Con motivo de haberse instituido el 30 de agosto el Día de la lucha contra el mal de Chagas, se refuerzan las acciones de prevención con la comunicación y difusión de los métodos de erradicación y exterminio de la vinchuca, así como los permanentes controles médicos para detectar a personas afectadas y realizar los tratamientos necesarios.

La provincia de Mendoza se encuentra entre las regiones donde la enfermedad de Chagas-Mazza tiene zonas endémicas, las cuales se han reducido considerablemente gracias a la constante acción del Ministerio de Salud y Desarrollo Social y Deportes a través de Programa Provincial de Chagas, División Zoonosis. No obstante los avances en el combate contra el agente vector, la vinchuca, siempre es necesaria la colaboración de la comunidad.

El Programa Provincial de Chagas realiza la vigilancia entomológica constante para exterminar la vinchuca en todo el territorio provincial, pero poniendo mayor énfasis en la zona de mayor prevalencia, que es la región Noreste de la provincia, abarcando los departamentos de Lavalle, Santa Rosa y La Paz, actualmente con un 4% de infección domiciliaria. De esa proporción solamente el 1 por mil de los insectos detectados está infectado con el Tripanosoma cruzi.

Los lugares con presencia más frecuente son los corrales, ladrilleras, construcciones precarias de adobe y techos de cañas en mal estado de conservación. Allí se procede a rociar con compuestos con piretroides preservando a los animales de corral, domésticos y a los propios habitantes.

En cuanto al tratamiento y prevención concreta de la salud, se realiza un seguimiento de las madres embarazadas con la enfermedad diagnosticada, debido a que el contagio prenatal es la segunda vía de trasmisión de este mal. En 7% de los casos la enfermedad se contagia de madre a hijo a través de la circulación placentaria. En este caso, el diagnóstico temprano y el tratamiento consiguiente posibilita la eliminación definitiva de la enfermedad. Por eso es importante la detección temprana de la enfermedad, puesto que hasta los 19 años los tratamientos son de más efectivos, sobre todo en la etapa aguda. En los pacientes crónicos ya no es posible la recuperación, 25% de los cuales pueden presentar complicaciones como la miocarditis y otras complicaciones en vísceras huecas.

Se recuerda que el contagio a través del vector se produce no con la picadura propiamente dicha de la vinchuca sino cuando el insecto defeca junto al punto donde succionó la sangre. Son las deposiciones las portadoras del patógeno que se introducen en el torrente sanguíneo cuando se rasca o frota el lugar. También se trasmite a través de las membranas conjuntivas y con menor frecuencia, en la Argentina, por vía oral. En el caso de la vinchuca, es una especia hematófaga, por lo que tanto macho como hembra se alimentan de sangre.