Una vez consolidado, el clima recesivo sonó alarmas en gran parte del empresariado, particularmente las pequeñas y medianas empresas (Pyme). Es que el consumo, variable que no estaba pasando su mejor momento incluso antes de las turbulencias económicas, es una de las principales columnas en las que se basan varias Pymes.

Y una caída en el consumo como la proyectada para este año y el próximo complica un panorama de creación de empresas que el Gobierno espera salga del terreno neutro actual. Sin embargo, las complicaciones macroeconómicas no sacan lo que desde el oficialismo evalúan como un trabajo de las bases que es positivo para el mediano y largo plazo.

Esa percepción fue compartida en el Foro Argentino de Inversiones en el que se reunieron representantes locales e internacionales de fondos semilla y de inversión, en el que Diego González Bravo, presidente de la Asociación Argentina de Capital Privado, Emprendedor y Semilla (Arcap), aseguró que «a pesar de estar pasando un año difícil en el país desde la entidad podemos mostrar algunos números que nos permiten aseverar que estamos ante un excelente año para nuestro sector y que estos dos años, 2017 y 2018, serán recordados como un punto de inflexión para nuestra industria«.

Entre los datos, González Bravo destacó el crecimiento del capital semilla y emprendedor comprometido en la Argentina, que pasó de USD 26 millones  en todo el año pasado a USD 125 millones solo en el primer semestre del 2018.

En el mismo evento, Infobae habló con Mariano Mayer, secretario de Emprendedores y Pymes, quien respaldó enfáticamente que, a pesar de la crisis económica, lo logrado por reformas como la Ley ART y la de Emprendedores establecen fundamentos que afectaran positivamente al universo del emprendedor y el pequeño empresario sobre el mediano y largo plazo.

Mariano Mayer, secretario de Emprendedores y Pymes

Mariano Mayer, secretario de Emprendedores y Pymes

—En su apertura, usted mencionó que el país sufre de un problema crónico de baja densidad de empresas. ¿En dónde siente que está la raíz de eso?

—El problema de la densidad de empresas es uno de muchos años en Argentina. No solo eso, sino que además las pocas empresas existentes están concentradas en cinco provincias, con lo cual la gran mayoría de las provincias tienen un desbalance enorme entre empleo público y empleo privado. Eso es parte de lo que queremos cambiar, pero para eso necesitas más empresas, el problema es que la baja densidad tiene que ver con una baja natalidad. Entre las que nacen y mueren todos los años, tenes una proporción de crecimiento casi cero.

—¿Y esa distribución como se resuelve desde el sector público?

—Para eso tenemos que llegar con programas de apoyo y ayudar a que se desarrollen ecosistemas emprendedores en todo el país con programas y también con normativas. Parte de lo que queremos cambiar con la Ley de Emprendedores y el programa Argentina Emprende es justamente eso, que haya más creación de empresas y en todo el país. La Ley atacó dos cosas: primero el momento de la creación de la empresa, que era algo necesario de mejorar. Incluso ahora se ve bien claro el efecto entre las provincias que la implementaron y las que no en la diferencia abismal entre 15 minutos con CUIT en Buenos Aires con $4.000 o $5.000 contra meses y decenas de miles de pesos en otras provincias.

—¿El segundo?

—El segundo tema que buscó atacar la ley era el financiamiento y ahí fueron dos grandes medidas desde la cual incentivar la inversión privada: el Fondo Fiduciario para el Desarrollo del Capital Emprendedor (Fondce), que lo busca es co-inversión, que es un mecanismo que por ejemplo usó Israel, que es inversión publica apalancando inversión privada. Israel hoy es el número uno del mundo en porcentaje de investigación y desarrollo sobre PBI, eso lo logró porque por cada peso que ponía el Estado generaba inversión privada. A través del Fondce y los fondos de inversión generados, ya duplicamos la inversión privada. El otro tema, que es el que usaron Estados Unidos e Inglaterra, es el incentivo fiscal. A través de esos incentivos, se generó inversión privada de dos grandes universos, inversores ángeles, especialmente en el interior, y las empresas grandes que con estos beneficios están armando sus fondos corporativos para invertir en emprendedores. Esperamos anuncios en los próximos meses de varias empresas de sectores como bebidas, alimentos, energía, agro, etc., que van a armar esos fondos como herramienta de búsqueda de innovación.

