San Rafael, Mendoza viernes 22 de noviembre de 2024

Historia de la Espeleología Argentina – Cap 4 – Por:.POR:.Carlos Benedetto

Pensar en grande para ser grandes

El  Instituto Argentino de Investigaciones Espeleológicas (IN.A.E.) nació en 1990 luego de una larga discusión entre algunos miembros de G.E.A. (cinco, a los que luego se sumarían otros tres) que constituían la tercera parte del padrón de asociados de éstas última, pero con una visión distinta de la espeleología en tanto disciplina auxiliar de la ciencia. Un problema epistemológico central.

El debate fue promovido por Marta Bucola, geógrafa matemática que había trabajado duro junto al “sanedrín topográfico” (ver http://piramideinformativa.com/2019/11/historia-de-la-espeleologia-argentina-cap-2-por-carlos-a-benedetto/) con una enorme disciplina, pero asimismo con conciencia de las limitaciones que teníamos.

A lo largo de todo el verano del 89-90 (mi renuncia a la presidencia de G.E.A. tuvo efectividad el 1º de enero) se estuvieron haciendo reuniones privadas para discutir estrategias, proyectos y hasta el nombre que iba a llevar la nueva asociación, que no se presentaría como “contra” nada, sino como lo enunció Leopoldo Marechal:  “de todo laberinto se escapa por arriba”. Se necesitó de una lucha interior en cada uno de nosotros para no dejarnos ganar por el odio, aunque más tarde éste se haría inevitable.

Marta Bucola, Néstor Pagani, Silvina Valente, Marta Brojan (mi esposa) y yo fuimos el quinteto inicial. Fui el último en aceptar la propuesta, cosa que nunca nadie creyó ni cree hasta hoy: hasta marzo de 1990 seguía creyendo que era posible transformar a GEA desde adentro. “Obcecación asnal”, diría Almafuerte en uno de sus Sonetos Medicinales, pero de un análisis profundo de la historia en G.E.A. resultaba claro que no podía verterse vino nuevo en odres viejos. Había que salirse de la lógica tribal de los grupos, tomando de ellos lo mejor, y proponerse, no como alternativa a ellos, sino como complemento. Ésto fue explícitamente comunicado a G.E.E en una carta de renuncia a mi condición de miembro, pero eso nunca fue entendido. Aún hoy no se entendió. La carta me fue respondida y en esa respuesta se agradece mi condonación de una deuda en dólares que G.E.A. tenía conmigo por haberme hecho cargo de los gastos de la F.E.A.L.C. (Federación Espeleológica de América Latina y del Caribe).

Éramos, entonces, 8 miembros fundadores provenientes del G.E.A. (Daniel Loponte, Gabriel Costa y Alejandro Acosta fueron de la partida), más Carlos y Mirna Rodríguez (dos hermanos que se iniciaban en la espeleología) más Juan Alberto “Chiche” Montivero (ex – CAE) y su entonces esposa Claudia Goya. Finalmente, Norberto Gabriele, geólogo que había pasado por las filas del G.A.E.M.N. y que era, a la sazón, el principal investigador de cuevas en yeso en el país. 13 miembros fundadores.

Preparamos nuestro lanzamiento con el auspicio del co-fundador y presidente de la FEALC (Franco Urbani, Venezuela) y de una cofundadora de la misma  (Eleonora Trajano, Brasil).

Gracias a los buenos oficios del ex diputado Augusto Conte Mc Donnell, establecimos contacto con el Diputado Nacional Héctor Dalmau, con quien de inmediato empezamos a preparar lo que sería el primer proyecto de ley nacional de espeleología (Trámite Parlamentario 39/90, Cámara de Diputados de la Nación, Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano).

Así, se decidió que el acta de fundación del IN.A.E. se haría, en las oficinas de la casa de las leyes, el mismo día de la presentación en mesa de entradas del proyecto de ley, que redacté personalmente el día 20 de junio; el 21 de junio se hizo el acto oficial de presentación.

Ese día asistieron miembros del C.A.E (Goyén Aguado en persona), de la Organización Karst (Roberto Stanchuk), Gustavo Dejean (S.E.F.C.E.N.) y nadie más del mundillo de la espeleología. G.E.A. no se hizo presente, ni tampoco nadie de los grupos del interior del país.

