San Rafael, Mendoza jueves 28 de marzo de 2024

Historia de la Espeleología Argentina – Cap. 6 –  Previo a la “unidad” de los espeleólogos – Por:.Carlos Benedetto

El congreso latinoamericano de Malargüe-97 fue la culminación de una situación en la que las asociaciones espeleológicas argentinas actuaban de manera disociada del resto. Lo acordado en Viñales, Cuba, en 1992, obligaba a mostrar, ante la comunidad espeleológica internacional, una cierta “unidad”, dicho así, con comillas, ya que siguieron existiendo fuerzas centrífugas disimuladas.

Se iniciaba el tiempo del “matrimonio por conveniencia” que duraría aún diez años más, con la Federación ya creada pero en situación de minoría frente al resto de la espeleología del país … hay mucho para decidir sobre el problema de la “cantidad” de espeleólogos que hay en Argentina, ya que a menudo se juzga a las asociaciones por ese factor, más asociado a los partidos políticos que a las ONGs.

El congreso del 97 dejó en claro que el INAE, o sea Malargüe, pasaba a ser uno de los centros del país, ya no Buenos Aires, junto con la dupla G.E.NEU.-G.E.La. de Neuquén. La Cuenca Neuquina era el nuevo pivote sobre el cual giraría todo en el futuro.

Fue el IN.A.E., ya consolidado en Malargüe en 1997, el que tuvo que afrontar la lucha por la preservación de la Cueva de Las Brujas, que sólo había había cambiado de manos pero sin dar participación a los espeleólogos. Esta situación sigue sin modificarse luego de 22 años.

El Congreso emitió un documento, publicado en el Diario Los Andes, advirtiendo sobre los riesgos del turismo en Las Brujas, pero sólo sirvió para incentivar el odio de la comunidad contra la Espeleología, que se presentaba como el monstruo antediluviano que venía a dejar a Malargüe sin su principal recurso turístico. Inútil fue explicar que existían muchas otras cavernas para, eventualmente, ampliar el negocio.

En el congreso del 97 estuvo también André Slagmolen y su esposa, referentes de la Comisión de Espeleosocorro de la U.I.S., inaugurando así las prácticas de esta subdisciplina. Ese mismo año Luis Carabelli crearía el C.E.R.M.A., que haría su primera práctica de campo en las cuevas de Pincheira-Los Morros el año siguiente, en pleno conflicto con las autoridades por el des-manejo de Las Brujas. Carabelli venía bregando desde mucho tiempo atrás para formar una sección de rescate en su grupo G.E.A., pero sólo recibía burlas en respuesta. El Congreso del 97 lo incentivó a abrirse camino por otra parte.

En el año 98 se llevó a cabo el quinto y último encuentro argentino de espeleología en Las Lajas, donde quedó claro que GE.La. era la nueva voz cantante en la Espeleología local, aunque G.E.A. aparecía asociado, como una suerte de “dueño de casa”. De todas formas, la presentación más destacada de ese encuentro fue el hallazgo de la primera cueva en el carso en yeso de Poti Malal, Mendoza, y la exposición sobre el problema de Caverna de Las Brujas.

Fue en ese evento que se decidió que en adelante se harían congresos, no encuentros, y que en el 2000 se constituiría formalmente la Federación.

Las siguientes son las publicaciones del autor en el período:

– 1998: San Agustín: una gran cavidad en yeso en el Paraje Poti Malal, Malargüe, Mendoza, Argentina. Memorias del V Encuentro Argentino de Espeleología. Las Lajas (Neuquén). pp. 43-47.

– 1998. Reserva Natural Caverna de Las Brujas: balance del primer año de gestión. Memorias del V Encuentro Argentino de Espeleología. Las Lajas (Neuquén). pp. 65-69

– 1998. La recuperación de Caverna de Las Brujas. Memorias III Congreso Espeleológico América Latina y el Caribe, Malargüe, Argentina, feb. 1997. Revista El Guácharo. Caracas, Venezuela.  43: 107-111.

– 1999. La Caverna de San Agustín, Argentina. Revista El Guácharo. Caracas, Venezuela,  45: 37-42. SVE. Caracas. Venezuela

– 1999. Volcanic Caves in Argentina. En: Proceedings del IX Simposio Internacional de Vulcanoespeleología, Catania, Sicilia.

En este último caso, no habría participación personal, sino a distancia.

