San Rafael, Mendoza martes 23 de abril de 2024

¡Cremonas que suenan geniales! -Por:.Beatriz Genchi

Nunca nos imaginamos que una cremona sonara bien. Verdad? Al menos yo, cuando me dicen “cremona” pienso en ese pan tan rico con peculiar forma de sol. Aparentemente, oriundo de un municipio italiano del que lleva su nombre situado en Lombardía. Región con una larga trayectoria de lutieres fabricante de instrumentos musicales…

La fabricación artesanal de violines en Cremona es una antigua forma de artesanía propia de la ciudad donde desde el siglo XVI se ha desarrollado la producción de instrumentos de cuerda frotada tales como violines, violas, cellos y contrabajos. La ciudad se halla entre un bosque de abetos (madera blanda) y uno de arces (madera dura), por lo que estas maderas eran las usadas por los grandes maestros violeros.

Esta artesanía (nombre oficial en italiano: «Saperi e saper fare liutario della tradizione cremonese») fue declarada en el 2012 patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por UNESCO, durante la 7ma. Sesión del Comité Intergubernamental en París.

Se pueden fabricar los instrumentos de cuerda mediante diferentes métodos, pero los lutieres de Cremona han desarrollado una técnica considerada única en el mundo.​

Cada instrumento es fabricado a mano y ensamblado utilizando más de 70 piezas de maderas diferentes. Cada parte de un violín, requiere de una técnica específica, que se adapta de acuerdo a las diferentes respuestas acústicas de cada pieza de madera: por esta razón es imposible obtener dos violines absolutamente idénticos. La madera utilizada llega luego de una larga y cuidadosa selección y secada en forma natural, por lo que su preparación no puede ser forzada ni ser realizada en forma artificial.

En la fabricación del violín tradicional de Cremona, no se permite el uso de ninguna parte industrial o semi industrial, además está prohibida la pintura en aerosol. Aunque muchos de los elementos que conforman el instrumento musical parecen tener una función puramente ornamental, en realidad los mismos desempeñan importantes funciones para conseguir el tono o la amplificación del sonido apropiada, o para proteger el instrumento ante accidentes o caídas.

El proceso de construcción del violín es seguido personalmente por el artesano a cada paso, comenzando en la selección del árbol y su madera hasta completar el instrumento: por esta razón un artesano de violines de Cremona solo logra producir entre 3 y 6 violines por año.

La fabricación tradicional de un violín requiere de un acabado conocimiento de todos los materiales naturales y las técnicas de manufactura, las cuales han sido transmitidas de generación en generación desde el siglo XVI, cuando alcanzaron popularidad los violines de Cremona, gracias a las habilidades de la casa de Amati, que luego fueron mejoradas y refinadas por Stradivari, Guarneri y Bergonzi.

La tradición de fabricación artesanal de violines en Cremona es protegida por dos organismos: el Consorcio de Fabricantes de Violín Stradivari y la Asociación Italiana de Fabricantes de violines, los cuales representan a más de 140 artesanos. Además, en 1938 se fundó la Escuela Internacional de Fabricación de Violines de Cremona (Scuola Internazionale di Liuteria di Cremona).​

Y luego del reconocimiento por parte de UNESCO, se inauguró el “Museo del violino” (Museo del Violín) en el Palazzo dell’Arte, obviamente un museo con un importante auditorio para escuchar música con los instrumentos nuevos y antiguos fabricados en la ciudad.

Una vez más podemos decir:”No solo de pan vive el hombre”,

Gentileza:Beatriz Genchi  – beagenchi@hotmail.com
Museóloga-Gestora Cultural-Artista Plástica.

 

 

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