Respecto a la nueva Ley Pyme, el secretario nota que las discusiones con el sector privado están en curso pero: “son discusiones de cara recién al año que viene”

Respecto a la nueva Ley Pyme, el secretario nota que las discusiones con el sector privado están en curso pero: “son discusiones de cara recién al año que viene”

—¿Qué se puede llegar a complementar con alguna nueva legislación, como se viene discutiendo?

—Estamos conversando con representantes emprendedores, Pymes y de inversores de capital, que vinieron con una serie de propuestas para analizar como acomodar la forma de pagar impuestos a los fondos de capital emprendedor o a las aceleradoras. Pero son discusiones de cara recién al año que viene.

 El problema de la densidad de empresas es uno de muchos años en Argentina. No solo eso, sino que además las pocas empresas existentes están concentradas en cinco provincias

—Uno de los temas en el que se atrasó el tratamiento para el año que viene es el ajuste por inflación en los balances de empresas, ¿eso tiene alguna consideración dentro de las primeras conversaciones de la nueva Ley?

—No, eso afecta principalmente a las empresas de mayor tamaño. Argentina es un país muy interesante para invertir, y varios inversores desde afuera tienen el ojo en el país. Lo que plantearon es que no se afloje con darle importancia a estabilizar la macro, eso es lo numero uno, el frente macro, déficit, inflación. Porque sino es muy difícil planificar. Y segundo, es importante continuar el camino de atacar la micro: el tema burocrático y la carga fiscal fueron los principales puntos. Con la Ley Pyme dimos un paso importante, con la reforma tributaria también, pero quedan más cosas todavía.

—Entonces, a pesar de que ahora se está transitando un mes de calma cambiaria, ¿la macroeconomía sigue en el ojo de la tormenta?

—La prioridad hasta fin de año es estabilizar la macro, sí, pero no dejamos de trabajar los temas de fondo para las Pymes y  emprendedores pensando en el mediano y largo plazo, que es algo que el presidente siempre nos pide. Con el tema impositivo, por ejemplo, un empresario con fuerte presencia en redes sociales siempre dice: «no puede ser que haya 19 vencimientos en 21 días hábiles». Quizás pensar en algún tipo de progresividad para el pago de impuestos y acompañar el crecimiento de los emprendedores, o terminar de completar la reforma laboral.

 Mayer: También tenemos muy en mente los temas de competitividad, porque el mundo no va a esperar a que ordenemos internamente la macro, ellos siguen avanzando

—¿No siente que con la vorágine económica de los últimos meses, se sobre-priorizó el corto plazo de acá a fines de 2019? Hay varios que plantearon dudas sobre la idea que parece que llegar a diciembre de 2019 en términos del programa financiero no deja mucho margen de error para después de esa fecha.

—No, porque los temas de fondo siguen siendo los mismos: la burocracia, los impuestos, los costos laborales, el financiamiento y la integración al mundo. Y seguimos avanzando. Creemos que hay que aprovechar el tipo de cambio pero sabemos que no puede ser la única variable, que lo importante es la competitividad sistemática que se genera con las reformas.

—¿Por qué hay un grupo considerable de provincias que no implementaron las SAS?

—Algunas plantean que hay un sistema dual, como es el caso de 10 provincias, con lo cual no es algo que solo se tramita ante el Poder Ejecutivo sino que también lo tienen que hacer frente a la justicia de comercio provincial.

—¿Es decir que la inestabilidad macroeconómica de los últimos meses no complicó irreversiblemente el panorama para la empresa chica?

—Para nada, seguimos avanzando con la agenda, como son las SAS, como es el Exporta Simple. También tenemos muy en mente los temas de competitividad, porque el mundo no va a esperar a que ordenemos internamente la macro, ellos siguen avanzando. Por eso hoy ya estamos trabajando en cuestiones de transformación digital de Pymes.

Fuente:https://www.infobae.com/economia/2018/11/03/mariano-mayer-la-prioridad-hasta-fin-de-ano-es-estabilizar-la-macro-pero-no-dejamos-de-trabajar-los-temas-de-fondo-para-las-pymes/