 

Un enemigo del pueblo

Estábamos, en apariencia “solos”, pero al estilo del personaje principal de Un Enemigo del Pueblo (Henrik Ibsen): “la soledad me fortalece”.

Luego de los brindis, fotos, discursos y firmas, invitamos nuevamente a todas las asociaciones espeleológicas del país a debatir el proyecto presentado, pero fuimos mal interpretados: sólo G.E.A. asistió a una reunión posterior, no para proponer mejoras, sino para cuestionar nuestro derecho a proponer una ley que no hubiera sido previamente creada por ellos. El C.A.E. tuvo una actitud similar, pero sotto voce.

A los pocas semanas, Edgardo Abaca (C.E.C. – Córdoba) organizó el II Encuentro de Espeleología (II EAE) en su provincia, sin invitar al IN.A.E. y con el único objetivo de demoler el proyecto de ley. El odio ya se había instalado.

Es bueno detenerse en esto del odio y la personalización de los conflictos, que son dos ingredientes que surgen cuando no hay proyectos superadores ni amor por la actividad que se practica. Al día de hoy sigue encarnado en los mismos personajes más otros que se fueron sumando.

Era el nuevo clima clima de época: el neoliberalismo ya se había instalado en el país de la mano de Carlos Menem: el mismo Dalmau, militante peronista, sería eliminado de la lista de candidatos a renovar su banca de diputados en 1991, por haber acusado de “traidor” al presidente Menem. Su lugar sería ocupado por el diputado Blanco, espadachín de María Julia Alsogaray (apellido de triste memoria para los argentinos de bien) y legislador que entonces pasaría a presidir la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano, que había patrocinado nuestra fundación. Es por ello que no resulta extraño que en la espeleología se haya dado un fenómeno similar, aunque a menor escala: los aristócratas de la espeleología no podían tolerar el ascenso de “recién llegados” (que en realidad no lo éramos….).

A los dos años de lanzado el proyecto de ley, y dado que el proyecto no pudo avanzar, y en realidad era malo, el trámite parlamentario 39 caducó. Un nuevo texto, corregido por la Dra. Eleonora Trajano en su viaje de 1991, fue presentado como trámite parlamentario nro. 84/92, qwue tendría el mismo fin, pero que serviría para mantener en viva la llama de una necesaria  legislación específica.

Sin embargo, el texto literal de la ley original fue tomado por alguno de los odiadores para convertirlo en ley provincial 2213 en la provincia del Neuquén, año 1997, aunque la misma está reglamentada a la medida de los negocios personales de funcionarios del M.P.N. (Movimiento Popular Neuquino) junto al G.A.E.M.N., damos fe. La ley era malas desde su nacimiento y quienes hicieron esto sabían que había un texto superador desde 1992, pero siguieron adelante. Eso nunca fue investigado.

Así y todo, en este contexto de contrariedades tanto Dalmau como Conte ayudaron enormemente a la primera expedición argentino brasileña en febrero de 1991, donde nuevamente los rencores se hicieron presentes. También ayudó a los expedicionarios, pero in situ, el obispo del Neuquén, Jaime De Nevares, ante la actitud hostil del gobierno provincial, que intentó impedir que se realizara la expedición.

Llevada a cabo bajo vigilancia oficial y a fuerza de mandar cartas-documento (redactadas por el mismo Conte como nuestro asesor letrado) al MPN la campaña fue realizada contra todas las adversidades, pero recibimos la hospitalidad de Don Jaime en la mismísima Catedral, hasta que conseguimos vehículo para ir hasta Las Lajas.

En esta expedición y en la posterior de Palacios Vargas (México) se confirmaría que la cueva del León es la primera cueva en yeso que alberga fauna troglobia en el país (Palacios Vargas, 1999).También se rehízo el inventario de fauna cavernícola de cuatro cavernas de la Cuenca Neuquina (Sistema Cuchillo Cura, Cueva del León, Cueva de Las Brujas y Cueva del Tigre), se determinó que el “arte rupestre” de la cueva de los Cabritos (Cuchillo Cura) no era tal y se descubrió un nuevo género de coleópteros cavernícolas (Trajano 1991) (Gnaspini Netto, 1993).

Todo eso antes de que IN.A.E. cumpliera un año de vida.

