Juan Carlos Fábrega presentó en más de una oportunidad su renuncia a la Presidente, Cristina de Kirchner pero hasta ayer logró siempre permanecer en su cargo. «Las veces que le manifestó que se quería ir Cristina no lo dejó», comentan en el entorno presidencial pero la negativa a dejar el cargo no significaba -al menos en los últimos tiempos – un apoyo ante las diferencias de criterio que mantenía con el ministro de Economía, Axel Kicillof.
El ahora extitular del BCRA sentía que contaba con un respaldo importante: nada menos que el del sector financiero y los empresarios en general, sin embargo, esto no fue suficiente para que primen sus recomendaciones en materia económica ante la jefa de Estado.

La salida de Fábrega dependía solo del «cansancio» de Cristina con las actitudes del extitular del BCRA. Hace tiempo que en la Casa Rosada sospechaban de ciertas «operaciones mediáticas» de Fábrega. «La situación se tensó más cuando Cristina fue informada que la entidad no estaba cumpliendo bien su rol», comentan.

Asimismo, en el entorno presidencial sospecharon de que los bancos fueron informados en estricto off the record por el BCRA la «supuesta» decisión de que a partir de este lunes los importadores debían acceder a las divisas para sus compras en el exterior a través del contado con liqui. «Nadie le saca esa sospecha a Cristina», confiesan.

Esto explica el encendido discurso del martes pasado cuando, acusó de varias irregularidades en el accionar del Central. «Desde el Banco Central algunos habían avisado que estaba todo tranquilo, que no iba a pasar nada», en referencia a los allanamientos en las casas de cambio.

Sin embargo, la acusación presidencial más grave que tornaba insostenible que Fábrega permanezca al frente de la entidad monetaria fue cuando dijo que se iba a investigar si se había filtrado «información privilegiada» desde el BCRA a ciertos bancos que les permitió obtener importantes ganancias.

Finalmente Cristina dijo en público y con Fábrega sentado en primera fila y con las cámaras oficiales enfocándolo que «también voy a instruir al Ministerio de Economía para que se haga una denuncia acerca de cotizaciones paralelas del dólar y la modificación de la posición general de monedas extranjeras de los bancos», cuando en realidad son funciones que debería llevar a cabo justamente el Banco Central.

«Yo pensé que iba a renunciar esa misma noche», confesaba un allegado al entorno presidencial.«Cristina le estaba diciendo en público que esta vez sí le iba a aceptar la renuncia», dando por hecho que la «jefa» como la llaman los integrantes de La Cámpora lo echó.

Para algunos tanto reto público «victimiza» y lo torna como un «héroe» al extitular del Central. En tanto otros insisten en el mal desempeño que tuvo al frente de la entidad monetaria.

Cabe señalar que en los últimos meses fueron cambiando las relaciones entre la primera mandataria y Fábrega. El año pasado, Cristina solía escuchar los diagnósticos del extitular del BCRA y de Kicillof, en aquellos tiempos aliados en contra de algunas de las políticas de Guillermo Moreno. Las disputas económicas entre ellos arrancan en enero, cuando se tomó la decisión de devaluar y luego subir la tasa.

Es que Fábrega sostenía la necesidad de subir la tasa de interés para frenar la suba del dólar y evitar la pérdida de reservas. En tanto, Kicillof como así también la jefa de Estado están convencidos de que se trata de «pura especulación».

La salida de Fábrega dio lugar a rumores que indicaban que Kicillof sería el que pondría al sucesor, ya que el ministro estuvo reunido ayer con la Presidente prácticamente todo el día salvo una breve interrupción para atender en su despacho al titular del Sedronar, Juan Carlos Molina.

Esto no significa que Kicillof no tendrá injerencia en la entidad, según comentan en la Rosada, y aportan que ya habría indicado analizar el tema de los directores. Al respecto se espera que haya cambios y designaciones. La carta Orgánica del Banco Central establece como autoridades un presidente, un vicepresidente y ocho directores y hasta el retiro de Fábrega faltaba nombrar dos directores para completar el cuerpo.

Ahora al frente del BCRA estará Alejandro Vanoli, «un cruzado» del modelo. El anuncio oficial fue hecho por un llamado telefónico a la Sala de Periodistas de la Casa Rosada por el secretario de Medios de Comunicación, Alfredo Scocimarro quien escuetamente informó: «La Presidenta le aceptó la renuncia a Fábrega y en su reemplazo designó a Vanoli. No habrá más cambios por ahora», dijo el funcionario en referencia a otros cambios en el Gabinete.

Según pudo sabe ámbito.com Vanoli estaba en Brasil cuando recibió el llamado de Cristina con la propuesta que aceptó y emprendió su regreso a Buenos Aires para que hoy sea puesto en funciones.

Cristina está convencida que existe una conspiración interna y externa contra su Gobierno y el dólar es un instrumento para ello. Justamente en los últimos días, el saliente titular de la Comisión Nacional de Valores estuvo preocupado por controlar las operaciones del contado con liqui y el dólar bolsa.

En recientes declaraciones afirmó que si bien «el contado con liquidación es legal y está reglamentado», desde la CNV estaban «monitoreando que no se intente violar el régimen penal cambiario», es decir, «que no se quieran hacer operaciones comerciales con un instrumento válido para otras cuestiones como una inversión legítima».

Según Vanoli y en línea con lo afirmado por la presidenta Cristina Fernández, esos movimientos podrían tener «intencionalidad política, en vísperas de un año electoral y algunos sectores quieren forzar inestabilidad y que este gobierno tenga mayores dificultades, más allá de la cuestión absurda del juez (Thomas) Griesa«.

No resulta casual que con la renuncia de Fábrega ayer la Comisión Nacional de Valores haya efectuado un operativo deinspección y verificación integral en las financieras Balanz Capital y Banco Mariva, ambas denunciadas ayer en el discurso presidencial de realizar maniobras especulativas con el dólar. Los inspectores de la CNV buscaron detectar la existencia de lavado de dinero en operaciones de contado con liquidación.

Fábrega fue designado en noviembre del año pasado y contaba con mandato por seis años. Ahora la propuesta de Vanoli al frente del Banco Central deberá contar, como se establece en la carta orgánica de la entidad, con la aprobación del Senado.

Por: Liliana Franco

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