San Rafael, Mendoza jueves 25 de abril de 2024

Bioeconomía, un camino de desarrollo para la Argentina

  • La biotecnología es uno de los sectores en plena evolución en el país, con desarrollos como la soja tolerante a la sequía.
  • A partir de la competencia de la agroindustria, hay una plataforma muy interesante para acelerar la sinergia entre las nuevas tecnologías y los sistemas de producción.

La bioeconomía de la Argentina dispone de una de las tres mayores biomasas del mundo, cruzada por una agroindustria extraordinariamente competitiva y un sector de alta tecnología, cuya expresión arquetípica es la empresa Bioceres de Rosario, a la que hay que sumar múltiples centros de investigación pública y privada.

En este sistema se despliega la nueva revolución industrial, debido a que es el sector más avanzado y competitivo del país, que convierte a la Argentina en uno de los tres principales productores de agroalimentos del sistema global, junto con Brasil y Estados Unidos.

La nueva revolución industrial es la digitalización completa de la manufactura y los servicios; y se manifiesta por una doble vía: exige ciclos más breves del producto, en un proceso de acumulación que se orienta a la instantaneidad, con bienes cada vez más individualizados, con un carácter flexible y descentralizado, que utiliza menores recursos por unidad de producto.

Es una producción que tiende a la automatización y a la miniaturización, que es la forma extrema de individualización. Esto implica la creación de nuevos negocios en cada una de las innovaciones, con la aparición de un nuevo tipo de necesidades y de consumo, con una importancia creciente de los bienes culturales y de estilo de vida.

La digitalización es un proceso de integración de los bienes físicos y los “virtuales”. La economía circular es la forma más avanzada de integración, y extiende el ciclo de vida de los productos mediante el reemplazo y reciclado de los no funcionales.

Es esencialmente biológica y no mecánica; y se vincula con la necesidad del capitalismo avanzado de adquirir un carácter sustentable, de largo plazo.

De ahí que exija, en un mundo de recursos cada vez más escasos en relación a las reclamos de una población con ingresos cada vez mayores, un cambio civilizatorio, con incentivos y conductas distintas.

La economía circular es un adelanto de este inminente cambio civilizatorio. Muestra que “el capitalismo sólo se plantea problemas que puede resolver”, según señaló Karl Marx.

La bioeconomía es un sistema de creación de valor sustentable y altamente eficiente, logrado con la utilización de recursos biológicos renovables, que en la Argentina son primordialmente los agroalimentarios.

Se realiza a través de una transición histórica, en que las nuevas tecnologías se integran con los actuales sistemas de producción, aumentando su capacidad de creación de valor agregado y de productividad.

El aspecto crucial de esta transición es la digitalización de la gerencia del negocio agroalimentario, que demanda información (data) sobre los suelos, el clima, los recursos y los mercados.

Allí aparecen los drones y los “smartphones”, más la “Big Data” y los pronósticos climatológicos, en un esfuerzo de colaboración abierta y global. El objetivo es reducir los costos logísticos y del transporte, los “costos de transacción”.

Este es el camino que señala para la Argentina y el mundo la bioeconomía nacional.

Fuente:https://www.clarin.com/rural/bioeconomia-camino-desarrollo-argentina_0_UlHk1D-sY.html

 

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