El líder de la CGT Azul y Blanca, Luis Barrionuevo, adelantó ayer que las centrales gremiales opositoras van a resolver el martes próximo «la continuidad del plan de lucha» y volvió a negar que haya alentado un estallido social para diciembre.
En declaraciones a una radio porteña, el dirigente gremial consideró que en el Gobierno «viven en otro contexto» y que «hay que hablar de paritarias, porque las que se firmaron están todas licuadas».
Debido a que ya dan por descontado que el Gobierno no va a dar una respuesta a los reclamos planteados, las centrales planean una nueva medida de fuerza para fin de mes o principios de octubre, aunque aún deben ponerse de acuerdo acerca de cómo se manifestará.  
Si bien el pedido de actualización del Impuesto a las Ganancias sigue firme, este sector gremial comenzará a profundizar el pedido de reapertura de paritarias para paliar el desfasaje que hubo entre los acuerdos cerrados en paritarias y la inflación registrada, pese a que el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, ya desechó la posibilidad de atender ambas demandas.
Individualmente, los gremios moyanistas y barrionuevistas ya comenzaron a enviar notificaciones a las cámaras empresariales de cada sector con dicho reclamo para reabrir las negociaciones y conseguir unos puntos extra de aumento salarial.
Además, volvió a negar que haya alentado un estallido social en diciembre, luego de ser citado a declarar por los saqueos de diciembre último en la ciudad de Mar del Plata y de que el Gobierno pidiera que se lo indagara por sus dichos.
«Yo no dije nada de estallido, tomé las palabras que ella (la presidenta Cristina Kirchner) planteó en su momento, que con el 25 por ciento de inflación volábamos por los aires y hoy estamos en el 40», señaló el gremialista.