, Cameron se ha alineado como nunca antes con los ‘euroescépticos’ y ha criticado duramente la Unión Europea por su falta de competitividad y transparencia y por su desconexión con los ciudadanos.
«Con la tendencia actual, la UE va a perder dos tercios de su productividad en dos décadas», advirtió Cameron. «Más de lo mismo no va a solucionar los problemas. El auténtico enemigo de la UE es la negativa a aceptar un nueva manera de ver las cosas. Necesitamos una mayor competitividad, más flexibilidad y una mayor capacidad de adaptación».
«Ha llegado la hora de que los británicos decidan», ha declarado Cameron. «Ha llegado la hora de decidir sobre la cuestión europea en la política británica».
‘Sí’ o ‘no’
El primer ministro ha reconocido que la pregunta del referédum será un simple «sí» o «no» a las nuevas condiciones que intentará negociar con Bruselas. Sin rodeos, Cameron ha llegado incluso a decir: «Si dejamos la Unión Europea, será un viaje de ida, sin posibilidad de retorno».
El líder de la oposición laborista, Ed Miliband, ha acusado al ‘premier’ dellevar al país hacia «un precipicio económico» y de estar allanando el camino para «la salida de UE». El viceprimer ministro y liberaldemócrata Nick Clegg ha criticado también a su socio de coalición y ha anticipado que el referéndum «creará incertidumbre y tendrá un efecto negativo sobre el crecimiento y la creación de empleo».
Un grupo de 25 conservadores históricos y ‘eurófilos’ (entre ellos, Michael Ray Dibdin Heseltine, que propició la caída de Margaret Thatcher) ha escrito una carta urgente al primer ministro urgiéndole que dé «una visión positiva de Gran Bretaña en Europa» en su discurso y que no ponga el énfasis en la consulta popular para salir de la UE.
Aplauso de los ‘eurófobos’
Pero Cameron ha lanzado un duro alegato contra la crisis de credibilidad y la falta de democracia en las instituciones europeas y advertirá sobre la creciente animosidad de los ciudadanos.
«Si no queremos afrontar ese reto, existe el peligro de que Europa falle y que el pueblo británico se vea arrastrado a la salida«, ha dicho. «Yo no quiero que eso ocurra. Yo quiero una relación entre la UE y Gran Bretaña que nos permita seguir dentro».
Los conservadores ‘eurófobos’, encabezados por el ex ministro de Defensa Liam Fox, se frotan en cualquier caso las manos: «Hemos escuchado por fin el discurso que llevamos mucho tiempo esperando».
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