Al regreso Trajano dio una charla en el salón de actos de la Cámara de Diputados de la Nación y allí sí asistió Eduardo Tedesco, directivo de G.E.A., junto a Patricia Quaglia, profesora de biología. Tedesco (geógrafo matemático) intentó “retar” a Trajano por haberse puesto a trabajar en “su” territorio, pero fue rápidamente neutralizado, al tiempo que Quaglia reconocía que a ella le hubiera gustado participar de esa salida al campo, para aprender.  Luego Trajano tomó contacto personal con el Dr. Emilio Maury y con la Dra. Ana María Marino, quien a pedido de Maury estaba estudiando unos homópteros cavernícolas del mismo Cuchillo Cura.

Por su parte, el proyecto de Ley de 1990 ya iba por camino muerto, aunque serviría para presentar en sociedad al INAE en el Primer Congreso Mexicano de Espeleología, diciembre del 91, Mérida, Yucatán. Allí se haría contacto personal con Pierre Strinati, Paolo Forti, nuevamente Trajano y Gnaspini. IN.A.E. seguía estando solo frente a los molinos de viento, pero con fuerte apoyo exterior.

En febrero de 1992 se suicidaba Augusto Conte Mc Donnell y al tiempo comenzaba a despedirse Jaime De Nevares del Obispado. En agosto falleció mi padre, en vísperas de una mini-expedición a Caverna de Las Brujas con Gabriel Costa, para preparar la visita del Dr. Forti a fines de ese mismo año, cosa que ya estaba siendo negociada desde el congreso mexicano de Mérida.

En lo personal, había tomado la decisión, junto a mi familia, de irnos de Buenos Aires, pues ya no se soportaba el irrespirable aire político y la situación económica. La expedición a Las Brujas fue también un pretexto para sondear la futura instalación familiar en San Rafael.

Fueron cinco los hechos clave que se sucedieron en la segunda mitad de 1992:

  • En primer lugar, el viaje a Las Brujas junto a Gabriel Costa (estudiante avanzado de Geología entonces), para hacer un relevamiento de las mineralizaciones en función de los trabajos que pocos meses después se harían con Paolo Forti, Universidad de Bologna-Italia, entonces a cargo de la Comisión de Físico-Química del Karst de la Unión Internacional de Espeleología (UIS).
  • Dentro del mismo mes de agosto el entonces diputado provincial Celso Alejandro Jaque había convocado a una reunión de espeleólogos en un hotel de Malargüe, para discutir un proyecto de Ley de Cavidades Naturales. En ese encuentro participamos Org. KARST, IN.A.E., el C.A.E. y el C.E.C., representado éste último por Livio Incatasciato. Esa ley se convertiría en la Nro. 5978/93, primera ley de cavidades naturales del país, y Jaque en persona nos enviaría una breve carta de agradecimiento (ver ilustraciones). G.E.A. no se presentó a esa reunión.
  • Luego en septiembre se hizo en Cuba el II Congreso Espeleológico de América Latina y del Caribe, más la asamblea de la F.E.A.L.C., donde deberían nombrarse autoridades para el período 1992-96.

Allí el drama fue que en mi caso personal quería renovar mi mandato como secretario general de ese organismo, pero sólo contaba con el apoyo de Franco Urbani (Venezuela) y de mi IN.A.E., además de la del patriarca de la espeleología cubana y fundador de la F.E.A.L.C., Antonio Nuñez Jiménez, que había dejado la presidencia de la F.E.A.L.C. en 1988. El resto de la delegación Argentina (Enrique Lipps por el KARST, Luis Carabelli por G.E.A., Livio Incatasciato del C.E.C., varios miembros del G.A.E.M.N.) iban con la consigna de desplazarme de ese cargo y para ello habían viajado al congreso … para hablar con otros delegados. Franco Urbani me relató eso, y al principio parecía todo perdido. Nos unía una fuerte amistad y fue franco conmigo: “procura resolver esto, no puedo apoyarte si los mismos argentinos no te apoyan”.

