San Rafael, Mendoza viernes 26 de abril de 2024

COMBATIR POR EL AGUA – Por:. Prof. Marilina Scarlata*

El 22 de marzo es el Día Mundial del Agua, establecido por las Naciones Unidas, con el propósito de concientizar sobre los problemas del agua y tratando de inspirar acciones. El 22 de marzo de 2018 comenzó El Decenio Internacional para la Acción, Agua para el Desarrollo Sostenible, que terminará en el Día Mundial del Agua de 2028.

En 1964 Israel inició la guerra del agua en el Jordán, un río asiático de algo más de 300 km que vincula a Israel, Palestina y Jordania, y desemboca en el Mar Muerto.

Siria y Jordania respondieron el ataque de Israel desviando el cauce del rio y creando la Organización para la Liberación de Palestina. Expresado muy rápidamente, así comenzó el drama en ese lugar del mundo.

Pero no hablaré del conflicto en Medio Oriente, sólo quiero decir que el agua es un recurso estratégico para muchos países, tan importante que hasta se han peleado muchos combates, como el que mencioné, que se conoce como “Guerra de los seis días”, cuyo objetivo era poder obtener un mejor acceso al agua.

Es que el agua, sustancia y no elemento, abundante en la naturaleza, y en los organismos vivos, es imprescindible para la vida, todos los seres vivos dependemos de ella.

Es un recurso natural renovable porque cumple un ciclo en la naturaleza, generalmente se encuentra en estado líquido, pero también puede existir en estado sólido como en los glaciares o en estado gaseoso como en las nubes, esto permite su re-obtención permanente. Sin embargo, puede no ser siempre así.

El agua como sistema natural puede sufrir el proceso de la contaminación. Los recursos provistos por la naturaleza son para aprovecharlos, pero tratando de no agotarlos, y minimizando el impacto sobre el medio, porque éste sufre cambios por reacciones químicas irreversibles, es lo que comúnmente se llama impacto ambiental y se define como el efecto que produce una determinada acción humana sobre el ambiente. Así se llega a la contaminación, fenómeno que la naturaleza no puede revertir, la cantidad de elementos ajenos al sistema son tantos o son impropios a su composición normal que se hace difícil la recuperación porque el sistema no se adapta.

La contaminación es liberación de sustancias que, de manera directa o indirecta, causan efectos adversos sobre el medio y los seres vivos.

Las acciones negativas empiezan con la suciedad, se desecha basura de todo tipo, desde restos de comida hasta envoltorios plásticos o elementos inútiles porque están rotos. La humanidad afronta un doble problema y Argentina no está exenta: la provisión de agua en suficiente cantidad, y la calidad del agua. El ciclo hidrológico no asegura la renovación de agua por sí mismo, por lo tanto dejará de ser un recurso absolutamente renovable.

Otras guerras podrían sobrevenir por conseguirla, ya que el crecimiento de la población humana, la contaminación y el cambio climático son factores que hacen que la disponibilidad del agua potable por persona esté disminuyendo.

El agua y los sistemas de saneamiento no pueden estar separados para que el ser humano pueda desarrollarse. Son vitales para reducir enfermedades y mejorar la salud, la educación y la productividad económica de las comunidades.

Hay distintos tipos de agua, según diversos criterios que permiten clasificarla, voy a diferenciar el agua pura del agua potable.

Cuando hablamos de “agua pura” se trata de agua destilada, que es químicamente pura porque gracias al proceso de destilación, se obtiene libre de cualquier sal en disolución. Esta agua es indigesta, quiere decir que no es bien aceptada por nuestro cuerpo, aunque hay una corriente de deportistas aconsejados por profesionales que sostienen lo contrario, y la consumen sin inconvenientes.

Suele confundirse “agua pura” con “agua potable”, esta última es producto de otro proceso, la potabilización.

Explicado sencillamente, consiste en poner en contacto el agua proveniente de la fuente desde donde se la toma, se la deja sedimentar o reposar para que se separen elementos macroscópicos, grandes, luego se le agregan sustancias clarificantes y gelificantes como el alumbre (sulfato de aluminio) o la cal viva (óxido de calcio) para ocluir partículas más pequeñas y se filtran aquellos componentes sedimentados; finalmente se le agrega cloro como agente esterilizador, o sea para eliminar microorganismos. Debe quedar con aspecto limpio y de sabor agradable, con menos de ½ gramo de sales minerales disueltas en un litro (el agua de mar tiene 36 g de sales por litro, por lo tanto no es potable); debe contener gases del aire disueltos (nitrógeno, oxígeno y dióxido de carbono). Debe estar exenta de sustancias tóxicas y de microorganismos patógenos. Todas estas condiciones son requeridas por el Código Alimentario Argentino, ya que el agua es un alimento desde el punto de vista nutritivo.

Entonces para finalizar, ¿qué hacemos en nuestro país para honrar el derecho al agua? ¿Qué hacemos en nuestro país para cumplir con los propósitos de la ONU, a la cual pertenecemos?

Gentileza:  Prof. Marilina Scarlata

Especializada en la Enseñanza de las Ciencias Naturales

Directora de divulgación científica de la Asociación de Amigos de Parques Nacionales

Columnista en LU 17.com

Columnista en  Patagonia.net

Columnista en Pirámide Informativa.com

 

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