Y éste es el resumen de los eventos del período:

  • III Congreso Espeleológico de América Latina y del Caribe – III C.E.A.L.C. – Malargüe – febrero 1997
  • V ASAMBLEA GENERAL DE LA F.E.A.L.C. Malargüe – Febrero 1997.
  • JORNADAS DE ACTUALIZACION DE GUIAS DE TURISMO Malargüe – Mendoza – Mayo 1997.
  • V ENCUENTRO ARGENTINO DE ESPELEOLOGIA. Las Lajas – Neuquén – Enero 1998.
  • CURSO DE ESPELEORRESCATE «MALARGüE 1998». Malargüe – Mendoza – Mayo 1998.
  • JORNADAS DE EDUCACION AMBIENTAL, ESPELEOLOGICAS Y DE PROTECCION DE LOS MONUMENTOS NATURALES. Concejo Deliberante de San Rafael (Mendoza), 20 al 22 de agosto de 1998.
  • CURSO DE ESPELEOLOGIA en el Centro Educativo de Nivel Secundario 3-446 (Malargüe) – Semana del Adulto – septiembre de 1999.

En este listado puede verse que hubo mucho acento puesto en la situación de Caverna de Las Brujas, que resumiríamos en un artículo reciente: http://piramideinformativa.com/2019/01/que-protegemos-en-las-areas-protegidas-por-carlos-benedetto/. La situación allí descripta se iniciaría en el mismo año 97, cuando los guías de turismo se negaron a participar del congreso de la F.E.A.L.C. y lo hicieron muy agresivamente en un curso para guías unos meses después. Esa agresividad incluye a A.G.A.P.E., con quien quedarían cortadas las relaciones para siempre, habida cuenta de que sostenían que los espeleólogos no tenían derecho a participar de un plan de manejo de una cueva, una rareza del pensamiento espeleológico.

Sin embargo, habría un consuelo que vendría desde San Rafael, cuando fuimos invitados, en agosto, a unas jornadas en el Concejo Deliberante, organizadas por quien hoy es el responsable de PIRAMIDE INFORMATIVA y de la Delegación San Rafael de la F.A.d.E.

Nuestra prédica respecto de la inseguridad de la caverna nos hizo merecedores hasta de amenazas de muerte, siempre en soledad, ya que nadie del resto del país dio importancia al hecho. La espeleología, en todas sus expresiones, seguía siendo un conjunto de compartimentos estancos y los espeleólogos seguíamos mirándonos el ombligo.

Una solicitada radial (otra rareza malargüina) daba cuenta de la indignación de los guías con los espeleólogos. La reproducimos como figura en esta nota

En Buenos Aires, G.E.A. estaba exclusivamente preocupada por la imagen exterior, sin percibir la importancia de lo que había ocurrido en Malargüe en febrero  del  97, ocasión en que “el exterior” se nos había acercado a todos. El C.A.E. estaba enfrascado en mantener una oficina de Espeleología en la sede central de Gendarmería, a la que nadie nunca dio ninguna importancia. El titular del C.A.E. fallecería en un accidente automovilístico en San Rafael, en septiembre de 1999. Cuando en febrero del 2000 se hizo el primer congreso y se rindió homenaje a Julio Goyén Aguado, ningún miembro de su asociación estuvo presente.

Como presidente de la F.E.A.L.C., justo es reconocerlo, fui reconocido e invitado a inaugurar el V Encuentro de Las Lajas en 1998, al que asistió A.G.A.P.E. para grabar nuestras disertaciones y luego criticarlas ante los guías de turismo de Malargüe. En la solicitada al pie puede verse la firma de Dora Villalonga…..

En ese encuentro el entonces presidente del G.E.A. Mario Pettersen disertó sobre la importancia de Internet en la espeleología del futuro, lo que generó algunos comentarios irónicos, sin darnos cuenta del daño que Internet haría a la espeleología sólo diez años después. El mismo Pettersen me reprochó por haber elogiado a Gabriel Redonte y no al grupo por no me acuerdo qué, y le respondí claramente: “el único que empezó a contestar mis cartas es él, luego para mí existe él, el resto no existe”. Aceptó pero no entendió la respuesta, y esta “aceptación a regañadientes” sería la nota dominante de los primeros 8 años de G.E.A. dentro de la Federación.

En ese mismo encuentro pedimos a G.E.A. una copia de la topografía de Las Brujas, de la que carecíamos en Malargüe, y nos dieron esa copia, pero tuvimos que pagar 17 dólares. No comments. La reproducimos reducida al final de este escrito.

IN.A.E. tenía problemas con el patrimonio espeleológico malargüino y los neuquinos lo tenían con el de su provincia. G.E.NEU. parecía controlar el problema, pero en realidad el control lo tenía el G.A.E.M.N. en la capital provincial y merced a sus vínculos políticos con la monarquía del MPN. El conflicto estallaría en el Primer congreso, año 2000, Malargüe. Neuquén nunca dejaría de ser un feudo-de. Independencia, sí, pero en el mal sentido de la palabra.