Así llegamos a la ceremonia inaugural en la que me tocó hacer un discurso, y en el mismo pedí disculpas a mis adversarios argentinos, y fui aplaudido de pie por todas las delegaciones; en un santiamén se había creado un nuevo contexto en el que el odio no tenía lugar. Fue mi mayor acto de hipocresía, volvería a hacerlo; me divertí mucho. “Paris bien vale una misa”, hubiera dicho Enrique IV. A partir de ese gesto la delegación argentina dejó caer sus piedras de las manos y debimos negociar con Franco Urbani y Angel Graña (representante personal de Núñez Jiménez). Así fue que mantuve mi cargo de secretario general, no recuerdo quién quedó como delegado a asamblea y se arregló para hacer en Argentina el siguiente congreso, como prenda de unidad. La espeleología argentina volvía a estar, por la vía del escándalo, en el centro del escenario mundial, y el IN.A.E. como pivote. Tanto que, cuando ese congreso FEALC se hizo en Argentina (Malargüe, 1997), fue organizado por el IN.A.E., pero en los afiches no figuraba el logo del IN.A.E., sino el de F.A.E. – Federación Argentina de Espeleología, que aún no había sido creada. Una curiosidad que nadie recuerda y nadie objetó hasta la fecha. Volveremos sobre esto

Al terminar el acuerdo en Viñales, Enrique Lipps estaba preocupado y me dijo “ahora no sé cómo voy a explicar esto a G.E.A. Ellos creen que volvemos con tu cabeza en una bandeja”. Luis Carabelli, que estaba presente y representaba a G.E.A., ya tenía sus propias broncas dentro de esa asociación y no compartía muchas actitudes..

  • Al mes siguiente G.E.A. organizó en Buenos Aires el IV Encuentro de Espeleología (IV EAE) y allí se pusieron al desnudo las rispideces entre este grupo y su retoño IN.A.E. No se esperaba nuestra presencia, pero asistimos. También estaba Carlos Dupont y su grupo (G.E.NEU.), miembros del KARST, C.E.C., G.A.E.M.N. Allí invitamos a todos a la expedición, que al mes siguiente, se haría a Neuquén y Mendoza junto a Paolo Forti e investigadores de la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Nacional de La Plata. G.E.A. tampoco permitiría que sus asociados participaran de esa expedición.
  • En la expedición se estudió el “gypsum dust” de la Cuevas del León, como asimismo el fito plancton del lago de esa cueva esa cueva. Se visitó Cuchillo Curá y luego, en Las Brujas, se completarían los trabajos de meses antes, determinando la influencia de los yacimientos petrolíferos subyacentes en la formación de espeleotemas en yeso, como se detalla en la bibliografía. Participó de esta expedición la Lic. Silvia Barredo (hoy Dra. en Geología), entonces miembro del G.E.NEU., que también había participado del III Encuentro. Luego Barredo se iría al G.E.A., no sin antes intentar publicar por su cuenta los trabajos de campo realizados junto a Forti, con quien se había acordado que él sería el autor principal y ella una coautora más. Nunca olvidaré eso. Una actitud cercana al plagio que se repetiría años más tarde…..

En la ficha catastral de la Cuevas del León escribimos: En 1992 el Instituto Argentino de Investigaciones Espeleológicas (INAE-FAdE) realizó, junto al Grupo Azul de Espeleología y Montañismo del Neuquén,  una expedición multidisciplinaria a la cueva y en la misma, con la participación del Dr. Paolo Forti (Universidad de Bolonia), del Dr. Guillermo Re (UBA) y otros espeleólogos, para estudiar el “gypsum dust” de la cavidad. Las conclusiones se publicaron al año siguiente en el congreso de la Unión Internacional de Espeleología en Beijing, China. La cueva se encuentra en Yesos del Jurásico (Fm. Auquilco), en una yesera de entre 100 y 200 metros de potencia”. Respecto del fitoplancton, también hay referencias bibiográficas.

El IN.A.E. tuvo su propia revista, que vio la luz regularmente durante los primeros tres años de vida. Luego se fue extinguiendo merced a la crisis de los años 90. En la Bibliografía al pie la mencionamos: Spelaion.

Al llegar al año 93, y ya instalados en San Rafael, el INAE se había reducido a su mínima expresión en lo cuantitativo, pero crecía cualitativamente apoyándose en la F.E.A.L.C. y parte de la U.I.S., a pesar de que no éramos delegados permanentes de ésta, y se convertía en la asociación generadora o facilitadora de los únicos hechos de relevancia científica de la espeleología, condición que mantendría hasta nuestros días. Era sólo el comienzo.

Bibliografía personal del período 1990-93:

 

– 1990. Ley Nacional de espeleología: larga espera, paradójicas resistencias, nuevos ejes. Revista Spelaion. Buenos Aires, 1: 17-28.

– 1991 Enrejado de cavernas en el Sistema Cuchillo Cura (Neuquén). Aportes y críticas a una decisión polémica. Revista Spelaion. Buenos Aires, 2: 9-16.

