El acuerdo firmado entre la Argentina e Irán para avanzar en el esclarecimiento del atentado a la AMIA llega en un momento de fortalecimiento del vínculo comercial entre ambos países, basado fundamentalmente en el crecimiento exponencial que las ventas argentinas al país asiático tuvieron en los últimos cinco años.

Las exportaciones locales a Irán en 2012 llegaron a los u$s 1.050 millones, según cifras preliminares, mientras las compras a ese país fueron casi insignificantes, lo que permitió obtener un holgado superávit cercano a los u$s 1.010 millones, de acuerdo con estadísticas de la consultora Desarrollo de Negocios Internacionales (DNI), que dirige Marcelo Elizondo.

Contra el año anterior, el comercio bilateral registró una leve caída, ya que en 2011 las ventas a Irán treparon a u$s 1.080 millones con importaciones por u$s 16,9 millones. Pero en comparación con el período previo al 2006, el vínculo comercial se mantiene en niveles superiores en más de 1.000%.

Nada indica que el acuerdo político firmado entre ambos países tendrá una correlación en los lazos económicos, pero podría ser el comienzo de un vínculo comercial más estrecho que no sólo plantee potenciar las exportaciones –hoy focalizadas en alimentos–, sino también de incrementar las compras a ese país.

“Mientras es un interés explícito de la Argentina entablar relaciones con posibles proveedores de petróleo y energía, Irán es en promedio en los últimos años el productor del 5% de todo el crudo mundial y el sector petrolero representa el 60% del total de los ingresos gubernamentales y el 80% del valor anual de las exportaciones y de los ingresos de moneda extranjera para el país asiático”, remarcó Elizondo, quien admitió que “no es posible aventurar el contenido del futuro comercial” a raíz del reciente acuerdo.

Por su parte, la economista de Abeceb.com Belén Lico no considera que el acuerdo pueda tener alguna repercusión comercial. “Incluso, con aquellos países a los que se realizaron misiones comerciales (Angola, Vietnam, Indonesia) los resultados no parecen ser significativos de manera que provoquen un cambio de la tendencia actual”, alertó.

Más de u$s 700 millones de lo exportado a Irán se explica por productos primarios –cereales y oleaginosas– y el resto por productos manufacturados de origen agropecuario de poco valor, como harinas y aceites de oleaginosas. En cuanto a las importaciones, según datos de Abeceb.com, durante los primeros 11 meses del año pasado la Argentina había comprado al país asiático polietileno, azafrán y etilenglicol (etanodiol).

El comercio entre la Argentina e Irán estuvo prácticamente inactivo hasta 2006. Fue a partir de ese año cuando las exportaciones comenzaron a aumentar notablemente hasta los casi u$s 1.100 millones actuales. Irán es el mercado de más relevante crecimiento en cinco años para la Argentina, con un aumento de 1.100% de las ventas.

Según Elizondo, desde niveles casi insignificantes en 2005 y 2006, las exportaciones argentinas a Irán llegaron en 2007 a los u$s 300 millones y ya en 2008 superaron los u$s 1.000 millones. El mejor año fue el 2010, con ventas por u$s 1.453 millones. Al importarse muy poco desde ese mercado, el saldo comercial favorable es de los más grandes del mundo. En 2011, Irán tuvo el cuarto principal superávit para la Argentina, después de Chile, Holanda y Venezuela. En 2012, aumentaron los saldos positivos con muchos países por las restricciones a las importaciones impuestas por el Gobierno debido a la crisis, pero aun así, Irán es uno de los diez países con los que la Argentina tuvo un superávit superior a los u$s 1.000 millones.

NATALIA DONATO Buenos Aires

Cronista Comercial