En Mendoza no se reglamentaría la ley 5978 hasta 2002, y en Neuquén se sancionaría, en 1997, la ley 2213, que sigue sin ser reglamentada sino sólo para prohibir, debido a un “accidente” que nunca ocurrió en Cueva del León y que dio la excusa perfecta para prohibir toda entrada a cualquier cueva, sin mayores precisiones. Prohibición que, obviamente, nunca nadie cumplió, salvo el caso de Cuchillo Curá pues fue declarada área protegida en 2003. Basta con ir al norte neuquino para ver que algunas cuevas están señalizadas y los lugareños desconocen por completo las supuestas “reglamentaciones”. Sobre esto escribimos algo en las páginas 49 a 64 de ARGENTINA SUBTERRANEA 40 (https://sinpelos2011.wordpress.com/2016/08/25/40-argentina-subterranea-40), donde señalamos que tanto en Neuquén como en Mendoza se estaba asistiendo a la creación de una “espeleología sin espeleólogos”, frase que acuñamos a fines de los 90. Eso era producto, sobre todo, de la mezquindad del mundillo de los cueveros, nota aún dominante.

En 1997-98 Gabriel Redonte entendió, por convicción o por conveniencia política –nunca lo sabremos- que había espeleología más allá de G.E.A. Se cumplía nuestra advertencia de 8 años antes: si trabajábamos juntos podríamos hacer cosas grandes; peleados entre nosotros no conseguiremos nada. Ese idilio (o matrimonio por conveniencia) duraría poco menos de una década, como veremos más adelante.

En 1997 el IN.A.E. firmó, con la Universidad Nacional de Cuyo y a propuesta de la Facultad de Filosofía y Letras, un convenio de cooperación para llevar a cabo el plan de manejo de Las Brujas, y supimos que el mismo había permitido la liberación de unos 6.000 dólares para su ejecución. En 1998 denunciamos públicamente la inseguridad de la caverna y paralelamente nos enterábamos de que la Universidad estaba realizando los trabajos previstos en el convenio, pero con los guías de turismo. De inmediato enviamos una carta documento para la rescisión de dicho acuerdo y publicamos la noticia en los diarios, que generaría un conflicto con esa casa de altos estudios hasta 2011. La Espeleología y el medio académico al servicio de los guías de turismo no era lo que queríamos.

Si se observa la solicitada anexa, se verán apellidos como Chilaca, Villalonga, etc., que sólo tienen público aplaudidor en Malargüe. Juan Chilaca quedó detenido en el tiempo, a cargo de un museo sin ser museólogo, y sus hermanos controlan a los guardaparques en la Caverna de Las Brujas, hasta el día de la fecha. Es lamentable, pero así es: en la Capital de la Espeleología Argentina, donde se iniciaría la Espeleología, no hay lugar para los espeleólogos.

La topografía de Las Brujas confeccionado en esa ocasión está mal hecha, ya que contempla sólo la zona habilitada al turismo….. habilitada por el concesionario privado, y no tiene siquiera indicación de grado de precisión U.I.S. Por eso era importante, para el IN.A.E., contar con la topografía de G.E.A., para proponer el reemplazo de la existente y reivindicar a esa asociación, a modo de gesto conciliador.

El mapa auténtico, terminado por el grupo GEA en 1989, sigue siendo el más completo, pero ignorado por completo por las autoridades. Allí se aprecia que la parte explorada de la cueva tiene 1.343 metros y no los “5.000” que fantasean los guías de turismo. Lo que no contempla el mapa es la Cueva del Tojo, ubicada en la terminación de una diaclasa que indicaría que en realidad no es una cueva, sino un sistema de cuevas. La casa del guardaparques fue construida sobre esa diaclasa, al igual que los baños públicos.

No hemos podido inspeccionar el paisaje hipogeo en la zona, porque no nos autorizan a entrar, por lo que no podemos saber el estado en que se encuentra la llamada “zona intangible”

Pero seguíamos adelante con las exploraciones de cuevas en Payunia y en los yesos del Jurásico de Pincheira, luego Poti Malal, luego del 200 Las Leñas. En Payunia, sobre todo, nos llamaba mucho la atención la presencia de fauna con características troglomórficas en Doña Otilia, cueva que sería objeto de, casi, un peregrinaje sistemático.

Le tocó al IN.A.E. organizar el primer congreso, donde se constituiría la FAdE….

 Por:.Carlos Benedetto

carlos_benedetto@fade.org.ar

Whatsapp 2604094916

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