-¿Por qué se opone a la nueva ley de abastecimiento?

-Dándole más poder a un burócrata de tercera línea no se empodera a los consumidores. Ponen al Estado en un rol medio ingenuo, como si velara por el interés general. Pero quienes usamos transporte público, rutas con peaje y telefonía móvil, vemos un Estado muy blando en los controles y que permite servicios altamente ineficientes, como los de luz y gas. ¿Quién garantiza que en cualquier etapa de la cadena de producción se tomarán decisiones correctas?

-¿Está en contra de la ley o desconfía del uso que le dará el Gobierno?

-Esta ley nunca fue buena y nunca será buena, más allá de quién la aplique. Altera los principios políticos, económicos y sociales de la Constitución. Es importante impedir que haya monopolios, pero esos controles están mejor establecidos en la ley de defensa de la competencia. El Tribunal de Defensa de la Competencia nunca se constituyó. Eso permitiría tener un órgano de control independiente del poder político y de las empresas, con condiciones técnicas para evaluar posibles abusos. En la ley de abastecimiento queda todo concentrado en la Secretaría de Comercio.

-¿Le parece mal que el Poder Ejecutivo pueda intervenir?

-Estoy de acuerdo con que el Estado controle, pero no estoy de acuerdo con que tenga facultades discrecionales. Va a terminar siendo una cuestión de poder autoritario y discrecional. Por eso insisto en la ley de defensa de la competencia. Las multas más grandes que se han puesto para evitar los monopolios las puso el gobierno de la Alianza, haciendo uso de esa ley.

-Las facultades de intervención estatal ya figuran en la ley actual.

-Es una ley que se usó poco. El Gobierno la rescata ahora y la pone como nuevas relaciones de producción y de consumo. Le da una potestad inmensa a un Estado faccioso en manos de un gobierno faccioso. El Estado tiene que tener garantía de una cierta neutralidad, no puede ser un apéndice del gobierno de turno.

-¿Qué puede pasar si la ley se sanciona?

-Se pone en coma nuestro sistema económico. Vamos a contrapelo de lo que necesitamos: que haya inversión, que entren divisas. Si al Gobierno le interesara defender a los consumidores tendría que estar peleando contra la inflación.

-El Gobierno dice que la ley ayuda a combatir la inflación.

-Seguimos esperando que el Gobierno cuente cómo se forman las cadenas de valor. A los tamberos les pagan $ 3 el litro y en el supermercado la leche sale $ 13. No se dice la cantidad de impuestos que se pagan en cada etapa de la comercialización. YPF aumentó el último año un 60% el costo de los combustibles.

Por Gabriel Sued  | LA NACION

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