– 1992. Avances hacia una legislación nacional en espeleología. Revista Spelaion. Buenos Aires, 3: 19-28

– 1992. Primera expedición espeleológica argentino-brasileña (febrero 1991). Consecuencias y líneas de trabajo bioespeleológico actualmente en desarrollo. Memorias del III Encuentro Argentino de Espeleología, Buenos Aires. pp. 44-49. (En co-autoría con  Marta Brojan)

– 1992. A propósito de la habilitación al turismo de Caverna de Las Brujas. Memorias del III Encuentro Argentino de Espeleología. Buenos Aires. pp. 50-53

– 1992. Ley Nacional de Espeleología. Nuevos Pasos. Memorias del III Encuentro Argentino de Espeleología. Buenos Aires. pp. 56-59

– 1992. Argentina: Legislación Espeleo-proteccionista. En: Resúmenes del II Congreso Espeleológico de América Latina y del Caribe. Viñales, Cuba. pp. 38

– 1993. Las Brujas Cave (Malargüe, Argentina): an example of the oil pools control on the speleogenesis. Proceedings XI Theoretical and Applied Karstology Symposium, Bucarest. Rumania,  6: 87-93 (En co-autoría con el Dr. Paolo Forti – Universidad de Bolonia – Italia)

– 1993. La espeleología en Argentina_ historia y estado actual. Revista Spelaion. San Rafael, 4: 15-22.

 Bibliografía de otros autores

 – FORTI, P., 1992. Breves notas en torno a la expedición Argentina 92. En: Spelaion 3 (3): 7-10

– FORTI Paolo, BENEDETTO Carlos & COSTA G. 1993. Las Brujas Cave (Malargüe, Argentina): an example of the oil pools control on the speleogenesis. Actas XI Simposio de Carstología Teórica y Aplicada – T.A.K.. Bucarest, Rumania.

– GNASPINI, P., 1991. A New cavernicolous Ptomaphagus (Coleoptera, Cholevidae) from Argentina. G. It. Ent. 5:391-395

– GNASPINI, P., 1993. Notas sobre los escarabajos cavernícolas sudamericanos de la familia Cholevidae (Coleoptera). Spelaion 4 (4): 5-8

– TRAJANO, E. 1991. Notas biológicas sobre cavernas argentinas (resultados de la Primera Expedición Espeleológica Argentino-Brasileña, Neuquén-Mendoza). Spelaion 2 (2): 3-8

– PALACIOS VARGAS, J. 1999. Troglospinotheca refsgaardiorum sp.nov. Memoires de Biospeólogie, Tome XXVI, pp. 101-106

– BATTISTONI, P, 6 A. DIPPOLITTO, 1993. Plancton de la Cueva del León, Neuquén, Argentina. En: Spelaion 4 (4): 3-4. Buenos Aires

Resumen de congresos y cursos de los que participó IN.A.E. en el período 1990-93

  • CURSO DE ESPELEOLOGÍA PARA GUIAS DE TURISMO (Organizado por la Dirección de Turismo de Malargüe) Malargüe – Junio 1991.
  • PRIMER CONGRESO ARGENTINO Y LATINOAMERICANO DE GUIAS DE TURISMO AVENTURA, Malargüe – Mendoza – Octubre 1991
  • PRIMER CONGRESO NACIONAL MEXICANO DE ESPELEOLOGÍA Mérida – Yucatán – México – Diciembre 1991
  • SEGUNDO CONGRESO ESPELEOLÓGICO DE AMERICA LATINA Y DEL CARIBE Viñales – Cuba – Setiembre 1992
  • IV ASAMBLEA GENERAL DE LA F.E.A.L.C. Viñales – Cuba – Setiembre 1992.
  • III ENCUENTRO ARGENTINO DE ESPELEOLOGÍA. Buenos Aires – Octubre 1992.
  • JORNADA «PLAN DE MANEJO CAVERNA DE LAS BRUJAS». Malargüe – Mendoza – Agosto 1992. Elaboración del borrador de la futura Ley 5978
  • CURSO DE GEO-ESPELEOLOGÍA (a cargo del Dr. Paolo Forti Universidad de Bolonia – Italia) en: Asociación Geológica Argentina – Buenos Aires – Noviembre 1992.

POR:.Carlos Benedetto

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