San Rafael, Mendoza jueves 28 de marzo de 2024

Cristina castiga a Mendoza y no le reestructura su deuda por oponerse a nueva ley petrolera

La provincia no fue incluida en el acuerdo que la presidenta firmará este jueves con los estados provinciales. Junto a Mendoza también están afuera Neuquén, Chubut y Río Negro, todas provincias petroleras. Se cree que fueron sancionadas por oponerse a las modificaciones a la Ley de Hidrocarburos. La deuda mendocina asciende a unos 2.500 millones de pesos. De aquí a fin de año tendrá vencimientos por 160 millones.

El impacto de la exclusión de Mendoza paralizó a Pérez y a su ministro de Hacienda, Marcelo Costa, ambos en Buenos Aires y que esperaban la convocatoria para este jueves. La decisión se asemeja mucho a una sanción discriminatoria contra Mendoza y roza una medida de carácter extorsivo. Porque la provincia que administra Pérez no está sola en la exclusión del plan de desendeudamiento, sino que la acompañan Neuquén, Río Negro y Chubut, todas provincias petroleras que se niegan a firmar con el gobierno de Cristina Fernández las modificaciones a la Ley de Hidrocarburos que alienta Miguel Galuccio, el CEO de YPF, porque considerar que el nuevo orden que se está analizando perjudicará los intereses provinciales y las dejará afuera de los nuevos beneficios que podrían captar con la explotación petrolera.

El nuevo orden de discusión de políticas hidrocarburíferas surgió tras el descubrimiento de Vaca Muerta, el yacimiento que contiene las segundas reservas mundiales de gas y petróleo no convencional, ubicado en su mayor parte en Neuquén y algo en el territorio mendocino.

Ningún observador oficial consultado por este diario pudo separar la decisión del gobierno nacional de no hacerla ingresar a esta nueva etapa del desendeudamiento con la posición del gobierno de Pérez de resistir los cambios que se discuten a la Ley de Hidrocarburos. Es más, todos lo han relacionado con una suerte de sanción inequívoca por el alineamiento de Pérez con Jorge Sapag, el gobernador neuquino que ha liderado la rebeldía de las provincias petroleras con la nación.

De confirmarse la ausencia de Mendoza en la firma del inminente pacto entre la nación y las provincias por el cual se prorrogan los vencimientos de deudas con períodos de gracia y quitas importantes, la provincia deberá hacer frente según se calcula al pago de unos 160 millones de pesos de aquí hasta fin de año.

Mendoza venía ingresando con regularidad a este tipo de acuerdos entre las provincias y la nación. El último acta firmado fue en abril pasado, por el cual las finanzas locales se aliviaron en el pago de 382 millones de pesos y la deuda con la nación logró descender de los 2.869 millones de pesos a 2.487 millones de pesos, hecho que fue ruidosamente festejado por el gobierno de Pérez.

En abril las provincias que firmaron el desendeudamiento con la nación, además de Mendoza fueron Buenos Aires, Catamarca, Chaco, Chubut, Corrientes, Entre Ríos, Jujuy, La Rioja, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta, Santa Cruz, Tucumán, Tierra del Fuego y SanJuan.

Cristina, que en aquel momento estuvo acompañada por casi todo su gabinete, incluido el vicepresidente (hoy procesado) Amado Boudou, dio un discurso transmitido por cadena nacional y señaló que la nueva instancia “permitirá a las provincias disponer en el próximo trimestre de un total de 1.800 millones de pesos, que se suman a los 2.000 millones acordados en diciembre pasado en oportunidad de la primera renovación.
Por la firma (las provincias) –agregó la presidenta– reciben un adicional de 1.800 millones de pesos, y va a significar un ahorro por provincia en los próximos 3 meses de casi 1.000 millones de pesos que las distintas gestiones destinarán a mejorar las prestaciones de sus servicios”.

La deuda inicial reestructurada ascendió a 65.500 millones de pesos e incluyó pasivos con la Nación por la entrega de bonos Bogar 2018, Boden 2011 y 2013 y del Programa de Financiamiento Ordenado (PAF).

Hasta entonces, las deudas de los Estados provinciales se venían incrementando cada vez más porque se les aplicaba un ajuste por Coeficiente de Estabilización de Referencia (CER), además de los intereses sobre el capital adeudado. Tras salir de la convertibilidad, en el 2003, mientras la Nación negociaba hacia afuera una quita del 60 por ciento de sus deudas con acreedores externos, hacia adentro las deudas provinciales se pesificaron a 1,4 pesos por dólar, más el CER,  famoso coeficiente atado a la inflación. Con lo que en el primer año, las deudas provinciales se habían duplicado en relación al que tenían en 2001”.  Marcelo Torrez En Twitter @MarceloTorrez

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